Capítulo 19 :]

32 1 0
                                    




Advertencia ⚠️ ⚠️ 

Este capítulo puede ser sensible para algunas personas, por lo que si lo es para ti, te pido que te saltes los párrafos hasta llegar a la luneta  ""

Muchas gracias y que disfrutes el capítulo 😘😘



El dolor ya no importaba, solo tenía que huir de ese sitio, no podía quedarme otro rato más esperando los golpes que me daban, ya hasta Titi fue herido, y todo por mi culpa... no pude protegerlo como tuve que hacerlo, no podía dejar que le enterraran la espada de nuevo, Will ya se llevó a Titi, pero Dream sigue tras de mi. Es como cuando era niña, me golpeaba hasta que perdiera el conocimiento y luego hacía como si nada; me arrancaba las plumas y me cortaba parte de mis alas como castigo, me hacía sufrir, me odiaba, no me toleraba, o eso es lo que daba a entender con tantas agresiones, mientras que Gorge trataba de evitar los golpes y me levantaba el tono, Dream era incomparable, solo porque llegó Gorge una vez más temprano de lo usual, logró evitar el que Dream me volviese a clavar una de sus dagas en la mano, mientras que yo evitaba el no gritar del dolor, no tenía permitido gritar, llorar, o incluso huir, porque el castigo sería peor. Ahora me siento incompetente, ahora lo único que podía hacer, es correr, correr como si el mundo se estuviese agonizando detrás mío, no se cuanto corrí, una hora, quince minutos incluso; me sentía como la gran presa que siempre había sido, y ahora se, que me tenia como su presa preferida, ya que le valía madres si lastimaba a Titi; "maldito hijo de perra, ¡el castigo era para mi! No para él", Titi se había metido para tratar de protegerme, y Dream le apuñaló sin tener misericordia de su pequeño cuerpo, que desprendía un olor a tierra mojada que mostraba el miedo que sentía, el horror que sentía, y ese horroroso ser que alguna vez cuido de mi como su hija, se volvió en el villano más perverso que pudiese existir en todo Karmaland. Usé mis alas para protegerlo de otro ataque, arden como un puto infierno, no puedo olvidar el como es que se sentía el jodido encantamiento de filo III traspasando mis alas, ni mi olor podía hacer que Dream retrocediera, que se diese cuenta de lo que hacía, pero nada lo paraba, nada hacía que tomara aire, no había nadie que nos ayudase; apuñalada, tras apuñalada, mis alas ya no eran blancas con dorado, ahora eran rojas con cierto brillo en ellas, pero más que nada, por la sangre que escurría entre el que alguna vez fue lo que vestía mi espalda.

Yo seguía corriendo, mi cuerpo ardía como si me prendiesen fuego, mi vista se empieza a nublar por el desgaste y la pérdida de sangre, me siento cada vez más débil; no se a donde voy, o incluso en que parte del bosque estoy... solo puedo sentir como mis piernas ya no quieren responder, mis alas ardían por el dolor de ciertas cuchillas que antes habían sido clavadas, mis ojos se encontraban repletos de aquel líquido que no era permitido en mis circunstancias de niña; de un momento a otro, resbalé y me encontraba en el suelo, rodando colina abajo, sintiendo como mi cuerpo era golpeado por rocas, raíces, arbustos, zetas altas, algún que otro arbusto espinoso, ya solo podía pedir que eso parara, que parara de una vez por todas. 

No podía seguir sufriendo otro rato mas, ya no podía más, al terminar la gran pendiente que resultaba interminable, solo pude sentir un golpe en mi espalda baja, entre la borrosidad de mi vista, vi como algo bajaba de la colina, "carajo", por un segundo pensé que era aquel monstruo que hacía de este momento un infierno, pero eso fue hasta que pude sentir como mis piernas se encontraban prensadas en algo muy pesado, mis lágrimas fluyeron como ríos que desembocaban en cascadas, haciendo al poco rato un charco en la tierra, que para ese entonces se transformo en un lodo ligeramente humectado por aquellas cristalinas lágrimas de dolor. En ese momento supe que ya no podía hacerme la fuerte, ya no más, liberé mi aroma a fresas para tratar de llamar la atención de Wilbur, o incluso la de Techno, quienes se encontraban peleando contra Dream hace un momento, me estaba esperanzando en que alguien que me protegiera, viniera a mi rescate, a mi auxilio, pero nunca llegaron; y por primera vez, me sentí indefensa, me sentía como un chihuahua recién nacido, llorando, tembloroso, buscando a su madre para que le brindase ese calor que solo las madres saben dar, me sentía absurdamente indefensa, y mis lágrimas se volvían más presentes. Mi tobillo dolía, mis ojos ya no podían seguir abiertos, eran como aquellas cortinas que se cerraban al instante de detectar algún intruso, pesaban como la gran puerta del príncipe Vegetta, ya solo veía negro...  mi única esperanza eran los aromas de aquellos a quienes me brindan paz, aquellos que sé que me protegerán sin pensársela dos veces. 

La hija secreta de Quackity - LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora