Cruzada

Inclinaciones más oscuras

La historia pertenece a Sablesilverrain en AO3. Los personajes son de JK (excepto Ruby). La traducción al español es mía

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Inclinaciones más oscuras

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—Draco, por favor quédate después de clases —Severus llamó.

El rubio miró en su dirección con sorpresa, luego continuó limpiando su estación más lentamente. Una vez que todos los estudiantes excepto Draco se fueron —con Neville esperando afuera de la puerta por su compañero—, Severus se movió para apoyar su cadera contra el escritorio de Draco.

—No has preparado tu poción todavía —arrastró las palabras suavemente—. Solo puedo preguntarme cuál es el motivo de tu retraso.

El rostro de Draco se encendió.

—Um... queríamos hacer las cosas naturales esta vez. Ver qué pasa. Decidimos que si quedo embarazado, nos quedaremos con el bebé y seremos felices —explicó voz baja.

Severus entrecerró los ojos.

—¿Entonces me estás diciendo que estás listo para tener un hijo? Tú mismo eres apenas más que un niño —se burló—. ¿Qué sabes de la paternidad?

Draco miró a su padrino con furia.

—¡¿Qué sabe cualquier padre primerizo sobre la paternidad?! Lo superaremos, como todos los demás. Además, yo sé más que Harry, y planeas ponerlo encinta en algún momento, ¿verdad? —respondió. Estaba complacido de ver un leve rubor en las mejillas de Severus.

—¡Eso es irrelevante! —espetó el hombre—. No planeamos formar una familia todavía, y cuando lo hagamos, Harry habrá tenido una crianza algo normal. Tiene dos figuras parentales que lo aman. Él y yo estaremos bien.

Draco puso los ojos en blanco.

—Nosotros también.

—Si estás decidido a seguir adelante con esto, no puedo detenerte. Solo espero que sepas lo que estás haciendo —Severus le dijo en voz baja—. Me preocupo por ti, Draco. Eres muy parecido a un hijo para mí.

Draco le sonrió.

—Aprecio tu preocupación, tío Sev. Estaremos bien. Sabemos lo que estamos haciendo —aseguró a su padrino.

—Muy bien. Te puedes ir.

Draco recogió sus cosas y se fue.

Severus negó, dejando escapar un suspiro. Ese chico probablemente sería su muerte.

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Cruzada

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—Dejaré que sus dueños los nombren, una vez que tengan la edad suficiente para regalarlos —Harry explicó, abrazando al pequeño mochuelo negro y frotando su mejilla sobre su cabeza—. ¡Son tan dulces! —Los arrulló, poniendo el negro hacia atrás y pasando los dedos por los otros dos—. Sean buenos, pequeños —instruyó—. Estaremos de vuelta pronto —le dijo a Hedwig.

La lechuza ululó y lo vio a él ya Severus dirigirse hacia la puerta.

Severus se estaba imaginando a Harry arrullando y abrazando a su propio bebé, y sintió que su corazón latía el doble al pensarlo. «Algún día, pronto», se prometió a sí mismo. «Tan pronto como Harry esté listo».