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EVA ESTABA CONFUNDIDA, luego de que Feli se haya comido las galletitas, que le hizo especialmente para el, salió con paso apresurado hacía donde estaban los chicos. No sin antes murmurarle un gracias.
―¡Santi!.―Se encontraba como un loco corriendo por todo el set buscando a su amigo.―¿Hola viste a Santi? ¿No? Bueno gracias.―Ya le había preguntado a todas las personas con las que se cruzó, y nadie le daba la respuesta que quería.
―¡Santiago la puta madre donde estas!―Feli fue frenado abruptamente por una mano.
―Ehh Pipe, ¿Que pasó que andas gritando tanto?.―Era Matias.
―¡Vos!.―Lo agarro del buzo.―¡Veni conmigo!.
El pobre pibe no entendía nada, pero igualmente siguió a su amigo hacia donde él quería.―Mira que Santi esta en la habitación, Blas y Juani también.
―¿Y Fran?―Mati pareció pensar por unos segundos, hasta que levantó los hombros.
―Ni idea amigo, me parece que esta buscando algo para picar.―Se arrepintió al instante de haber dicho eso ya que de inmediato Felipe cambió de dirección, dejo de guiarlo a la pieza y empezó a ir para el lado del comedor.
―¡Francisco!.―El mencionado casi se atraganta con la tortita negra cuando escucho su nombre.―Vamos para la pieza.―Le hizo caso, pero antes tomó un par de cosas para llevar y comer con los chicos.
Cuándo llegaron, empujo a sus amigos dentro de la pieza y se metió el, para después cerrar con llave.
―¿Qué paso Pipe?―Blas, Juani y Santi se encontraban jugando al truco.
―Si eso, que carajo paso hermano.―Matias se sentó al lado de Blas.―Primero estabas gritando por todo el pasillo y después nos tironeaste hasta acá.
Feli tomó aire, había corrido un montonazo y ni se preocupó por respirar adecuadamente.―Les tengo que contar algo.―Las miradas se dirigieron a el tan rápido como lo dijo.―Muy importante, es sobre Eva.
Ahí si, los chicos soltaron las cartas, se sentaron en la cama y tomaron un poco de lo que Fran había traído del comedor.
―Que viejas chusmetas que son.―Feli se sentó en la cama que había en frente a ellos.
―Si se trata de Eva y vos, siempre.―Juani se llevo un bizcochito a la boca.―Ahora conta, deja de poner suspenso.
―Esta bien, cuento.―Se le empezaron a arrimar todos.―Pero nada de empezar a joderme o a gritar eh, les aviso.
Los chicos empezaron a darle con almohadones por hacer todo tan misterioso.―¡Dale gil habla de una vez!.
―Bueno che, no era para que se pongan así.―Se froto un poco la cabeza.―Me enamoré de Eva.―Sus amigos lo miraban esperando a que diga algo más.
