Otra vez. Extra I

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Han pasado más de 100 años, WanYin cumplió con su propósito, salvar a sus hermanas y darles una mejor vida de la que estaban destinadas a vivir. Vio a YanLi quedarse sola y sin tener hijos ¿para qué, si A'ling ya estaba en este mundo? No necesitaba una pareja, y cuando el final de su vida había llegado, murió feliz y sin arrepentimientos, después de todo, no perdió la oportunidad de tener a su hijo junto a ella.

Wei WuXian, vive en su cabaña junto a su esposo e hijos, uno biológico y los otros adoptados. También es feliz junto a su amado, según WanYin, insoportable Lan Zhan. Por mucho que pasen los años, el Jiang aun le sigue viendo como el ladrón que se robó a su hermana.

En lo que respecta a su propia vida, después de salvar a los Wen, se enamoró de un hermoso chico, dueño de un hermoso y tierno corazón y con él se casó. No podían tener sus propios hijos, así que se quedaron con el niño que Jiang Wanyin había adoptado. Su historia familiar fue muy diferente a la que vivió con sus padres, había amor, armonía y mucha dulzura. WanYin fue dejando atrás sus temores, porque su adorable esposo le enseñó a confiar y que mostrar su vulnerabilidad y debilidades en la intimidad, es signo de confianza que demuestra que hay una especial conexión. Aprendió a abrir su corazón hacia su pareja y le mostro sus miedos. Jiang WanYin, a parte de sus hermanas, por primera vez se sintió realmente aceptado de la manera en que siempre lo deseó. En su matrimonio existió una base sólida que le permitió ser feliz como nunca. Muchas veces pensó que no se merecía algo tan cálido y profundo como aquellos sentimientos de amor que recibía y correspondía. Y cuando sus pensamientos se hundían en esa oscuridad, aquel rayito de sol lo traía de regreso con su tierna sonrisa y amorosa alma, haciéndolo ver que merecía ser amado y respetado.

Con más de 100 años, ha llegado la hora de partir, WanYin debe decir adiós. En su habitación, acompañado de su esposo e hijos, sí, el matrimonio adopto a más niños. Da su último aliento de vida, cerrando sus ojos para no volver abrirlos. La mano de aquel rayito de sol tembló y lloro al percibir que su amado esposo lo dejó y el consuelo de sus retoños, lo contenían, pero no llenaba el vacío que WanYin ha dejado con su partida. En Yiling Wei se realizan los ritos funerarios para darle el adecuado descanso y que en su camino pueda llegar con bien a su próxima reencarnación.

- ¡al fin llegas! - exclama el dios del tiempo y espacio - he esperado mucho por ti.

- aquí estoy, ya puedes devorar mi alma - dice sin temor a desaparecer para siempre.

- chico, estas muy ansioso... si es verdad, tu alma es mía y puedo hacer con ella lo que se me antoje - dice el dios caminando al rededor del Jiang - pero primero hablemos.

- ¿de qué puede hablar alguien que va a desaparecer para siempre? - pregunta el Jiang girando sobre su eje para no darle la espalda al dios, más que por respeto, es por la costumbre de estar en guardia.

- ¿te has reconciliado?

- lo he hecho, me reconcilie con Wei WuXian hace muchos años....

- ¿y por qué aún albergas, dolor y amargura en tu alma?

- por los que deje, al final, lo que quedan son los que sufren - responde el Jiang con melancolía, al saber que no tendrá otra oportunidad de reunirse con su amado.

- ¿estás seguro de qué es por eso?

- ¿por qué otra cosa sería?

- no te has reconciliado por completo, lo hiciste con el mundo, pero no con el más importante.

- no hay nadie más importante que mi familia....

- pero hay alguien, a quien aún no puedes perdonar....

Libre de culpa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora