La emperatriz Bai Yueguang ha caído en desgracia.

CAPÍTULO 12

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Al amanecer, hay una delgada claraboya fuera de la ventana, y el hermoso dormitorio del emperador todavía tiene un fuerte aliento de noche.

Bajo la iluminación de una linterna de palacio, Ji Ke se paró junto a la cama del dragón, se abrochó el cinturón de su abrigo amarillo brillante, movió su cuello cómodamente y se estiró.

En la cama del dragón, Jiang Xuan estaba acurrucado en una colcha de brocado rojo y dorado, con la mayor parte de su rostro cubierto, solo sus grandes ojos parpadeantes estaban expuestos y todavía había un sonrojo a su alrededor.

¡No esperaba tener una noche nupcial* con Ji Ke anoche!

(NT: tuvieron papapa gente jsjsjsjs)

Ji Ke no dijo nada de antemano, pero de repente le tocó la cara, le besó las comisuras de los ojos y le abrazó la cintura.

Luego besó la punta de la nariz, las mejillas, las comisuras de los labios... y el centro de los labios.

Entonces Ji Ke lo empujó y le quitó la ropa.

Sintió un poco de pánico y quedó atónito durante mucho tiempo antes de darse cuenta de lo que estaba pasando, siguió el pensamiento que venía del fondo de su corazón y besó a Ji Ke.

Entonces...

Ji Ke, que siempre había sido estable, de repente se puso ansioso por alguna razón, y su energía se volvió mucho más fuerte, lo que lo hizo incapaz de soportarlo. No pudo evitar gritar, y Ji Ke se volvió aún más...

Al recordar su relación anterior, Jiang Xuan se sonrojó y apartó la mirada de Ji Ke avergonzado.

Finalmente, él y Ji Ke se quedaron dormidos abrazados, ¡lo cual era más profundo y cómodo que dormir solo! Era casi como si se hubiera desmayado, hasta no hace mucho...

Ji Ke lo despertó personalmente, y estaban de nuevo...

Ji Ke temprano en la mañana parecía más ansioso que anoche.

Al lado de la cama del dragón, Ji Ke terminó de cambiarse de ropa, se enderezó el cuello, miró a Jiang Xuan, se inclinó y tocó la parte superior de su cabeza y dijo muy suavemente: "¿Estás cansado? Duerme aquí un poco más hoy. Espera a que regrese".

Jiang Xuan asintió felizmente, siguió la conversación y preguntó: "¿Tú también estás cansado?"

Ji Ke trabajó más duro que él, y ahora tuvo que ir a la corte nuevamente y no pudo recuperar el sueño. Se preocupaba por él.

Sin embargo, una mirada muy sutil apareció en el rostro de Ji Ke: "¿Por qué siempre estás tan inseguro de mí en este asunto? Parece que tengo que trabajar más duro".

Jiang Xuan: ?

No entendió del todo, pero desafortunadamente no tuvo tiempo de preguntar en detalle en ese momento.

Ji Ke tenía prisa por ir a la corte. Después de observar la figura alta y ancha con una sonrisa, rodó hacia el interior de la cama, se encogió entre las colchas y cerró los ojos.

Durmió bien y cuando se despertó, la habitación estaba iluminada y cálida.

Los sirvientes entraron y dijeron que Su Majestad le había ordenado que se bañara y se cambiara de ropa cuando se despertara, y luego enviará al médico imperial para que le tomara el pulso y le recetara medicamentos nutritivos.