Un joven hombre es "bendecido" con el don de la obediencia y del que quiere liberarse, pero no sabía que en su camino se encontraría con una serie de obstáculos, mucho menos uno que tenga que ver con la realeza.
-una adaptación de la película "ella...
Spreen estaba sentado en el trono con cara triste, veía como la gente (en su mayoría noble) bailaba con sus parejas y los elfos tocaban para ellos.
-no veo a tu amigo, donde está?- preguntaba perxita asustando un poco a spreen-.
-ya debería de estar aquí, no crees- hablaba ahora auron apoyándose en el hombro de spreen-.
-no quiero hablar de él- respondió enojado, parándose de el trono en el que estaba-.
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El reloj marcaba las once en punto y Juan seguía amarrado al tronco, este a cada hora que pasaba se inclinaba un poco más asustando a Juan y rezando para que carre llegara rápido al castillo.
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En la fiesta se encontraban las hermanastras de Juan las cuales el rey había invitado especialmente junto a sus padres, mayichi y aroyitt estaban en la mesa de alimentos una metía un par de cosas en sus bolsillos mientras la otra trataba de ubicar al príncipe.
-puedes dejar de hacer eso?!, si robas aquí, estás robándome a mi ahora- hablaba mayichi mientras le quitaba las cosas de las manos a aroyitt-.
-que dices?- preguntó aroyitt con cara confundida-.
-voy a vivir aquí, cierto?- respondió mayichi con una gran sonrisa-.
Ambas se quedaron en silencio al ver a spreen pararse cerca de ellas y aclarar su garganta para llamar su atención.
-quieres...? Quieres bailar?- preguntaba spreen de manera incómoda-.
Mayichi no dijo nada y solo le ofreció la mano a spreen, quien la tomó y la guió al centro de la pista para bailar.
La madre de mayichi veía cómo esta se iba con el príncipe y una pequeña sonrisa se formó en sus labios, sonrisa que cayó al oír al padre de Juan.
-querías verte más joven, si te preocuparas menos por embellecerte y más por tus deberes maternales, sabríamos donde se encuentra Juan- reclamaba molesto el hombre mientras se paraba de su asiento para estar lejos de esa mujer-.
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Juan sentía como el tronco se movía cada segundo que pasaba y ya estaba empezando a desesperarse, hasta que escuchó como alguien gritaba a lo lejos y en el vuelo se empezaba a ver un pequeño portal y de este salía una persona que cayó justo en frente suyo.
De entre medio de las flores que habían ahí salió mariana, quien parecía confundido al ver el lugar donde estaba y empezó a sacudirse mientras se quejaba.
-Mariana?- preguntó Juan confundido mientras enfocaba su vista para verificar si era el Mariana correcto- Mariana! Mariana!- gritó desesperado al ver como mariana alzaba sus brazos para abrir otro portal e irse-.
Mariana se volteó extrañado al escuchar su nombre y eso solo aumentó al ver a un joven castaño encadenado a un tronco.
-nos conocemos?- preguntó confundido mientras se acercaba un poco-.
-Juan!, Juan cubito, me regalaste un don- Mariana sonrió al escuchar eso haciendo que Juan también lo hiciera-.
-si te recuerdo, eres el obediente- habló seguro puenteas apuntaba a Juan-.
-estoy muy feliz de encontrarte, te busqué por todos lados- habló rápido para luego suspirar- necesito regresarte el regalo- habló ahora más serio-.
-regresar el regalo?, no lo creo- habló ofendido dándole la espalda a Juan para marcharse-.
-mira, no es que no quiera tu regalo, lo qué pasa es que, si no me lo quitas voy a hacer algo muy malo a un chico que enserio quiero y me gusta mucho- habló suplicante-.
-niño, estás loco, todo el mundo ama mis regalos- habló egocéntrico mientras le volvía a dar la espalda a juan-.
-Mariana!, te pido que lo hagas, puedo hacer todo lo que quieras en serio!, pero concédemelo por favor- suplicaba Juan con los ojos vidriosos-.
-si no te gusta mi regalo, bien, le to quitas tu mismo, no me culpes por tus problemas!- hablaba molesto mientras apuntaba a juan- Y para que veas lo bueno que soy, te voy a desencadenar-.
-que!?, no! no!- gritó juan, pero mariana ya lo había desencadenado así que Juan solamente se agarró al árbol para evitar moverse-.
-soy increíble mano, y sabes que?, vas a ir al baile- dijo para luego chasquear los dedos y ponerle a Juan un traje elegante color beige-.
-no!, no quiero ir!- gritó para luego sentir como sus pies caminaban solos hacia el castillo-.
-al baile! Al baile!- cantaba mariana mientras veía como Juan caminaba hacia el castillo-.
