Entre tu Amor y mi Amor

Capítulo 8: Homicidio romántico.

En el fondo, en el fondo de aquel baño, en el fondo de aquel cubículo, en el fondo del pobre corazón de un joven peruano, en el fondo de todas esas cosas estaba ocurriendo un cambio, un cambio que sin duda alguna estaba rompiendo, por dentro e incluso se podría decir que por fuera.

Miro su reflejo en el espejo, su cabello desordenado, su labio roto y su ojo derecho morado, sin posibilidad de tan siquiera  abrirlo por el mismo, estaba derrotado, incluso derrotado era una palabra pequeña para como estaba aquel joven peruano.

Miro denuevo el suelo, había gotas de sangre, papel tirado por todas partes y las marcas de los zapatos de el y Thomas, el último rastro de que estuvieron juntos.

El joven peruano lloro, se dio el pobre privilegio de consolarse junto al retrete, ya que nadie más lo consolarla que el mismo,  nadie más lo entendería, parecía que la vida lo odiaba abiertamente por todo lo que sucedía.

——¿Por que?, por qué. Que hice mal, que no fui, que necesitaba thomas que no lo encontró en mi—— lloriqueo amargamente mientras rompía  la estupida corbata, si fuera por el mismo rompería todo el traje, no quería nada, nada que lo uniera a Thomas, ni el estupido traje, o la estupida corbata o su estupido corazón que nunca comprendería cuando no lo querían.

Se tiró en el cubículo pensando abiertamente en como arreglar su vida ahora, estaba jodido, jodido por un amor estupido que nisiquiera fue correspondido.

Se odio así mismo, a Thomas, a Tasha e incluso a esa estupida Meleec, pero....¿por que?

Suspiro y lloro aún más, vio denuevo su reflejo, los ojos cansados, la mandíbula golpeada y su corazón roto, sin Thomas no tenía sentido nada, absolutamente nada, recordó las amargas palabras de Thomas antes de irse, Meleec no tenía comparación, seguro era la chica más linda que Thomas había visto alguna vez en su vida, la mas amable, la más dulce, la mejor, mejor que marcano seguramente.

Lloro, lloro todo lo que ni había llorado, según el ya no quedaban lágrimas dentro de él pero le faltaba todo un río triste por llorar.

Miro denuevo su reflejo, sus ojos ya no tenían brillo, lo había perdido todo y estaba decidido con lo que haría.

Muy decidido, y  un solo golpe en el espejo bastó para quebrarlo y al espejo también, liberando toda su ira interior, llorando, gritando y maldiciendo e incluso lo hacía tan bajo que ni siquiera el guardia que estaba afuera lo escuchó o tal vez sí pero tratándose del peruano siquiera le importo, a nadie le importaba en pobre y adolorido marcano.

Incluso, la persona, la única persona a la cual le importó ahora mismo estaba corriendo hacia los brazos de una joven chica la cual lo llenaba de besos, Thomas se sentía plenamente feliz, nunca lo había estado tanto incluso ni cuando estaba con marcano y Thomas no pudo evitar como su fuera una corriente  rápida aquel fugaz recuerdo del dia en que su amor por marcano se había acabado, había sido un homicidio romántico.

Un joven castaño se encontraba sentado en la cama mirando al peruano dormido a su lado, manifestando que no despertara, por lo menos no ahora, resoplo, ¿cuando se había acabado de amor? Se lamentaba , claro era, el también amaba profundamente al joven peruano, pero mientras marcano había jurado amor eterno al parecer el de Thomas tenía fecha de expiración, y ese día había llegado.

El amor se había acabado, como un golpe duro contra el suelo, no sabía como se había terminado, pero cada vez que Thomas miraba al  joven peruano no sentía aquel calor de su corazón, no  se sentía ansioso ni encantado, sentía nada, la nada completa, no tenía que ofrecer, ni amor ni odio hacia el joven peruano, bueno tal vez un poco de resentimiento y una pizca de odio, Pero aquellos sentimientos se presentaban por una situación que el nunca entendió.

Thomas se recostó en la barandilla de la cama y miro a marcano, no pudo evitar sonreír, y no por el joven chico que se encontraba dormido a su lado, si no por la chica que había conocido hoy, definirla era imposible, no sabía como pero le había  caído muy bien.

Recordó haber estado en la empresa, explicando  aquella gran idea de marquetin, el joven Inglés miro a todo expectantes por su reacción, realmente está no había sido como la esperaba incluso algunos ejecutivos mayores de edad se  habían reunido ee su idea.

Decían que era muy arriesgada y algo estupida, pero el seguía insistiendo hasta que sintió la presencia del director de marquetin detrás de el, el joven se impactó Y simplemente bajo la cabeza ante el regaño eminente del director, en cuanto se levanto la cesión y los ejecutivos se fueron, Thomas se encargó de votar todos sus planos y borrar todo el plan que tenía preparado.

Pero una leve risa lo desconcertó, miro alrededor y vio a una joven chica con un carrito de café riéndose de el.

——¿Quien rayos eres tú? ——pregunto thomas impresionado, la chica lo miro devuelta y solo sonrió.

——Perdón, solo que no pude evitar reírme de todo lo que te dijeron, perdón—–río nuevamente la joven lie tras colocaba su mano en su boca para calmar tan siquiera un poco su risa.

——¡Oye! De que te ríes, eres idiota o que——que dijo thomas acercándose repentinamente.

——Cálmate rizitos de oro, solo estoy aquí para servir el café y escuche todo——dijo la chica mientras se llevaba las tazas de cafe  en su carrito.

——Oye, ¿sabes quién soy?, para que te estés burlando de mí de esa manera.

La chica volteó rápidamente y giró sobre sus talones sonrió y miro a Thomas.

—–Eres Thomas brodie Sangster, hijo de Tasha yna de las mayores mujeres empresarias del mundo, eres el futuro heredero de la empresa de tu madre y eres uno de los jefes ejecutivos de esta empresa pero tienes un bajo rango y poca experiencia en esta aria en especifico, por eso se burlaron tan catastroficamemte de ti esta tarde.

Thomas se quedó inexpresivo ante lo que había dicho esa chica, ¿cómo sabía todo eso de él?

——Y tu, quien eres, por lo que puedo ver eres una Simone servidora de café y...

——Pa, pa, pa, no soy una simple servidora  de café, más bien, prefiero la palabra pasante y me llamo Meleec, pero me puedes llamar Mel.

——Eres una pasante entonces, ¿y por qué te burlabas de mí?

——No me burlaba de ti, me burlaba de lo que esos tontos dijeron de ti, sabes, creo que.... deberías mejorar ciertas cosas pero relativamente tienes una buena propuesta y si la pulses un poco, tal vez llegue a ser algo muy beneficioso para la empresa.

——Tu...tu en verdad crees eso,  ¿de que mi propuesta es buena ?

——Si, por supuesto——dijo mientras acomodaba las tazas en su carrito y organizaba todo para irse—–sabes, no dejes que nadie te quite tus sueños, tu sigue durmiendo, adiós rizitos de oro——se despidió la joven mientras salía de aquel cuarto.

Y Thomas no pudo evitar sonreír ante aquel apodo que le habían puesto.

Thomas miro nuevamente al peruano en su cama y ahora aquel cuerpo se sentía como un extraño a su lado y no pudo evitar enojarse, no por que marcano estuviera allí con el, si no por que el no quería estar alli, no con el, de alguna manera Thomas en su mente había  entendido que su amor por marcano había muerto, pero su corazón no quería comprenderlo aún.

Tal vez meleec no mató el amor de Thomas hacia marcano pero si marco un antes y después en la fragmentada relación del peruano y el Inglés.

Esa noche marcano había muerto en lo profundo de la mente de Thomas y hoy en la tarde marcano iba a morir no solo en la mente de Thomas si no en la de todos e incluso en la de el mismo.