Sunrise • [Jaedo Fic]

Tres

La primera vez que Doyoung experimentó un ataque de ansiedad fue estando con su ex pareja cuando el chico le dijo que ya no quería estar con él, que amaba a otra persona. Kim sintió que el cuarto donde estaban se empezaba a hacer tan pequeño que le privaba de oxígeno, sus manos sudaban aunque tuvieran frío y su corazón latía tan fuerte que sentía que sus oídos iban a estallar. Ese día terminó con Doyoung en el hospital casi inconsciente y al parecer se estaba repitiendo esa sensación.

— ¿Estas bien?— preguntó alarmado el chico frente a él percatándose de las pupilas ensanchadas en los ojos del chico que parecía un conejo asustado.

Doyoung trataba de reincorporarse con muy poco éxito. La voz del castaño se escuchaba lejana y brumosa, la vista de Doyoung también le estaba jugando chueco con una ilusión donde todo parecía moverse en forma de círculos.

— "Losiento"— dijo tan pegado que el pelicastaño no entendió siquiera que trataba de decirle.

Doyoung no podía más con su cuerpo, debía regresar a su departamento antes de que siguiera llamando la atención y como pudo se despegó de la puerta para salir corriendo dejando a un lado su ataque de ansiedad y al chico tan confundido.

No supo siquiera cómo llegó a la puerta de su departamento, tampoco recordaba haber sacado las llaves y abrir con prisa. Se estaba quebrando, estaba sólo y de nuevo el ataque de ansiedad se avecinaba. De pronto un recuerdo de la última vez que había sufrido de un ataque de ansiedad le había golpeado para hacerlo caer en razón...

— Hyung... recuerda que si algo como esto  vuelve pasar, debes distraerte con algo. Yo tengo la opción perfecta.— dijo Dejun agachándose a la altura de Doyoung que se encontraba sentado en el suelo con las rodillas encogidas en el pecho, la frente pegada en estas y su llanto desgarrador haciendo eco.

— Canta conmigo...

"Encontrémonos en el amanecer,
en el amanecer,
Yo te puedo llevar muy muy alto..."

Doyoung regresó a la realidad en donde estaba siguiendo el consejo de Dejun.

"Ardiendo en la luz del día...
en la luz del día.
Encontrémonos en el amanecer..."

Para cuando Doyoung había acabado de cantar la canción el llanto ya había parado. Maldecía completamente el no poder dejar, superar y vivir como se lo había planteado su madre. No podía olvidar sus inseguridades y el hecho de no ser suficiente. Los pensamientos intrusivos que Kim tenia cuando todo empeoró después de la ruptura estaban regresando y rogó a lo que fuera que le estuviera escuchando y vigilando que apartara esos sentimientos.

El sonido de unas llaves entrando en la cerradura se hicieron presentes, el de cabello negro se incorporó de inmediato tratando de borrar el rastro de lágrimas pesadas en sus mejillas, de nuevo no deseaba escuchar un sermón por parte de Dejun y tampoco se debía enterar que había salido nada más para ganar un ataque de ansiedad frente a un desconocido.

— Doyoung... ¡Ya regresé!— gritoneó Dejun dejando las llaves de la motocicleta del mayor junto con las del departamento en el llavero.

— ¿Se puede saber por qué te llevaste mi moto?— reviró Doyoung con lo brazos cruzados.

— Ya se me hacía tarde para llegar y tú no la ibas a usar, además....— Dejun hizo una pausa antes de continuar para analizar lo que había preguntado Kim. —Espera... ¿Cómo te diste cuenta que me la llevé?— ahora el que tenía los brazos cruzados era el de cabello rubio a juego con una mueca de sospecha.

Doyoung tartamudeó dos o tal vez tres veces antes de contestar. —Porque llegó algo de paquetería y cuando buscaba las llaves del departamento me di cuenta que mis llaves de la motocicleta no estaban— respiró pensando que había librado la situación.