Him (Neteyam×Ao'nung)

Capítulo 55: Pruebas.

El tiempo pasaba rápidamente, transcurrieron 4 meses en los cuales se daba de todo un poco, incluido el lenguaje humano ya que era primordial por lo que harían. Neteyam se encargó de instruir a Rotxo y Kiri a Ao'nung, se decidió así para evitar distracciones. Lo'ak pasaba el tiempo con Tuk llevándola a todas sus tareas y la niña le ayudaba en ocasiones.

Esa tarde Neteyam salió de caza con Ao'nung para ver como había avanzado con Kiri como su instructora. Llevaban siguiendo a una pequeña manada de Yeriks desde hacia rato, al llegar a un buen lugar ambos se agacharon esperando a que un Yerik se moviera un poco para que Ao'nung pudiera darle fin con sus armas.

Neteyam estaba en silencio a su lado, lo dejaba ser solo observando como actuaba, la situación era ideal. Si acertaba el tiro estaría listo para subir a las montañas Aleluya a buscar un Ikran como lo dictaba la tradición Omaticaya. Ao'nung se había esforzado mucho aprendiendo tanto como pudiera de Kiri, agradecía la paciencia de su cuñada para enseñarle.

Cuando estuvo listo se levantó del suelo y acomodó la flecha en el arco, respiro profundamente y soltó la flecha, esta logró darle al Yerik justo en el cuello, rápidamente espanto a los demás pero no importo mucho, Ao'nung se acercó al animal y se agachó a su lado.

- Hermano...te agradezco por tu vida, te deseo un buen descanso, gracias - Ao'nung enterró su cuchillo en el animal acabando con su vida de forma rápida y limpia.

- Una muerte limpia...ya estás listo Ma'nung - Ao'nung sonrió y sacó la flecha del animal, con una cuerda lo amarro y empezó a arrastrarlo por el piso de regresó al Ikran de su esposo.

- Me siento orgulloso de aprender de tu cultura cariño...agradezco a Eywa poder ver tus raíces y saber que han formado a un hombre maravilloso - Ao'nung nunca perdía la oportunidad de hacerle cumplidos cuando estaban solos.

- Y yo le agradezco a Eywa que me permitiera regresar contigo mi amor...- Ao'nung se sentía feliz de oír motes cariñosos de su esposo, soltó al animal y se acercó a su esposo.

- Me haces muy feliz - respondió alegre y beso los labios de su pareja.