Mientras caiga la nieve

Capitulo 03: Grandísimo imbécil

Caminamos unas calles cerca de donde estaban nuestras casas, lo sé porque pasamos con papá por aquí cuando llegamos. Nos detenemos en una casa café con estilo de los 90's muy linda y acogedora, miré a mis lados mientras Luca llama a la puerta; en mi extraña búsqueda de algo que no se que, frente al lugar veo que hay una casa de color verde oscuro y una puerta de madera rojiza que se me hace familiar, confirmo mi duda cuando veo el Dodge Charger R/T V8, fuera de la cochera y mis ojos se llenan de lágrimas cuando veo al señor de larga cabellera de color blanco salir del lugar con una caja de herramientas con el apellido O'Connor, grabado en ella. Cruzo la calle que se encontraba vacía y corro directo al señor que se encuentra de espaldas hasta que gritó eufórica en su dirección, el apodo que le tengo desde que tengo uso de razón

—¡Gran O! —el se voltea de golpe al escuchar aquel apodo y mira en mi dirección con los ojos desorbitados—. ¡Gran O, soy yo, Liah!

—Por Dios..., ¡pero si es mi morena hermosa! —suelta una vez me reconoce, yo corro a sus brazos que están abiertos, emocionada entre llanto y risas él me abraza, estrechándome en sus brazos que siguen igual de fuertes que cuando era niña—. No llores morenita... ¿Qué haces aquí? ¿Cuándo llegaste? ¿Dónde está, Marlon?

—¡Me alegra tanto verte! —asegure intentando dejar de llorar como una niña pequeña—. Nos mudamos con papá, él está en la casa y yo vine con los chicos que están al frente. Acabamos de llegar del supermercado y uno de ellos vino a ver a su abuelo antes de llevarme a casa —aclare dando mis últimos sollozos

—Campbell y Lee... ¿Qué hacen con mi nieta? —gire sobre mi eje y los dos chicos están en mi campo de visión. mientras me percataba de la mirada algo amenazante de mi abuelo, quien siempre ha sido algo brusco, pero puedo notar cierta pizca de amenaza por su parte escondida en su mirada

—¿Maliah, es su nieta entrenador? —pregunta Theo confuso

—Y por enésima vez, somos Luca y Theo, entrenador —aclara Luca algo frustrado —. ¿De verdad es su nieta? Lo dudo mucho, ella es muy linda como para ser su familia —ironiza, yo por mi parte me pongo un poco incómoda

—¿Qué quieres decir con eso, pequeño insolente? ¡Claro que es mi nieta! No ves que es una chica fuerte, sin temor, audaz, astuta, inteligente ¡y sobre todo! Es hermosísima —así es como mi abuelo me describe con orgullo ante los chicos frente a nosotros logrado ruborizarme

—Si usted lo dice entrenador, nosotros no lo pondremos en duda —contestó Theo, con una sonrisa ladeada—. Bueno, Luca ya vio a su abuelo así que deberíamos volver, o usted puede quedarse con Maliah, nosotros nos vamos directo a casa

—Mejor yo los llevaré a los tres, así no ocurren accidentes y se desvían por culpa de Campbell —el viejo nos da la espalda y abre el auto para luego subirse. En su expresión y en la forma que las palabras salieron de su boca, era como si algo mas que  solo preocupación era notable—. ¡Entren de una vez antes de que me arrepienta y solo lleve a mi nieta!

A paso veloz los tres nos subimos al vehículo, Luca y Theo en la parte trasera, mientras que yo soy la copiloto del viaje. Este auto es una belleza, mi abuelo lo tiene desde que conoció a mi abuela, todavía se mantiene intacto y limpio, este es el tesoro mas preciado de mi abuelo, aunque el dice que primero está su familia, yo tengo claro que nos vendería a uno de nosotros por algún otro auto como este, espero poder conducirlo ahora que estoy aquí

Llegamos en un santiamén a la casa, mi abuelo estaciono el auto y nos dijo que podíamos bajar, entramos a la casa mientras pude ver a mi papá sacar unas cosas de las cajas cuando se percató de nuestra presencia en la sala de estar, que solo contaba con una lámpara y un sofá, que, por supuesto íbamos a cambiar. Se acercó a nosotros en cuanto nos vio, les agradeció a los muchachos dándole una cerveza a cada uno, ellos las aceptaron amables y se dirigieron a la salida, lo que me sorprendió, es que él no se dio cuenta de que ahí estaba mi abuelo