♡ : IX - ENTRE SEXO Y TACONES

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El agua que salía de aquella fuente tenía un efecto apaciguador, ni la oscuridad ni las personas que pasaban cerca, nada lo intimidaba, nada hacía latir tan rápido su corazón excepto por una sola cosa: aún tenía en su cabeza la imagen de aquellos tacones y las insinuaciones del hombre con quien iba a reunirse.

El aliento salió de su boca en un vapor blanco, hacía frío para el común de cualquier ser humano, pero Jeongin no, él sentía su piel caliente ante la anticipación de un contacto salvaje.

Mierda, lo había añorado por días. Sexual Writer le había dicho que se reunieran en el mismo lugar que tuvieron un acercamiento la primera vez, tal pareciera que iba a llevarlo a una parte que no conocía, tal pareciera que quería llevar esto a otro nivel.

No quería pensar en lo que podría estar haciendo su padre ahora contento porque su hijo se estaba atreviendo a salir a otra parte, no quería pensar tampoco en Hyunjin que seguramente estaba en el departamento durmiendo acurrucado con el nuevo gatito Kkomi cuando en realidad lo había utilizado. La culpa y la angustia querían tomar protagonismo en estos segundos, sin embargo, antes siquiera en pensar para pararse y regresar a casa, dos manos cálidas cubrieron sus ojos.

—¿He tardado demasiado, gatito?

Su cuerpo completo se fundió en un gemido agónico, una semana desde que se habían visto y tenido sexo por primera vez; una semana completa había pasado en la que su mano fue protagonista de sus orgasmos anhelando poder reunirse con ese hombre.

—Señor... —volvió a gemir.

Con mucho cuidado lo volteó por los hombros, Jeongin era muy respetuoso de la privacidad y el código del anonimato que Sexual Writer se había puesto, así que mantuvo sus ojos cerrados incluso si la tentación de abrirlos era grande.

Dejó que la mano de ese hombre se posara tras su nuca y que lo arrastrara hasta que sus bocas se unieron. Fue imposible no gemir y levantar los brazos para abrazarlo del cuello; sus labios generosos se amasaban calientes contra la boca del otro, sus lenguas se chupaban con avidez, sus manos se inmiscuían en el cabello para hacer el beso más profundo.

Se habían extrañado.

Sexual Writer terminó con el beso bajo la protesta del muchacho, pero de forma inmediata cubrió sus ojos con una venda negra para que nada traspasara. Enredó los dedos de su mano derecha con la mano izquierda del muchacho y en un susurro bajo le dijo que caminara con cuidado, irían a un vehículo que los llevaría a un lugar "secreto".

—Podría follarte aquí mismo, pero... —besó su cuello castamente antes de abrirle la puerta, el muchacho tembló— Tengo mejores cosas pensadas. Sube, yo te ayudo.

Jeongin estaba seguro de que sus constantes murmullos y susurros eran para ocultar su verdadera voz y aunque estaba preocupado por el estado de su garganta, no podía negar que se excitaba con la intimidad que se creaba en el ambiente gracias a eso.

Durante el camino puso música de Jazz con el fin de estimular los oídos y cada parte del cuerpo de ambos, como una previa, una promesa de todo lo que se vendría. Inquieto movió sus pies dentro de los zapatos, sus dedos acariciaron la superficie del asiento del auto y por el tipo de cuero estaba seguro de que era un auto de lujo. Ni siquiera tuvo tiempo de memorizar cada vuelta que dieron ni cuánto tiempo le tomó llegar a destino, perdía la noción temporo—espacial cuando estaba excitado y con los ojos tapados.

Sexual Writer lo ayudó a bajar sosteniendo su mano y abrazándolo de lado. Pudo sentir el código de entrada y un sonido de una puerta que se abría ¿Era una casa? Jeongin no sabía que estaban llegando al otro hogar de Hyunjin, aquel que había dejado para sus intimidades como escritor.

Sexual Writer ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora