13

1K 137 11
                                    





                                         

Mientras aguardaba en la sala de consulta para ver a su médico, Yoongi no podía dejar de pensar en Jimin. Se sentía tan... frustrado. La noche anterior había sido increíble y nunca en toda su vida había sentido una conexión tan fuerte como la que sentía con él.

Le había hablado de cosas de las que no había hablado con nadie, y aunque había estado seguro de que al despertarse por la mañana Jimin ya no estaría allí, al abrir los ojos había visto con asombro que seguía allí, a su lado, profundamente dormido.

Como un idiota casi había estado a punto de creer que aquello podía significar que algo había cambiado, pero entonces le había dicho que iba al médico, él había saltado como un resorte y Yoongi había comprendido que habían regresado a la casilla de salida.

Debería haber puesto fin a aquello en ese mismo momento, cuando todavía podían quedar como amigos, pero no se sentía preparado todavía para marcharse. Quería pasar todo el tiempo que aún le quedaba con él.

En ese momento salió el médico a decirle que pasara. Unos minutos después el ginecólogo había terminado de examinarlo y decirle que estaba todo bien.

Sin embargo, cuando Yoongi salía del hospital y se dirigía al lugar en donde había dejado estacionado su coche, tuvo la extraña sensación de que había alguien observándolo.

Se detuvo y miro a ambos lados de la calle, pero nadie parecía estar mirándolo ni veía a nadie sospechoso. Probablemente Jimin le estaba pegando sus paranoias, pensó. Decidido a no preocuparse siguió caminando, pero cuando acabo de hacer algunas compras y estaba guardando las cosas en el coche, en el aparcamiento del centro comercial, volvió a tener la sensación de estar siendo observado.

Se subió al coche, pero aunque miro por el retrovisor varias veces durante todo el trayecto de regreso, no vio que ningún vehículo lo estuviera siguiendo.

Cuando llegó a la casa pasó por la cocina y vio a la señora Minah encaramada en una de las banquetas escribiendo lo que parecía una lista de la compra.

──¿Necesita que lo ayude con eso? ── Le pregunto la mujer señalando las bolsas que llevaba.

Yoongi no acababa de acostumbrarse a que de repente el ama de llaves se mostrara tan buena con él.

──¿Quién es usted y que ha hecho con la señora Minah? ── Le pregunto mirándola con los ojos entornados.

La mujer puso los ojos en blanco y resoplo.

──¿Necesita que lo ayude, o no?

──No, gracias, puedo con ellas. ¿Sabe si Jimin está en su despacho?

──Creo que está arriba, en su habitación.

──Gracias.

Yoongi se dirigió hacía las escaleras cuando vio algo extraño. Alguien había descorrido las cortinas y había luz por toda la casa. Era la primera vez que las veía así y la casa parecía otra.

Fue de habitación en habitación y acabo de nuevo en la cocina.

──¿Se ha perdido? ── Le preguntó la señora Minah, mirándolo extrañada.

──No, eso solo que... todas las cortinas están descorridas.

La mujer le dirigió una mirada interrogante.

                             
──¿Y?

¿Acaso una explicación de todos aquellos cambios repentinos era mucho pedir?

Embarazado de un millonario [Jimsu] [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora