Un joven hombre es "bendecido" con el don de la obediencia y del que quiere liberarse, pero no sabía que en su camino se encontraría con una serie de obstáculos, mucho menos uno que tenga que ver con la realeza.
-una adaptación de la película "ella...
Spreen siguió a Juan hasta una montaña mientras seguía disculpándose por lo anterior, cuando llegaron a la sima ambos quedaron impactado a por lo que veían, habían muchos gigantes trabajando en recolectar cosechas como maíz y tomates mientras habían unos guardias golpeándolos con látigos para que se apuraran.
-no has terminado, trabajarás hasta el atardecer- decía el guardia mientras golpeaba al gigante-.
-los gigantes siempre han sido gentiles, por que los tratan así?, como esclavos- decía spreen mientras se bajaba de su caballo para ver mejor la situación-.
-estoy seguro que mi tío no sabe de esto, no lo creo- continuó para luego subir al caballo e irse galopando-.
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Luego de eso siguieron galopando, el sol ya se estaba poniendo cuando llegaron al lugar de la boda.
-tal vez puedas encontrar información aquí en la boda- decía Juan mientras se bajaba del caballo y lo ataba a un tronco-.
-si... ojalá, y tal vez tu encuentras a tu madrina- respondía spreen copiando la acción de juan-.
Cuando entraron se podía ver a todos los gigantes animados, había un grupo que estaba tocando y los demás bailaban animados.
-no están tan mal, creía que se veían malos y terribles- decía carre mientras caminaba hasta que chocó con la pierna de un gigante-.
-no me dolió- decía claramente adolorido mientras se sobaba la nariz-.
-espero que sea buena idea, deben odiar a la familia real- decía asustado y nervioso spreen-.
-no, van a respetar tu valor de venir aquí, te lo aseguro- decía Juan tranquilizando a spreen con unas palmadas en la espalda-.
-y ellos no son rencorosos, son más grandes que eso- decía mientras se reía de su propio chiste y spreen solo volteó los ojos y sonreía viendo a Juan-.
-príncipe spreen, que estás haciendo aquí?- decía un gigante interrumpiendo la risa de Juan quien al verlo se puso serio-.
-no son rencorosos?- decía sarcástico spreen-.
-creí que sería un buen momento para conversar tranquilos, señor, pero ahora creo que mejor regreso después, cuando haya menos bebida- lo último lo dijo en voz baja para que solo lo oyera Juan-.
Juan lo golpeó en el pecho con su codo haciendo que spreen soltara un quejido y se espesara a sobar ahí.
-está aquí como amigo, quiere oír sus quejas- hablaba Juan calmado-.
-entonces, bienvenido- decía el gigante mientras habría sus brazos-.
-yyy, estoy buscando a una persona, a mi padrino, mariana, sabe donde puede estar?- preguntaba Juan viendo como el gigante apuntaba hacia la barra-.
