Cap 3

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El gran día había llegado para Enzo, estuvo emocionado todo día esperando que al fin llegará la hora en la cual se tenían que juntar, se alistó una hora antes de la "reunión" con los chicos, se vistió de manera no tan casual ni muy elegante, se lavo y peino para dar, inconscientemente, una buena impresión

Salió de su departamento en dirección a la casa de Juan, que era en dónde se iban a juntar, iba a ir caminando, no quería llegar ni muy temprano ni muy tarde, ni tampoco puntual por lo tanto solo llegaría unos minutos después de la hora acordada

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Mientras más se acercaba a la dirección, más sentía como su estomago se contraía haciendole sentir de manera extraña, no le dolía ni nada pero le incomodaba un poco y le emocionaba al mismo tiempo. Cuando vio el gran hotel enfrente suyo soltó un gran suspiro y encamino rumbo hacia la habitación

La puerta enfrente suyo era de color rojo oscuro, muy elegante a la vista por alguna razón, en cuanto tocó la puerta esa sensación en su estómago se intensificó haciendo que sus manos se sintiera un gran cosquilleo

—¡¡Enzo, si viniste!! —grito Juan llamando la atención de todos los que estaban adentro, le invito a pasar y él acepto —volviste a aparecer después de tres semanas —le dió un abrazo y después se alejo

Vio su alrededor, como en la fiesta, los chicos estaban divididos en grupos, pero está vez se movían más a todos lados y no había musica, solo sus voces. Había una gran mesa en una esquina en dónde había platos con todo tipo de chucherías, algunos pasaban a la cocina y después salían con una botella de alcohol que compartían todos

—¡¡Oigan!!, ¡No ataquen mi refrigerador! —grito Juan en cuanto se percató de los robos, los tres chicos que tenían botellas en sus manos tan solo se reían y empezaron a abrirlas

Vio todo su alrededor y no podía encontrar al chico que estaba buscando, se desánimo un poco al pensar que al final había cancelado y no se había enterado en lo absoluto, decidió mejor no desanimarse y acercarse a algún grupo para entablar alguna conversación o simplemente escuchar

—Enzo —sintió como alguien le palmeo el hombro, reconoció esa voz al instante por lo que se giro a verlo, su corazón dejo de latir y de nuevo apareció ese cosquilleo en su estómago —pense que no ibas a venir —sonrió mientras le ofrecía una lata de bebida

Otra vez eso, ¿Tanto se había tardado en llegar?

—Pero aquí estoy —respondido simple, sin ninguna ironía o malicia de por medio —¿Cómo has estado?, ¿Resolviste tu pequeño problema con él o la intensa? —intento buscar confianza diciendo una pequeña broma, lo consiguió un poco pero después pensó que tal vez podría enojar a Matías

—Que metiche que sos —sonrió mientras tomaba de su lata

—No soy metiche, solo... —no se le ocurrió nada, por lo que se quedó callado esperando que la palabra que buscaba apareciera sola

—¿Entrometido? —respondió Matías

—No, tampoco —solto una carcajada ya que no se le ocurrio otra forma de llamarle, mejor decidió cambiar el tema —¿Sabes algo al respeto de la película? —

Matias se percató de esto, pero decidio no decir nada, ya que era un tema que aún no estaba preparado para tocar y mucho menos hablarlo con otra persona por lo que decidió seguirle la corriente

—Por el trailer y el resumen de la película, obviamente es de acción y romance —los dos se acercaron a la mesa para comer alguna chatarra —espero que no haya alguna escena subida de tono —Enzo hizo una mueca ante esa idea

El descubrimiento de dos sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora