Thirty-nine

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Parpadeé, tratando de ajustar mi visión en la oscuridad.

Ya estaba completamente despierta, y Eunji se quedó allí, apuntándome a mí y a Minji.

- Deja de albergar ilusiones de que no dispararé porque lo haré -

- ¿Por qué estás haciendo esto? - Yo pregunté.

Antes de que pudiera comprender lo que estaba pasando, me agarró del brazo y me obligó a salir de la cama, tirando de mí contra ella. Grité y me sacudí, pero ella me tenía agarrada, el arma ahora se clavaba en mi mandíbula.

No se podía saber lo que estaba pensando Minji. Su rostro estaba en blanco, parecía resignada y cansada. Con calma, dijo. - Baja el arma, Eunji, y déjala ir -

- ¿Qué dijiste antes de ese accidente, Minji? Oh, claro, lo recuerdo. ¡Dijiste que me arruinarías! ¡A mí! ¡Kim Eunji! ¡Eres una idiota! ¿Cómo se siente esto? -

- No seas estúpida - Minji dijo en una voz peligrosamente baja. - Si bajas el arma, te prometo que podemos olvidar esta retorcida venganza. Me iré de la ciudad si quieres. Puedes tener todo esto. Solo... déjala ir -

- ¡Vete a la mierda! - Escupió Eunji, y se rió entre dientes. - Ella viene conmigo -

Me empujó hacia la puerta a la fuerza, casi haciéndome tropezar contra el piso alfombrado.

Mi corazón martillaba contra mi pecho.

Esto es todo...

Así es como finalmente va a terminar...

Me apuntó con el arma al cuello. - No intentes actuar de manera inteligente, Hanni, o dispararé y tu cerebro pintará estas paredes y yo realmente no quiero hacer eso. Los papeles tapiz son malditamente caros -

- ¡Estoy caminando! ¡Deja de golpearme! - le grité.

Una silueta era visible en el nivel superior del piso.

Miré hacia arriba el tiempo suficiente para vislumbrar a Jia.

- ¡Eunji! ¡Detente! - gritó desde arriba. - ¡Suéltala! He hablado con...

- ¡Jia, quédate ahí! ¡No bajes o te juro que la mataré en este mismo segundo! -

Ella estaba arrodillada contra la barandilla en el piso, mirándonos con una expresión asustada.

No pude ver nada porque íbamos más abajo.

- Eunji, por favor... - dijo impotente.

Sena se había materializado en el suelo con su pijama con estampado de osos. Vió a su hermana apuntándome con el arma. El miedo estaba claro en su rostro.

- ¿A dónde llevas a Han? - preguntó en voz baja.

- ¡Vete a la cama, Sena! - dijo Eunji.

- No te la lleves... - su voz vaciló.

¿Sena iba a llorar? Nunca pensé que la mocosa lloraría por mí.

Minji estaba justo detrás de mí, siguiendo a Eunji mientras nos arrastraba fuera de la mansión como un par de ratas de cocina.

Empecé a recordar todo lo que condujo a este momento.

Huir de la casa de mi tío, aceptar el trabajo y casarme con Minji.

Las lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos cuando me di cuenta de que todo era en vano. Toda esa planificación y Minji recuperando sus recuerdos habían llevado a Eunji finalmente a perder la cordura.

Eunji nos llevaría afuera, me dispararía primero y luego a Minji. O dispararía a Minji primero y luego a mí.

No quería vivir si Minji no iba a sobrevivir a esto, simplemente no tenía sentido seguir sin ella.

Blind Mind - Bbangsaz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora