"Este no eres tú"
Han Jisung un hermoso peliazul que no le importa ser juzgado por su apariencia, es aceptado en una de las más grandes empresas de Seul por sus habilidades liguisticas.
Para celebrarlo va un bar en donde conoce a Lee Know, un chico...
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Hwang Hyunjin, un chico que aparenta ser normal frente a su hermanito menor.
Desde hace muchos años ellos quedaron huérfanos por un accidente que casi se los llevaba a ellos también.
Luego de perder a su padres pasaron al cuidado de su tía materna, la cual terminó siendo como una segunda madre.
Debido a los gastos, debido buscar un trabajo para poder mantener a su hermano a su lado, ya que de lo contrario, sería trasladado a un hogar de menores.
Intento de los trabajos simples, garzón y repartidor, pero no eran lo suficiente para tapar los gastos.
Tristemente su hermano sufría de neumonía, y requerían ir a chequeos seguidos para asegurar la vida del pequeño.
Sumado a la vez que tuvieron que internarlo, y los ataques que lo llevaban a emergencias.
Todo se había vuelto en contra.
Hasta que encontró un club nocturno, en el cual solo por bailar de manera subida de tono, le pagaban lo que ganaba en dos meses, cada que se presentaba.
Decidió seguir ese trabajo, aunque le incomodaba, veía como su esfuerzo daba como recompensa mejoría en su vida.
Pero todo cambio cuando un pelinegro se le acercó de una forma indebida en su camarín.
Se había asustado mucho, le dio miedo lo que ese tipo le hubiera hecho si el no se mostraba firme.
En un punto, su trabajo se podía interpretar como un prostitución.
Pero el no era así, al menos él.
No quería involucrase con quienes pagaban por verlo moverse casi sin ropa, les daba un poco de repudio.
- ¡Hyunjin ven a ver esto! —grito su tía.
- Si es otro gasto prefiero que no
- No es eso, mira —le mostró un sobre.
El chico lo tomó, y vio su contenido, era en total 1.750.000 wones.
- ¿De donde salió esto? —preguntaba su tía sorprendida.
- Son de una paga atrasada de un antiguo trabajo, por fin los malditos me pagaron —mintió.
Su agradecida tía fue a recostarse, su emoción la puso algo sensible.
Hyunjin volvió a ver el sobre, venia con una firma, “L.C”
Anteriormente había buscado el nombre del el chico que había ingresado a su camarín, gracias a la lista de personas, y este sobre había descubierto el misterio.
L. C, las iniciales de Lee Changbin.
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