CAPITULO:VIII

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Kotoha no podía creerlo Sakura había desaparecido sin dejar algún rastro que seguir, su preocupación crecía por una parte Sakura su amigo y su querido gato habían desaparecido y ella no podía hacer nada para encontrarlos, no, no importa donde este...

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Kotoha no podía creerlo Sakura había desaparecido sin dejar algún rastro que seguir, su preocupación crecía por una parte Sakura su amigo y su querido gato habían desaparecido y ella no podía hacer nada para encontrarlos, no, no importa donde este lo buscare, no importa cuánto tiempo me tome días, semanas, meses y años si es necesario, no me volveré a quedar sentada esperando que vuelva a mí, es mi turno de salvarlo y encontrarlo. De decía así misma, volvió a abrir la tienda y dejo las cosas que se iba a llevar a casa y tomo algunas cosas que le serian de utilidad para encontrar a Sakura, cerro la tienda y emprendió camino en busca de Sakura.

 Empezó buscando en lugares cercanos al café, luego agrando su zona de búsqueda, fue a los lugares por donde pasaba de camino al café pero todas las casa y tiendas ya estaban cerradas pues como no si ya era las 12 de la noche, y seguro todos ya se encontraba durmiendo. Estuvo caminando sin rumbo fijo por todos los lugares que recordaba que visito con Sakura, nada no había señales de que hubiera pasado por allí, lo llamaba pero nadie respondía a su llamado, no tomaba descanso seguía buscando hasta que recordó donde se conocieron por primera vez, sin dudarlo fue allí con las esperanzas en alto, tal vez regreso a donde lo encontré y seguro está durmiendo, ya me lo puedo imaginar, pensaba con los ojos llenos de ilusión.

Pero grande fue su sorpresa al no encontrar ni siquiera el lugar donde había dormido, sus ojos que antes se encontraban llenos de ilusión ahora estaban al borde de liberar sus lágrimas, se sentó en el suelo deseando que todo esto solo fuera un horrible y desastroso sueño o debería llamarlo pesadilla, quería que todo volviera a como era antes, con los chicos viniendo juntos al café y debes en cuando vendrían curarles los golpes y rasguños que tendrían por proteger la paz de su ciudad, también regañarlos por no tener cuidado y servirles sus comidas que tanto le decían que les gustaba. Su cabeza empezaba a llenarse de recuerdos bonitos, felices y amargos, enserio cuanto extraño esos momentos cuando estábamos todos juntos como una familia unidad y llena de amor, pensaba intenta hacer que las lágrimas no brotaran más de sus ojos.

No podía quedarse más ahogándose en sus lágrimas se había prometido a ella mis que encontraría a Sakura, se levantó y sacudió un poco su ropa el polvo y continuo. Ya llevaba buscando 3 horas, y no pensaba detenerse ni aunque amaneciera, siguió buscando encontraba a otros gatos y perros en las calles, eran los únicos que se encontraban en las calles tan solas y vacías llenas de frio. Sin darse cuenta ya había llegado al límite que los separaba del territorio de la Shishitoren, estaba por cruzar pero sintió un escalofrió que la detuvo a tiempo. Había escuchado de los chicos que pelearon y les ganaron, que ya se llevaban mejor con los capitanes y has se habían hecho amigos de estos, pero no podía confiarse de esto pues sabe muy bien que siempre hay alguien que no cumple los mandatos que da su capitán. 

Pero también que pasaba si Sakura había entrado en territorio de la Shishitoren, debía entrar ella también para comprobar que no se encontrara allí, estaba asustada pero no podía acobardarse ahora, no podía romper su promesa. Entro al territorio en silencio, esperaba no encontrarse a nadie de la pandilla, recorrió todos los lugares que encontraba, se dio cuenta que en este territorio abundaban los bares y cantinas de mala muerte, intento no cruzar estas zonas, no quería encontrarse con borrachos ni gente drogada. Se escabullía con sumo cuidado para no ser vista pues a diferencia de donde venía, aquí la vida nocturna era más presente, a veces preguntaba a personas que parecían ser amables si habían visto a un gato mitad blanco y mitad negro con ojos de dos colores diferentes, pero las respuestas que recibía no le daban muchas esperanzas, pues algunos decían que si hubiera un gato así ya lo hubieran torturado y matado, estos comentarios que recibía la asían sentir con asco y miedo por Sakura, temía que le hubiera pasado eso a Sakura.

Algunas personas la miraban con lastima y tristeza, pero ella se negaba a aceptar eso así que siguió buscando, cuando reviso su celular vio que ya eran las 4 pronto ya iba amanecer, debía a apresurarse para tener a Sakura de nuevo en sus brazos, continua con la búsqueda seguido recorriendo esos lugares llenos de gente sin conciencia, mientras se escondía esperando que pasaran algunos borrachos sintió como alguien tocaba sus hombros de repente sintió un escalofrió, su mentes y cuerpo le decía que debía correr en este preciso momento y así lo hizo recorrió con todas sus fuerzas sin si quiera pensar en mirar atrás, sentía como le pisaban los talones por sus pisadas diría que son tres hombres, corrió por los lugares que ya había revisado esperando perderlos en el camino, avenas había logrado tomar ventaja por haber corrido más rápido que esos bastardos.

Pero para su desgracia aparecieron otros más, casi logran agarrarla pero logro esquivarlos a tiempo, se estaba quedando sin fuerzas sus piernas empezaban a jugarle malas pasadas, tanto haber caminado sin descanso le estaba cobrando factura. Deseaba que alguien la salvara pero sabía que si llamaba a alguien le metería en problemas ella se había metido en esto y ella debía salir sola de esto se decía. Sin darse cuenta alguien la tomo del brazo y la golpeó contra la pared, esto le saco el aliento, forcejeó con el tipo, pero que podía hacer contra un monstruo de su tamaño, le golpeo en las pelotas, este no se esperaba esto y cayó al suelo, si no se apuraba los otros le iban a alcanzar, devuelta empezó a correr, empezó a reconocer los lugares que había visto al cruzar al territorio de la Shishitoren, la esperanza empezó a brotar de su pecho, estaba cerca de la entrada, le faltaba poco lo podía sentir.

Pero cuando estaba tan cerca de cruzar alguien le tomo del cabello y la jalo a su dirección, la levanto y la vio a la cara, tenía una mirada asquerosa como si por fin habría capturado a su presa. Kotoha le empezó a insultar--- Bastardo, suéltame ahora mismo, --- decía con rabia, en respuesta recibió una bofetada en la cara, --- Cállate perra, sabes te veías más bonita callada y será mejor que me hagas caso si quieres volver a ver la luz del sol--- decía con una sonrisa de superioridad en su cara. Kotoha luchaba por zafarse de su agarre pero no podía, el tomo como un saco de papas en su hombro y empezó a caminar devuelta de regreso. Las lágrimas empezaban a brotar de los ojos de Kotoha, veía como el sol comenzaba a salir y con él las lágrimas de sus ojos. 

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Un lindo gatitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora