Las 12 cartas no entregadas

Calor inesperado

La clase que estaba teniendo en este preciso momento no era lo suficientemente interesante como para que pudiera concentrarme en ella por lo que busque una forma para entretenerme, hasta que la encontré; arranque una hoja de mi cuaderno y sin que el profesor se diera cuenta comencé a intentar hacer una figura de papel, primero intente por lo que me parecía lo más fácil así que empecé a hacer una flor de papel pero honestamente no quedo muy bien pero seguí intentándolo y así sucesivamente hasta que al quinto intento pude hacer una flor decente; estaba muy feliz, sin embargo, esta fue interrumpida por el sonido del timbre. De repente vi cómo te acercabas hacia mi y sin pensarlo mucho te di aquella flor de papel que hice con tanto esmero y esfuerzo una vez llegaste hacia donde estaba, me agradeciste por el detalle una vez que termine de contarte mi trágica historia sobre cómo logré hacerla; lamentablemente poco después te fuiste ya que comerías con tu pareja y yo por otra parte me fui con mis amigos a hablar.

Pero después de aquello no te volví a ver hasta la siguiente clase, la que por suerte falto el maestro, por lo tanto casi todos nuestro compañeros se fueron por ahí dentro de la preparatoria; me acerqué a ti con la intención de que charláramos pero cuando estuve frente a ti sentí una presión en el pecho al verte llorando por una discusión que tuviste con Raúl, según me contaste él se había enojado porque creía que yo estaba intentando separarlos cuando él vio que te di la flor de papel que hice antes y creyó que estaba intentando conquistarte para que lo dejaras por lo cual te molestaste porque sabías que no era así y me defendiste diciéndole que aquello era estúpido por lo cual se enfadó más comenzando a discutir para luego ignorarte lo que restaba de clases, ya sabes la típica "ley del hielo". Cuando te pregunté por qué estabas decaída sólo me dijiste que estabas bien, pero te conozco lo suficiente para saber que no es así.

- ¿Entonces él te está ignorando?

- Sí ¡y solo porque malinterpretó las cosas! -exclamaste mientras intentabas parar tus lágrimas inútilmente

- Pero si entre tú y yo siempre nos regalamos detallitos ¡Incluso antes de que ustedes fueran pareja! -respondí algo enojado

- Lo sé, pero él no me escucha y piensa que estás intentando separarnos- dijiste exasperada

- Quiero aclarar que no lo hice con esa intención y me disculpo por causarte problemas -dije algo decaído- * ¡Felicidades, Mat! Ahora por tu culpa ella está triste, eres el mejor...*

Dehecho, los que son cercanos a mi o me conocen saben que soy una persona muy cariñosacon las personas que quiero o son importantes para mí, por lo que es algonormal que se me vea abrazando, estando apegado a mis amigos y de vez en cuandoregalándoles algo; ya sea amiga o amigo por lo cual no es de extrañarse que lohaga. Varias veces mi personalidad cariñosa me ha traído problemas ymalentendidos, como por ejemplo ahora, pero no lo hago con esa intención soloque... muchas veces siento la necesidad de demostrarles cariño a las personas quequiero por que si no, pienso que ellas pensaran que no las quiero o apreció yse marcharan de mi lado; pero sé cuándo poner límites cómo lo voy a hacer ahorapara que Alice no tenga más peleas con Raúl, me costara hacerlo pero al menos así ella no tendrá problemas por lo tanto ya no estará triste ni llorar.

- No te disculpes, tú no tienes la culpa de nada, sé que no lo hiciste con esa intención, pero él es demasiado inseguro -mencionaste con una leve sonrisa

- Igual tú tampoco tienes la culpa no deberías de estar llorando por él, no tiene sentido -dije mientras tomaba su cara entre mis manos y con mis pulgares limpiaba sus lágrimas

- Muchas gracias por escucharme y estar conmigo -agradeciste mientras sonreías con sinceridad

- No hay problema sabes que siempre voy a estar ahí para ti -dije con alegría y ternura para luego abrazarnos

Tal vez tú no lo sabías, pero momentos como estos contigo siempre los apreciaría por el resto de mi vida.

------------------Carta-----------------

Jeje ¿Quién diría que ustedes terminarían juntos? En cuanto lo supe me quedé en shock, tal vez no lo sepas, pero tenía unas inmensas ganas de llorar ¡pero no te culpes! No es tu culpa... es la mía por pensar que era posible que hubiera algo entre tú y yo, por tener bonitas fantasías de nosotros, por tener esperanza e imaginar que nosotros podríamos estar juntos, es culpa mía por enamorarme de ti... pero quiero que sepas que no me arrepiento ni un segundo de amarte pues tú eres mi primer amor más sincero y yo solo quiero tu felicidad y si él te hace feliz lo aceptaré, yo estaré dispuesto a dejar de luchar por tu amor y dejarte ir pues tengo que aceptar que la lucha por conquistar tu corazón ya la perdí.

¿Pero duele sabes?, duele que la persona que tú amas esté con alguien más, duele saber que jamás estarían juntos, pero duele más haber perdido una batalla en la que ni siquiera pude pelear porque la cobardía y el miedo se extendió en mi corazón.

Veo cómo lo abrazas y lo tomas de la mano ¡no me mal entiendas! Estoy feliz por ti, pero una parte egoísta de mí quiere ser él, quiero ser yo el que te abrace, quiero ser yo el que te tome de la mano, quiero ser yo el que reciba tus dulces besos, pero siendo sincero ¿por qué me besarías? No soy ni la mitad de bonito, pero te gusta más él...

Simplemente no puedo hacer nada más, lo único que puedo hacer es respetar tu relación y amarte en secreto como desde que acepté mis sentimientos por ti.

-Mat