Un joven hombre es "bendecido" con el don de la obediencia y del que quiere liberarse, pero no sabía que en su camino se encontraría con una serie de obstáculos, mucho menos uno que tenga que ver con la realeza.
-una adaptación de la película "ella...
Spreen bailaba con mayichi un vals lento, es estaba un poco incómodo pero iba a aprovechar la oportunidad para curiosear un poco.
-háblame de tu hermana- habló simple para no hacerla tan larga-.
-aroyitt?, es tonta- contestó con una mueca-.
-no- soltó con una pequeña risa- De Juan- aclaró con una sonrisa-.
-la verdad es que no quiero hablar de ella, mejor hablemos de nosostros- hablaba con una sonrisa acercándose un poco más a la cara del príncipe-.
-nosotros?- habló exaltado- No- murmuró bajo-.
-suena aún más maravilloso cuando tú lo dices- decía con una gran sonrisa-.
Mayichi estuvo un rato así hasta que intentó acercarse a spreen para besarlo, él fue rápido al apartarse y mayichi actuó como si nada y siguió bailando hasta que se escuchó un guerte ruido, y ahí lo vió, spreen se le quedó viendo y soltó a mayichi quien perdió el equilibrio y cayó.
Juan hacía lo que podía para no llegar con spreen, en la puerta trató de agarrarse pero se resbaló y ahora estaba agarrado a una mesa, pero esta se movía con el, trató de todo pero ahí estaba, con spreen tomándolo de la cintura y el con sus brazos en su cuello.
-tengo que decirte algo- susurró spreen para que solo Juan pudiera oírlo-.
-spreen, espera, escucha tienes que decirme que no me quieres volver a ver- decía agitado Juan para luego mirar a los ojos a spreen-.
-dale, lo haré si vos me decís que no me amás- habló firme spreen viendo como Juan no podía y solo murmuraba palabras al azar-.
-por que la carta?, por que la escribiste?- al ver que Juan no respondía decidió probar otra cosa- Decíme que sentís por mí?- Juan sintió otra vez ese pequeño cosquilleo, no tenía de otra que responder-.
-spreen, yo en verdad te amo, pero no soy bueno para ti spreen, soy malo para el reino- Juan trataba de escudarse para que spreen lo rechazara-.
-eso el lo que tanto te preocupaba?- spreen no podía estar más feliz ante la confesión de juan- Acompañáme- dijo para luego tomar la mano de Juan y sacarlo de la sala-.
Auron veía toda la escena de lejos con una sonrisa, ya casi era la media noche.
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Juan y spreen habían caminado un rato para llegar a una sala en la cual habían espejos por todos lados, habían un par de plantas al rededor de estos, ahí que se veía muy bonito a los ojos de Juan.
-es el salón de los espejos?- Juan estaba un poco asustado, al final sabía lo que iba a pasar-.
-cuando era más chico, mi papá me trajo aquí, me dijo que me viera en el espejo y me viera como un gran líder- hablaba spreen mientras se posaba en frente de un espejo-.
Mientras spreen hablaba Juan estaba tratando de aguantar las lágrimas, estaba muy angustiado por lo que iba a pasar, y realmente no sabía si el mismo podría detenerse.
-juan, qué pasa?- spreen al darse cuenta del llanto de Juan fue directo hacia él y lo tomó de los hombros-.
-quisiera poder decírtelo, quisiera poder decirte todo- hablaba entre llanto sin mirar a spreen a los ojos-.
-ey, está bien no tenés por qué decírmelo, podés decirlo cuando estés listo, en verdad no quiero que te vayas- spreen trataba de consolar a juan-.
En uno de los espejos había una pequeña sala detrás, donde se encontraba auron viendo todo el show, estaba esperando a que fuera la media noche para ver todo en primera fila y así luego poder volver a la fiesta.
Spreen y Juan seguían hablando hasta que Juan vio como spreen empezó a arrodillarse y de su bolsillo sacara una pequeña caja azul marino.
-juan, cásate conmigo- Juan sonrió haciendo que spreen también lo hiciera, hasta que a lo lejos se escuchó un reloj, marcando la medianoche.
-no!, no, no- Juan empezó a negar repetidas veces mientras sujetaba una pequeña daga en su espalda-.
-por que no?, que es?, mi familia?, mi política?- spreen empezó a buscar razones pero por más que preguntara Juan no podía responderle-.
Spreen trataba de explicarle a Juan que no importaban las demás personas, yo tomó de los hombros para luego abrazar a Juan tata que este se calmara y dejara de llorar.
Juan seguía llorando y se veía en el reflejo en frente suyo, ya tenía la daga en alto, de pronto empezó a recordar todas las veces que tuvo que hacerle caso a las demás personas y no hacer lo que verdaderamente él quería, su mano temblaba muchísimo al tratar de detenerse, el último recuerdo qué pasó por su mente, era el de su madre antes de morir, recordó aquellas palabras que le dijo "lo que tienes adentro le gana a cualquier magia", Juan empezó a repetirse esas palabras.
-ya no serás obediente!- Juan empezó a gritar para tratar de auto convencerse de no serlo-.
Spreen al oír a Juan decir eso se volteó a ver en el espejo y ahí lo vio, Juan estaba con una daga en su espalda, estaba en shock tanto que no se pudo mover.
Juan soltó la daga y cayó al piso sorprendido, en verdad había podido deshacerse del don? Juan estaba muy feliz tanto que no le prestó atención al hecho de que casi apuñala a spreen quien lo veía asustado y un tanto decepcionado.
La sonrisa de Juan se cayó al ver como auron entraba a la sala y gritaba por los guardias haciendo que estos entraran y empezaran a llevarse a Juan a la fuerza.
-no!, no! Spreen!, no espera!, déjame explicarte!- gritaba Juan mientras se lo llevaban-.
Spreen veía sorprendido la situación, el en verdad quería saber por que Juan hizo eso, e iba a ir tras él pero auron lo detuvo.
Juan seguía gritando mientras lo llevaban al calabozo, donde lo tiraron y cerraron la puerta dejándolo ahí solo, mientras seguía llorando y murmurando cosas sin sentido.
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Auron se había llevado a spreen a su cuarto para poder hablar bien con él, después de todo su plan había fallado y no tenía de otra más que hacerlo el mismo.
