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En el invaluable espacio del sistema solar, se encontraba una nave en medio del espacio mientras que su conductor recogía muestras de asteroides para ser revisadas en el planeta Tierra. Debido a qué este mismo se acercó mucho al planeta antes mencionado, generando muchas interrogantes de dónde salió el asteroide.
El pequeño Astrobola se encontraba nervioso por entablar una conversación con los planetas "hablantes", así que apresuró el paso para refugiarse dentro de su nave. Dentro de ella, suspiró de satisfacción acercándose al asiento de un avance tecnológico que beneficiaría y contrarrestara al ser humano.
Hasta que en un momento, la nave fue atraída bruscamente a la gravedad de un planeta.
¡Hey Astrobola, aleja tu estúpida máquina de mí! - Gruñó una voz ronca con clara entonación de enojó, Astrobola reconoció a Venus y apresuradamente trato de manejar su nave para alejarse de él.
Sin embargo, una turbulencia azotó la nave, la pequeña mano de Astrobola se resbaló del mando de la nave y tocó bruscamente un botón con un aviso de precaución, ya que esté mismo expulsaba una gran carga eléctrica.
La señal de aviso apareció en la pantalla del astronauta, esté se alteró e intento recuperar el mando de la nave. Hasta que otra turbulencia azotó la nave, dando en vueltas.
A la lejanía, Tierra y Marte jugaban quemados con los asteroides, sin notar la pequeña nave con Astrobola dentro dando vueltas en dirección a Marte. El planeta recibía los asteroides atentó y concentraba su atracción y repulsión de estos, preparando el lanzamiento al planeta contrario.
¡MARTE, ESPERA POR FAVOR! - Gritó el planeta con Tierra, dejando intrigado a Marte, ocasionando el lanzamiento a diferentes partes del espacio los asteroides y la nave de Astrobola.
La nave alcanzó una gran velocidad, pasando por el cinturón de asteroides ileso hasta llegar la órbita de Neptuno. Dentro de ella, Astrobola se sentía perturbado y mareado, la nave dió vueltas sucesivas que su vista se nublaba.
Neptuno notó la presencia de la pequeña nave y paró con su atracción las constantes vueltas que daba, apuntando la frente suyo. Sin embargo, Astrobola cayó lentamente en los controles de la nave, presionando con su cuerpo el lanzamiento de la descarga de una inmensa energía eléctrica.
Urano sollozaba en silencio, preocupado por su mejor amigo e interés amoroso. Saturno lo miraba entristecido, susurrándole que Neptuno se encontrará bien en poco tiempo.
Uhh.. Ya he terminado de chequear a Neptuno, se encuentra en un estado de coma. Pero esta estable y es posible que no pase mucho tiempo para que recobre la consciencia - Comentó el planeta más grande del Sistema Solar, Júpiter. El cuál sonreía tranquilo, brindando un sentimiento de calma ya que Neptuno se podía recuperar pronto.
Mientras tanto, Neptuno parpadeó y abrió sus ojos, notando un cielo azul turquesa con algunas nubes y un cálido sol que iluminaba el pequeño campo en dónde se encontraba. Confundido, miró el bello paisaje, quedando embellecido por el resplandor tan único de la naturaleza.
Ya comprendía el porque Tierra quedó maravillado al poder mantener la vida, era hermosa. Neptuno se trasladó lentamente por el campo lleno de flores las cuales se movían lentamente al ritmo del suave viento. Hasta que a la lejanía, observó a un planeta azul turquesa con delgados anillos a su alrededor, quedó embobado por tal majestuoso planeta sin dejarlo de ver por quién sabe cuánto tiempo.
Este planeta volteó a verlo hacia su dirección, reconoció al planeta que lo dejó cautivado por su belleza, Urano. Su mejor amigo y "primo", esté se acercó amigablemente a él y llenó de besos todo su rostro, Neptuno soltaba pequeñas risitas ya que los besos de Urano le generaba mucha alegría y cosquillas.
En un parpadeó, el lugar cambió a un estacionamiento bajó la lluvia, notó que Urano se acercaba a él con un paraguas que los iba a proteger de la lluvia. Urano sujetó con delicadeza y seguridad el cuerpo de Neptuno, acercándolo en el proceso, el planeta azulino se sonrojó y le sonrió tiernamente al planeta azul turquesa con anillos.
Neptuno sentía una inmensa alegría, sin embargo un sentimiento embriagante de perturbación recorría por su cuerpo. Cada parpadeó, ya sea mínimo, el lugar y ambiente cambiaba rotundamente, aunque aún tenía la compañía de Urano a su lado sentía que aquél lugar era tan maravilloso para ser real.
Fueron cambiando de escenarios, hasta que Neptuno sintió cansancio y bostezo, sintiendo su cuerpo cómodo sobre una cama con sábanas a su alrededor, a su lado estaba Urano quien le sonreía y le dejaba un cálido beso en la frente.
Despierta cariño, por favor.. - Le susurró el planeta azul turquesa, con una pequeña sonrisa entristecida.
En ello, todo el entorno se oscureció y sintió sus ojos abrirse ante el profundo espacio.
Urano visitaba día a día a Neptuno, el cuál aún se mantenía en coma. Había escuchado a Astrobola de cómo sucedieron los hechos, no pudo enojarse con él ya que no paraba de mostrar aquél semblante lleno de terror y tristeza. Así que decidió perdonarlo y formar un vínculo más cercano, como amigos.
Ya había pasado un largo tiempo desde que el planeta azulino mantenía un semblante tranquilo mientras descansaba. Un día, Urano llegó a dónde su encontraba Neptuno, lo abrazo y trató de aguantar las lágrimas que retaban con salir por sus ojos.
Desconsolado, esperaba que el complemento de su núcleo se recuperará y volviera a juntarse con él. La rutina que tenía era comentarle todo lo que le sucedía al planeta en coma, además de susurrarle al oído ciertos poemas que le componía y dedicaba. Entonces, un sentimiento de esperanza llenó su corazón, sentía que pronto iba a despertar y que debía de darle una cálida bienvenida.
Despierta cariño, por favor... - Susurró esperanzado con que el planeta azulino le responda. Tan pronto terminó la oración, soltó delgados hilos de lágrimas las cuáles rodaban por sus heladas mejillas.
En ello, Neptuno abre los ojos con dificultad, tratando de acostumbrarse al ambiente del espacio. Al tener la vista más acostumbrada, observó asustado a Urano sollozando, en un rápido movimiento, se lanza a abrazar al planeta que lo acompañaba.
¡CARIÑO, ME ALEGRA QUE HAYAS DESPERTADO! - Urano no paraba de sollozar mientras abrazada fuertemente a Neptuno.
¿Qué haya despertado? - Parpadeó confundido el planeta azulino.
Estaba a punto de preguntar más cosas, pero fue callado al sentir los suaves y delicados labios de Urano sobre los suyo. Quedando maravillado por tal acción, sin duda alguna, la realidad había superado todos sus sueños dentro de su mente.
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𝙽𝚎𝚙𝚝𝚞𝚗𝚘 𝚡 𝚄𝚛𝚊𝚗𝚘 - 𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬
Random𝚄𝚗 𝚜𝚊𝚕𝚞𝚍𝚘 𝚌𝚘𝚛𝚍𝚒𝚊𝚕 𝚌𝚘𝚗 𝚝𝚘𝚍𝚘𝚜 𝚕𝚘𝚜 𝚕𝚎𝚌𝚝𝚘𝚛𝚎𝚜. 𝚂𝚘𝚢 𝙽𝚊𝚝𝚊 𝚢 𝚎𝚜𝚌𝚛𝚒𝚋𝚘 𝚎𝚜𝚝á 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚌𝚞𝚖𝚙𝚕𝚒𝚛 𝚞𝚗 𝚛𝚎𝚝𝚘 𝚙𝚛𝚘𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚙𝚘𝚛 𝚞𝚗𝚊 𝚊𝚖𝚒𝚐𝚊 𝚖í𝚊, 𝚕𝚊 𝚌𝚞á𝚕 𝚕𝚎 𝚍𝚎𝚍�...