[: Capítulo 26

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Advertencia! 

Este capítulo puede ser sensible para algunos lectores, pero lo puedes saltar sin perderte de nada en especial <3


Un pequeño jardín de niños, un par de maestros dando educación para los pequeños, mientras que una pequeña niña se encontraba en el recreo, en un pequeño columpio de los juegos, mientras que sus compañeros jugaban con las pelotas, otros a las traes, unos pocos en los juegos pretendiendo ser princesas y piratas, mientras que por la sombra, un hombre vigilaba el pequeño espacio, este llevaba tiempo mirando a la pequeña sobre el columpio, quien movía sus pequeños piecitos de forma juguetona. 

El profesor que se supone que estaba en guardia, había ido a dirección por orden de la directora, mientras que los niños jugaban sin cuidado sobre el piso de caucho, la pequeña barda de hilos metálicos  era lo único que dividía el exterior de la zona privada, y el hombre que miraba, cruzó la reja de metal sin llamar la atención, pues parecía de las personas encargadas del servicio de limpieza, acercándose directamente a la menor, quien al sentir la presencia de hombre, giró su cabeza, el señor tenía una imágen que a simple vista te infundía paz, pero algo no le cuadraba a la pequeña híbrida del patio, o eso creyó hasta que el hombre le ofreció una paleta, era de aquellas que tenían un chicle en el centro;  la niña desenvolvió el dulce con ilusión, sin pensar que algo no cuadraba. El señor le pide al infante que le siga, por lo que la niña al principio duda, ya que Gorge le había contado de casos en los que niños desaparecen luego que un extraño les de algo, por lo que no quiso ir al principio, pero lo que dijo el señor, fue lo que hizo detonar la curiosidad de la niña,

"- no te agobies si no quieres venir conmigo, pero la verdad es que tu padre me pidió que te llevara con él, para darte un beso-" para la niña, fue suficiente, sabía que era adoptada, y que ella era hija de un híbrido.

La niña al salir del jardín de niños, siguió al individuo unos metros que se convirtieron en un par de kilómetros, hasta perder de vista la guardería, y fue cuando la niña se dió cuenta que algo no andaba bien, porque para ese momento, el señor se dirigía a un edificio abandonado, el cuál había visto un par de veces en sus lecciones de vuelo con Phill, pero siempre era él quien volaba, ya que ella apenas había aprendido a planear, pero para cuando la pequeña se detuvo, pudo sentir como la mano del supuesto señor de limpieza la agarra para luego arrastrarla hasta las bases del cimiento, la niña asustada empieza a llorar y a tratar de pedir ayuda, pero... ¿Quién podrá escuchar a una pequeña gritar estando más de 10 Km fuera de la ciudad, por lo que el hombre empezó a desgarrar el pequeño uniforme y a tirarlo por el suelo mugroso, mientras que la paleta que llevaba se hacía cada vez más chiclosa, haciendo cada vez más difícil el gritar.

El hombre disfrutaba cada sonido que salía a duras penas de la pequeña garganta de la pequeña alma, mientras manoseaba cada parte de su pequeño cuerpo, tocando la suave y delicada piel de una alma pura; la niña al no poder gritar o poder hacer alguna frase empezaba a gemir pidiendo piedad y que parara, pero sus pequeños gemidos era lo que aquel despiadado hombre quería escuchar. Por lo que empezó a hacer movimientos que causaron un éxtasis especial en su interior, el hombre jugaba con un cuerpo que podía describirse como uno de porcelana, ya que la piel era pálida, y cada vez que ejercía fuerza en cada parte que se le hiciera la gana, aparecía una marca roja, junto con el sonido del dolor que sentía la pequeña alma sometida.

Pero para la suerte de la pequeña, por la ventana pudo ver un cuervo, uno que volaba cerca, haciendo que la niña tuviera un rayo de esperanza, por lo que decidió darle un cabezazo al hombre que le sostenía, agarrar lo que pudiese de su ropa rasgada, corrió hasta llegar al pasto, corriendo por la pequeña colina, esperando que el cuervo le viera, pero el cuervo se había desviado, haciendo que la niña se tropezara con algo, rodando por la pequeña colina, hasta llegar a la base de esta, la pequeña al caer pudo escupir el trozo de chicle que antes le impedía gritar, por lo que empezó a tratar de llamar la atención del cuervo, sintiendo cómo es que un nudo se le empezaba a formar en la garganta, provocando que sus gritos fueran llegando hasta ser un llanto desesperado, cayendo al suelo sin fuerza, soltando toda señal de esperanza.

La hija secreta de Quackity - LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora