"-¿Quieres cambiar? Cambia, allá tú. Pero dime antes; ¿quién eres ahora? Ah muy bien, que no sabes, deja de balbucear idiota, y empieza a tomar correctamente las malas decisiones. Ah claro, cébate conmigo, sí, soy tan cruel... Cállate idiota y respóndeme. Bien, así, como buen ser inferior que eres. No, esa no es la respuesta, humanos son todos, no te he preguntado "qué", si no "quién". Sí, claro, tómate tu tiempo, tenemos todo el del mundo, para tomar decisiones ridículas siempre lo hay, se suele acabar justo cuando alguien me hace caso. ¿Ah no? ¿Qué no tienes por qué hacerme caso? Bien, vete. Largo de mi vista. Como si a mi me importara. Eres tú quien aparece aquí con tus "problemas" que yo más bien llamaría falta de perspectiva. Ni si quiera te obligo a hacer bien las cosas, porque entre otras razones, no decido eso. Tú me pides que te ayude a tomar una decisión, buena, mala o ridícula, correctamente. Lo hago porque es mi trabajo. Si no lo quieres, lárgate. Que gusto oírte callar. Probaré de nuevo: Eres lo que haces y piensas, por tanto si no piensas, si no razonas, no eres nadie, por eso el mundo está lleno de seres que no Son. Yo Soy porque Soy. Tú tienes que aprender a Ser. Piensa ahora. Cierra los ojos, ¿qué ves? ¿Qué hay? Calor, frío, luz, sombra, olores, ecos,... ¿Cuánta información hay ante ti? Demasiada ¿eh? Mejoras rápido, vuelve a cerrar los ojos. Levántate ahí dentro, y abre los ojos de tu mente..."
Un imperio de recuerdos se cernía sobre mí aquella noche, todo mi Yo me rodeaba, pensaba a mi alrededor, me sentía sentir. Entonces me desperté con la mente más despejada que nunca. Convertiría aquello en mi dominio, no tenía que cambiar, tenía que empezar a construirme por primera vez.
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"Cada piedra que rocé de aquel palacio..."
אקראיRetazos de una mente. Algunos inconexos, o a lo mejor con la mera conexión que podáis crear vosotros... O yo.