Libre de culpa.

A través del tiempo. Extra 3. Parte II.

Lan Zhan se ha encerrado con su familia en el Jingshi y ha puesto un escudo protector que impide el paso a todo aquel que quiera ingresar. El primer día, los ancianos rodearon la residencia para intentar sacarlo y darle un castigo por secuestrar a una perturbada Wei WuXian, a quien encerró y no ha permitido salir. Los ancianos usaron sus armas e instrumentos espirituales para derribar el domo que les impedía el paso, atacaron hasta que se vieron agotados y no pudieron más. Al segundo día, nadie hizo nada y decidieron dejar las cosas en paz hasta que el líder Jiang llegue y buscar una solución juntos.

Lan XiChen estaba en el Mingshi con su tío, el té en sus manos ya se había enfriado mientras en su mente memoraba los acontecimientos ocurridos en la residencia médica - era mi hermano, pero al mismo tiempo no lo era...

- Su mirada no era la de un joven, reflejaba la madurez - dice QiRen pensativo - como si cargara con años de experiencia y grandes perdidas.

- Una mirada cansada y llena de dolor, como si la vida le hubiera dado muchos golpes duros y estuviera agotado de seguir luchando, pero aun así, tenía la fuerza para continuar - comenta afligido XinChen.

- Nos miraba como si fuéramos una gran amenaza, con odio y desprecio...

- La oscuridad en sus ojos reflejaba sed de venganza - dice XinChen levantando la mirada para ver a su tío - la energía que emanaba de su cuerpo era poderosa, más de lo normal para alguien de su edad...

- La protegía de nosotros, como si quisiéramos lastimarla, y nos apuntó con Bichen... ¡eso merece un castigo! -  exclama molesto QiRen - estoy seguro de que toda la culpa la tiene esa chiquilla del infierno.

- era como una familia - dice el Jade - ¿De dónde salió ese bebé? dijo nuestro bebé, como si en realidad fuera de ellos... ¡Padre, madre... hijo! - analiza Xichen.

 - hablaban de ellos mismos como si hubieran muerto - suspira cansado QiRen - ¿Qué explicación le vamos a dar al líder Jiang? Llega mañana. ¿Te diste cuenta? Había demasiado dolor en ambos.

- nunca antes había visto a WangJi expresar tanto amor y devoción. Era como si se conocieran desde siempre... ¿Qué está pasando?.

Wei WuXian dormía profundamente junto a su hijo en el momento en que Lan Zhan salió de su residencia. Había una fría decisión bien marcada en su rostro y de seguro nadie le iba a poder detener.

Un discípulo mayor llega corriendo dejando ver el horror marcado en su rostro y sin dar aviso entra al MingShi.

- ¿pero qué falta de respeto es esta? - pregunta enojado QiRen. El discípulo cae de rodillas inclinando la cabeza.

- Lan WangJi ha perdido el control y se enfrenta a los ancianos y a todo aquel que lo desafíe... -  dice el discípulo quedando sin aliento.

Rompiendo toda regla, tío y sobrino salen corriendo hasta donde se percibe el escándalo.

Lan Zhan se aleja del camino de piedra que va a su residencia. Es un hombre decidido a conseguir el puesto de líder de secta, incluso si eso significa derramar sangre. Aunque podría llevar a su familia a los túmulos, no lo considera adecuado para el crecimiento y desarrollo de ninguno. A pesar de que Gusu es el lugar que más odia y desea destruir, no tiene por qué dejarlo cuando sus más profundos sentimientos están volcados en esta maldita secta llena de hipocresía. Es su hogar, donde nació y la única persona que lo amó en esta vida murió. Tiene pensado convertirlo en un santuario para honrar a su madre fallecida y a su amada esposa e hijo que aun viven.

El primer anciano que se atrevió a enfrentarlo y llamarle la atención amenazándolo con castigos, no la tuvo gratis. Con un movimiento en zigzag de su espada, Lan Zhan deja un corte diagonal en la cara, luego baja desde el hombro hasta la cintura para terminar bajando por el muslo de aquel que osó amenazarlo.