Capítulo 8: Logros y el encargo

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El sol se desliza lentamente hacia el horizonte, tiñendo el cielo con tonalidades cálidas y naranjas. En el bosque del Reino del Trébol, la luz del atardecer se filtra a través de las frondosas copas de los árboles, creando un juego de sombras danzantes en el suelo cubierto de hojas secas.

Los sonidos de la naturaleza se vuelven más notorios a medida que la luz del día disminuye. El canto de los pájaros se mezcla con el suave murmullo de un arroyo cercano, creando una sinfonía natural que llena el aire tranquilo.

En las aldeas adyacentes, los aldeanos se preparan para el cierre del día. Algunos recogen los últimos frutos de sus huertos, mientras que otros encienden las primeras luces en sus hogares. El aroma a leña quemada se mezcla con el fresco perfume de las flores que florecen en los jardines.

Nos encontramos en la casa de Lichita, en donde vemos a Asta afuera en el pasto practicando su arte de la espada y haciendo flexiones luego, el cual le iba de maravilla, ya que aprendió algunos trucos de un pervertido que perdía su ropa siempre, con el cual estaba medio agradecido con sus lecciones pero también estaba molesto con él por una cosa.

Asta: 997... 998.. 999... y 1000. - [Dejando de hacer flexiones y levantándose al instante] - Repasemos. Flexiones ya hice, practicar con la espada también y solo me falta la fusión. - [Un poco molesto con lo ultimo]

Asta al momento en que guarda su espada en su grimorio, estaba decidido a lograr la fusión completa de su esencia demoníaca con la antimagia esta vez, el proceso era muy peligroso y arriesgado. Mientras extendía su mano para unir intentar fluir antimagia con su cuerpo, de repente no sale como el se lo esperaba esta vez, algo había salido mal.

De repente, Asta sintió como si una barrera invisible bloqueara el flujo de su poder antimagico. Frunció el ceño, tratando de superar este obstáculo. Sus ojos, que normalmente brillaban de color rojo, perdían un poco su efecto de color debido a que no lograba conectar aun bien su cuerpo con la antimagia.

Asta: *Demonios, odio cuando me arde el pecho al tratar de que funcione esto* - [Un poco molesto al pensarlo internamente]

Intentó nuevamente conectar de nuevo su esencia demoníaca, pero la resistencia persistía. Sintió que la antimagia de su grimorio se dispersaba en lugar de fluir de manera tranquila. Entonces, un dolor agudo se apoderó de su cuerpo. Se tambaleó, sintiendo la presión de su propia energía demoníaca luchando contra su propia antimagia.

Asta cayó de rodillas, sintiendo cómo cada fibra de su ser era sometida a una presión intensa. El dolor era indescriptible, pero Asta sabía que este proceso era crucial para alcanzar un nuevo nivel de poder. Gritó, resistiendo la tentación de abandonar el intento.

Asta: *Aun no me rindo una vez, ¡Vamos!* - [Diciendolo fuertemente en su cabeza provocando que sangre de la nariz mientras lo pensaba internamente]

Despues de un rato, Asta se cae al piso despues de su 2 intento de no haber podido lograr su objetivo hoy tampoco.

Asta: Maldición. - [Diciéndolo un poco molesto arrancando las hiervas del césped de donde estaba] - *Si tan solo supiera una forma de manejar el flujo de mi mana demoníaco desde dentro, no tendría tanto problemas en cada movimiento del flujo de la antimagia en mi cuerpo* - [Pensándolo un poco frustrado]

Asta antes que se frustrara más, se da cuenta de algo en lo que pensó.

Asta: Un momento y si el problema es que lo hago al revés. - [Diciéndose a si mismo y poniendo de nuevo de pie] - No queda más que intentarlo. - [Sacando su espada Danma]

Asta vuelve a poner sus manos al frente a cada lado, donde hace que su esencia demoníaca fluya a través de la espada antimagica esta vez, al ver que estaban conectando ambos puntos sin fallos o presión por la antimagia, llega a conectar toda su esencia con la espada y logra arrastra un poco de antimagia de la espada hacia su cuerpo, logrando tenerla bajo su control estando estable.

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