Annoying kitten › Goyuu

06 - ¿¡Quién eres tú!?

Sintió unos suaves toques en su rostro, casi cómo si le estuvieran acariciando para que despierte.

—Yuuji-kun, no puedes dormir todo el día...— esa voz sonaba tan dulce, que inevitablemente sonrió medio dormido. —Yuuji-kun...

Se sentía tan cálido en su cama, se apegó más a la persona que estaba abrazando, hace tiempo no decían su nombre con tanto cariño...

Sintió suaves caricias en su cabello, tenía tantas ganas de seguir así...

—Quiero dormir un poco más...— murmuró aún medio dormido, sintiendo cómo era bien recibido en esos brazos.

Escuchó una suave risa. —Está bien, está bien. Te despertaré un rato más, ¿Si?

—Mmhm— se intentó levantar, pero entonces Yuuji se apegó más a el.

—No te vayas...— susurró, quedando completamente dormido.

Y cómo podía decirle que no a eso.

¿¡𝐐𝐔𝐈𝐄𝐍 𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐓𝐔!?

Despertó con una gran calidez, y esos brazos aún seguían rodeándolo, se sentía tan feliz de...

Un momento.

Abrió los ojos rápidamente, viendo al mismo hombre en su cama, aún abrazándolo. ¿¡No había sido un sueño!?

—¡ALEJATE DE MI! ¡PERVERTIDO!— El albino despertó rápidamente, viendo cómo Yuuji se separaba tan bruscamente de el, que había caído de la cama.

—¿Eh?— el se sentó en la cama, poniendo más rojo a Yuuji.

—¡C-CUBRETE! ¡PERVERTIDO! ¡PERVERTIDO!— Se cubrió su rostro con las manos para evitar ver.

Satoru se recostó en la cama. —¿Huuh? ¿No te gusta lo que ves? Pero hace un rato me dijiste que me quedara contigo.

—¿EEEHHHHH?— Chilló, tenía rojas hasta las puntas de sus orejas. —¡N-NO TE CONOZCO, S-SAL DE AQUÍ!

—Pero Yuuji-kun~— canturreó. —Si sabes quién soy~.

—¿¡QUIÉN ERES TÚ!?

—Soy Satoru, ¿Ya no me quieres?— se quitó las manos de la cara, viendo a los mismos ojos celestes que tenía su gato, el hombre hizo un puchero, y pudo ver que era similar al que hacía su gato. —¿Ya no me quieres?

Esto tenía que ser un chiste, una broma muy bien elaborada que seguramente fue obra de Kugisaki.

¿¡𝐐𝐔𝐈𝐄𝐍 𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐓𝐔!?

Le tuvo que prestar de su ropa, que le quedaba bastante corta. Itadori estaba preparando el desayuno mientras intentaba procesar todo.

Su gato era un humano, no, no era un humano. Era un dios, un dios bastante poderoso al que lo habían transformado en un gato, y ahora volvió a su forma original siendo alguien realmente atractivo...

"¡No te distraigas!" Sacudió su cabeza, reordenando sus pensamientos. Es que esto era surreal, parecía sacado de una película. Demasiado difícil de procesar.

Casi dió un saltito de la impresión en cuanto el hombre lo abrazó por la espalda, apoyando la cabeza en sus hombros. Su respiración estaba peligrosamente cerca de su cuello.

—Yuuji-kun— su voz sonaba exageradamente triste. —No me ignores, me duele~

Quedó quieto en su lugar, mirando cómo los hotcakes se estaban calentando en el microondas.