La hija secreta de Quackity - Luckity

Capítulo 21 :]

Habían pasado ya algunos pares de meses desde que Dylan pudo ver a Luna, por supuesto, se empezó a hacer conocido en el pueblo como el "principe de las tinieblas", ya que gracias a que el chico en cuanto era visto, desaparecía como sombra, otros lo llamaban, "el caballero negro" no por los tonos con los que lo llegaban a ver vestido, si no por cuando lograbas sacarle conversación, era cortante y se rehusaba a hablar con serenidad, era tosco y odiaba hablar, habían visto que también se rehusaba a trabajar con un guardia, el que muchos decían que era "el gran peón", y otros que le llamaban "la mascota de la bruja de Karmaland"; y esto se debía a la gran obediencia que tenía Lolito ante la nueva emperatríz, la cual obligaba a todos aquellos a que le proclamasen como "la gran bruja". Los híbridos sabían y estaban enterados de todo, pero no se querían arriesgar a salir más allá del bosque, pero poco a poco, fueron encontrando a sus viejos amigos, los cuales fueron liberados bajo condiciones estrictas, ellos debían de llevar un control para andar por Karmaland, no podían pasar cerca del palacio, y mucho menos cerca del ayuntamiento, que tiempo después remodelaron como museo para incrementar la historia "pacífica" del imperio Karmaliense. 

-Alexby, porfa, no seas mamón- Quackity llevaba media hora en el confesionario pidiéndole a Alexby que le consiguiera un poco de información sobre su amado, 

-Niño, quisiera ayudarte,  pero me tienen vigilado, no puedo tan solo conseguirte la información de la noche a la mañana, y por todos los Dioses de Karmaland, Luzu desprende un aroma a vino, eso lo sé porque siempre lo traen malhumorado, el mismo aroma me marea como si me hubiera tomado una botella por mi mismo, también por las veces que me hacen pasar para disque sacarle información que quieren, él también pregunta por ti bobo, pero no le puedo decir nada porque se que me van a volver a encerrar chico- Alexby hablaba con ciertas ganas de ayudar al pelinegro, pero ciertamente no podía del todo, ya que los guardias lo vigilaban 24/7, e hiba a estar imposible que le consiguiese la información que le pedían en poco tiempo, lo poco que podía recopilar fue gracias a que quieren descubrir el escondite de Quackity y de Luna, siendo Alexby el que más progresa en sacar información, ya que Luzu le platica genuinamente lo que le gustaba hacer a su pato antes del encierro y de que ambos se separaban, pero nunca mencionó el escondite en el que ambos híbridos se encontraban; cuando Alexby era forzado a decirle esa pregunta, Luzu tenía tres opciones, la ignoraba, la evadía, o decía que simplemente se olvidó del lugar, ya que supuestamente, se lanzó un hechizo para olvidar el lugar en el que se encontraban los híbridos, pero todos sabían que era mentira. 

Por otro lado, una impaciente Luna esperaba a Quackity, ambos se habían tomado mucha confianza, pero habían ocasiones en las cuales, Quackity era el líder con un amor maternal, tenía que cuidar de una preadulta, y de dos escuincles después de todo. Luna le enseñó a Quackity a como ocultar sus plumas para poder pasar desapercibidos, pero Luna tenía un punto de ventaja, el cual era que podía cambiar de aspecto cada vez que pudiese.

En esos momentos Luna seguía con su mismo tono de pelo, pero su cara la cubría con una máscara de tela que cubría sus vías aéreas, sus prendas eran obscuras con ciertos toques dorados, sus ojos los cambió a un azul claro, mientras llevaba una espada atada a la cadera, la chica se estaba desesperando, pero podía enterarse de las noticias al escuchar los chismes de las señoras de los puestos que se encontraban cerca del templo, y el tema común era el tan llamado caballero negro, Luna tenía ganas de preguntar acerca de ese joven, ya que no paraban de víborearlo con descaro o con cierto toque de enamoramiento. Cuando se dió cuenta que Quackity iba a tardar más de lo previsto, ella se lanzó al puesto más cercano a tratar de enterarse mejor,

-Disculpen que les interrumpa, pero quisiera preguntar de que caballero negro hablan- Luna sonaba ingenua, pero no podía evitar ser mirada con cierto odio al ella interrumpir su plática,