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La primera semana de la universidad era una llena de fiestas. Varias organizaciones estudiantiles se habían puesto de acuerdo para organizarlas, mientras que los de primer año eran sus principales objetivos. La del día de hoy era organizada por el equipo de fútbol, Yeonjun estaba un poco emocionado por ello. Había jugado fútbol por un tiempo en la escuela, pero su relacionamiento con sus compañeros de equipo era...conflictivo, por ponerlo de alguna forma.

No estaba en la universidad por una beca para jugar como algunos, sin embargo, eso no significaba que no podría intentar entrar, y que mejor que una fiesta organizada por el equipo donde podía comenzar a dar una buena impresión.

Su objetivo era mantener un perfil bajo, pero no quería privarse de cosas que había deseado siempre, después de todo, era la única razón por la que había trabajado tan duro para ingresar a una universidad tan prestigiosa muy lejos de su ciudad natal.

—¿Van a ir a esa fiesta esta noche?.—Pregunto Taehyun, recién salido de ducharse, mientras ambos, Soobin y Yeonjun, estaban sentados en sus camas mirando sus teléfonos.

—Yo si.—Respondió Yeonjun.—¿Ustedes?.

—Si hay alcohol yo voy.—Respondió Soobin.

—Tengo que ir, voy a formar parte del equipo.—Yeonjun lo miró sorprendido.

—¿Te reclutaron tan pronto?.—El pelinegro secaba su cabello con una toalla. Estaba usando simplemente sus jeans negros.

—Aja, vine aquí para eso. Me reclutaron en mi último año escolar, esta universidad ya no da tantas becas por deporte, es decir, si lo hacen, pero no me la darían a mi sabiendo la clase de dinero que hacen mis padres, así que el acuerdo fue que lograría entrar aquí por mi cuenta.—Se encogió de hombros.

Yeonjun estaba sorprendido, pero realmente en el fondo sabía que era tonto estarlo. Por supuesto que Taehyun también era de una familia rica. Todos parecían serlo aparte de él.

Lo cierto es que el obviamente no era pobre, pero probablemente lo era comparado con estos chicos. Sus padres no hacían millones y él estaba en esa universidad gracias a que estos ahorraron años para poder costearla. Esa cantidad de dinero era algo que ellos estaban acostumbrados tener.

—Eso es genial.—Dijo Yeonjun, pero sintió que la sonrisa no llegaba a sus ojos. ¿Cuantos chicos más había con lugares ya asegurados?, ¿siquiera habría pruebas para los nuevos no reclutados con anterioridad?.

—Pueden venir conmigo, será divertido.

—Me apunto.—Dijo Soobin, levantándose de la cama de repente.

—Si, yo también.

—Genial, voy a ir agarrar algo de comer y ustedes pueden vestirse.—Taehyun se estaba abotonando una camisa color azul cielo, Yeonjun se dió cuenta de que el chico tenía músculos que probablemente eran fruto del gimnasio y prácticas, él siempre había entrenado en su casa, estaba seguro de que su cuerpo era considerablemente más delgado.

Pero nadie sabía de la ventaja física que le otorgaba su condición.

El pelinegro terminó de colocarse unas botas negras y salió de la habitación. Soobin buscaba su chaqueta -pues argumentaba que no necesitaba cambiarse de ropa- y Yeonjun buscó entre sus cosas algo que pudiera servir para una fiesta en donde quería más que nunca verse bien.

Toda su ropa era terriblemente casual, casi no ocupaba camisas, Taehyun se había puesto una camisa. Y no cualquier camisa, se veía cara, como de "diseñador". Del tipo que no comprabas en el mall con 30% de descuento.

—Estas observando tu ropa como si fueras a darle un puñetazo.—Dijo Soobin. Él tenía razón, no necesitaba cambiarse. Los jeans rotos y la chaqueta de cuero se veían bien, un estilo completamente diferente al de Taehyun, pero que al más alto le quedaba bien.—Si quieres te presto algo.

Síndrome de Alejandría | YeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora