CAPITULO: I

160 8 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se sentía raro estar en cuatro patas, desde esta perspectiva el mundo se veía mucho más grande de como se observa a través de los ojos de un humano cualquiera, mientras divagaba en sus pensamientos Sakura no se dio cuenta que había terminado en te...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se sentía raro estar en cuatro patas, desde esta perspectiva el mundo se veía mucho más grande de como se observa a través de los ojos de un humano cualquiera, mientras divagaba en sus pensamientos Sakura no se dio cuenta que había terminado en territorio desconocido y más aún peor para el que era un forastero que aún se estaba acostumbrando a sus calles y al comportamiento que recibía de las personas de Makochi, cuando por fin se había percatado que estas calles no le sonaban de nada ya era demasiado tarde. Se asustó, antes estaría calmado ya que es muy fuerte, pero ahora solo era un gato cualquiera, él sabe que los gatos tienen algo de fuerza pero no tanta como para defenderse de los humanos o algo mucho peor los PERROS...

Empezó a recorrer las estrechas calles por donde había pasado, comenzó a oler las macetas con hermosas flores que tenían algunas casas en sus puertas o al costado de ellas, no sabía por qué pero le atraían esos olores se preguntó qué tal vez al ser un gato estaba comenzando a mostrar algunas cualidades propias de los felinos. Mientras recorría las calles con una calme que ni él sabe de dónde saco, se sentía como un niño pequeño que visitaba por primera vez un parque o un zoológico, de repente un sonido brusco lo saco de su tranquilidad dando como respuesta que, dirá un saldo hacia atrás cayendo de patas y que se le erizara el pelo. lo que le habría provocado tal susto eran los pasos de niños corriendo junto a un perro, pero como todos sabemos la vida no se llamaría vida si no tuviera dificultades que superar como muy bien sabe y conoce nuestro querido protagonista, Sakura.

Aun se mantenía en modo alerta y que bien que lo estaba, ya que el perro lo vio y empezó a correr hacia él, al ver cómo empezar a acercarse al a toda velocidad, Sakura también empezó a correr, esquivaba con una asombrosa agilidad los obstáculos que habían por donde pasaba, pero no tenía tiempo para pensar en eso ahora, tenía que perder al perro si quería vivir, pensó que debía a empezar como actuaria un gato en esta situación, claro que él sabía que un gato treparía por las paredes para poder llegar a terreno alto, el sabia como trepar pero como persona. Era ahora o nunca debía decidir o seguir corriendo sin sentido y que el perro lo alcance y que lo destroce con sus afilados dientes o morir en el intento de trepar una pared para conseguir salvarse, no tuvo otra opción ya que el perro se encontraba en la esquina, tomo valor y empezó a escalar.

Al principio sintió un miedo y terror inmenso, temía caer en la boca del perro por no haberse sujetado bien de las paredes, pero empezó a acostumbrarse sentía que escalar salía de una manera natural de el como si siempre hubiera estado escalando toda su vida, al final no se dio cuenta que ya había llegado a la cima hasta que los rayos solares llegaron a su vista y el viento lo golpeo en la cara, pues ya era casi medio día y el sol se encontraba en su mayor esplendor. Cuando por fin estaba arriba pudo visualizar el hermoso paisaje de le daba la ciudad, a pesar de no tener mucha vegetación era un deleite para la vista, bajo la mirada hacia abajo y vio al perro que quería trepar la pared, lo estuvo observando durante un tiempo hasta que este se fue, Sakura empezó a escanear el techo de la casa en donde estaba con los ojos, esperando que no hubiera más peligros que afrontar después de este último.

Comenzó a caminar con cuidado pero al poco rato tubo más confianza, según él era como lo sucedido cuando escalo las paredes, contemplo la vista que recibía, esperando encontrar algo que le resultara familiar. camino pudo observar cosas que a la simple vista humana no tendría sentido, ratones persiguiéndose entre ellos o molestando a otros animales, aves bañando como humanos en charcos o en pocillos llenos de agua ya sea por el calor o por diversión, también sin querer vio su aspecto, estaba sucio parecía un gato callejero, lleno de tela de araña, hojas y polvo, se sacudió e intento sacarse lo sucio lo más que podría aunque digamos que no hacía mucho al hacerlo, al fin quedo más peor de lo que estaba por lo que lo dejo así. Hasta este punto ya había caminado por 4 tejados y nada de reconocer algo familiar, pensó en bajar pero quien sabe cuándo podrían volver a atacarlo los perros, siguió hacia un rato más hasta que se hartó y bajo al suelo, se estaba cansando de buscar y si para poder reconocer mejor donde estaba tenía que bajar al suelo y por lo tanto pelear con los perros que lo molestaban estaba decidido. 

Para su suerte no había perros por donde caminaba, estuvo vagando por saber quién cuanto tiempo hasta que una pequeña niña lo vio, estaba a punto de empezar a correr pero decidió esperar a ver qué era lo que quería esa niña con él, la niña no se acercó mucho a Sakura para no espantarlo, le dejo un poco de pan que tenía y se fue corriendo. Sakura no sabía si aceptar tal gesto por parte de la niña, pensó que tal vez tenía algo venenoso pero lo descarto ya que ella también estaba comiendo dicho pan y por otro lado sabía que los habitantes de Makochi no eran la clase de persona que conoció hace mucho tiempo. Se acercó y mordió un trozo pequeño mastico y al ver que estaba rico decidió comer todo al final solo quedaban migajas.

Al fijarse el tiempo se dio cuenta que ya estaba atardeciendo, todo su día se había ido en tratar de orientarse, necesitaba encontrar refugio, por el clima húmedo que de repente apareció se dio cuenta iba a empezar a llover en unas horas. Pensó en entrar en alguna casa pero esa idea no le daba mucha confianza, así que busco otro lugar otra vez estuvo vagando, hasta que encontró una casita de perro, estuvo esperando en un lugar lejos por si venia el perro pero luego de esperar durante media hora llego a la conclusión que no se iba a aparecer, entro a la casita y se hizo bolita esperando que pasara la lluvia para salir a buscar a Kotoha y sin darse cuenta ya se había dormido.

Lo despertó de su sueño unos pasos que se acercaban, abrió sus ojos, no recordaba a verse dormido en un lugar como este. Se levantó de golpe erizado y erguido, empezó a analizar y a escanear el lugar en donde había despertado, no le sonaba de nada. Mientras se cuestionaba todo lo que sucedía, alguien había ingresado al lugar donde estaba, listo para escapar, Sakura se sorprendió al ver quien era.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un lindo gatitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora