Cap 7

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El 15 de diciembre podría considerarse una fecha normal para muchas personas, tal vez para algunos es su cumpleaños, para otros un aniversario, pero para cierto grupo de chicos era una fecha importante, una en la cual muchas personas unieron sus vidas

La felicidad y la melancolía les llenaba el pecho y hacia que su corazón se hiciera sensible por muchos recuerdos que pasaron a lo largo de su vida

¿Qué tiene de especial esa fecha?, De seguro muchos se preguntaran, y la respuesta es que es un día en dónde muchas personas dieron fin a un proyecto en dónde los unió pero que al final los separó

Un día que se preguntaban, ¿Ahora... Que voy a hacer?, Por algo en el que le dedicaron sus vidas, sus almas, su salud y sus cuerpos

Cómo si de navidad se tratase, todos planearon juntarse para conmemorar ese día, algunos viajaron solo para estar presentes, ninguno falto

Al entrar a la sala de la gran suite podrías llegar a pensar que todos esos hombres con trajes elegantes estaban haciendo una junta de negocios, pero la realidad es que solo eran hombres que se juntaron para celebrar recuerdos pasados en dónde muchos los guardan como un tesoro de alto valor

Todos sonreían y le daban la bienvenida a los que iban llegando incluyendole a cualquier tipo de conversación, soltaban risas, gritos alegres, peleas de broma entre todos

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—Siéntense —dijo Agustín, quien miraba con deseo la comida servida en la mesa

Cada uno tenía un asiento asignado, para no empezar alguna pelea por dominio de una simple silla, cosa que una vez paso y prefería que no volviera a pasar

Para Matías esto era increíble, no había música ni nada, solo eran ellos compartiendo un buen momento, pero para todo buen momento había algo que siempre lo arruina, enfrente suyo estaba la persona que menos quería ver, no porque no le caiga bien, si no por sus problemas internos que aparecen cada vez que lo mira

Enzo le sonrió, lo miro por un buen tiempo hasta que escucho su nombre, después de eso no volvió a verlo, era algo bueno para él, pero ahora era él que no paraba de mirarlo,  quedaba hipnotizado cada vez que Enzo reía después de que contaran alguna tontería que hicieron en los descansos de las grabaciones, veía como sus ojos se achinaban un poco y como sus hoyuelos se marcaban, era como ver a un angel, un angel que nunca tendrá

¿Cuánto tiempo podrá aguantar todo esto?, ¿Cuándo podrá olvidar sus sentimientos?, ¿Que tiene que hacer?, ¿Por qué tenía que ser el?, La sensación de estar siendo juzgado por todos le inundó, todos le miran, todos le juzgan, todos le critican, sabía que todo era producto de su imaginación pero aun así lo abrumaba

—Con Permiso —se levanto un poco violento de la silla llamando la atención de todos, ignoro las preguntas y se metió al baño, tenía que pensar

Su mente era un lío, era un tormento y era todo muy aterrador, todo el rato se repetía que tenía que parar, tenía que olvidar esa estúpida sensación que le inunda cada vez que está cerca. No podía irse ya que esto era importante, no podía esconderse toda la noche en el baño porque eso podría preocupar a los demás, no podía hacer nada

Empezó a mover de arriba a abajo su pierna, se mordía las uñas de manera brusca y se acaricia la nuca, intentaba pensar en una solución, tal vez sentarse en otro lugar... Parecería sospechoso, tal vez escaparse por la ventana... Era muy chica, no había solución más que volver

En un momento se tiró tan fuerte la uña con sus dientes, que de esta empezó a salir sangre, se levantó rápido de la taza del baño y se mojo la mano, le dolía, le ardía la herida, pero no le molestaba, era raro, por alguna razón no le importaba tanto

El descubrimiento de dos sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora