Toma mi mano, toma mi vida entera también

2.2K 260 86
                                    

Max se sentía un poco cansado, habían llegado de Las Vegas la noche anterior, pero muy temprano ya había tenido una reunión con su equipo. Checo había tenido la fortuna de poder seguir durmiendo al menos un par de horas más, pero cuando Max volvió muy entusiasmado de ver a su novio, lo encontró revolviendo su maleta como loco. El mayor había olvidado que tenían que grabar un video con marketing y aún tenía que bañarse. Obviamente Max se ofreció a acompañarlo, pero Checo lo echó fuera del baño diciendo que no saldrían a tiempo si el menor entraba con él.

Así que se sentó al borde de la cama, revisando en su celular su cuenta oculta de Tiktok. No había podido evitar que Daniel lo convenciera de crearse una y sobre todo ahora que su novio tenía su cuenta oficial, él había sido el primero en seguirlo.

Estaba concentrado viendo un video sobre gatos cuando le llegó la notificación de un mensaje de Yuki. Lo abrió sin saber qué esperar considerando que después de su "boda" en Las Vegas el chat de pilotos había sido un caos. Pero lo que no esperaba era un simple "Este es tu regalo de bodas.", seguido de dos videos.

Abrió el primero y tuvo que parpadear por el rápido movimiento que había hecho la cámara al tratar de enfocar la escena, pero cuando por fin la imagen fue clara, se vio a sí mismo y a Checo en el altar de la capilla del paddock.

Se tapó la boca en señal de sorpresa, deteniendo el video al sentir cómo los nervios lo invadían. Había intentado recordar lo que pasó esa noche, pero al final solo pudo recordarse coreando el nombre de su novio en el club y luego algunos pequeños momentos que no le proporcionaban ningún contexto.

Pero ahora en sus manos tenía la prueba de esa noche en donde se había "casado" con Checo y no sabía si estaba preparado para verla. Aún podía escuchar el sonido del agua corriendo en el baño y sabía que el resto del día estarían ocupados, por lo que si mantenía esta disyuntiva entre ver o no ver el video su novio lo notaría. Y aunque el mayor le hubiera dicho que estaba bien, que no podía culpar a Max por no acordarse y que al final no había sido la ceremonia real, Max no podía dejar de sentirse culpable. Sabía que si a la mañana siguiente hubiera recordado lo que pasó hubiera sido un despertar en una nube de amor y pasión en vez de pánico y arrepentimiento. Y aunque Daniel y Carlos lo molestaron a través de mensajes, ellos tampoco recordaban en su totalidad lo que pasó.

Tomó una bocanada de aire y decidió continuar con el video. Quería saber qué había pasado, qué había hecho. Las palabras de su novio habían salido cargadas de emoción, como si la ceremonia hubiera sido mucho más que una anécdota graciosa.

En el video pudo ver a Daniel listo para dirigir la ceremonia y él sosteniendo las manos de Checo, pero con su postura totalmente inestable, obviamente por el alcohol consumido.

"Estamos aquí para presenciar el matrimonio entre Max y Checo." La sonrisa de Daniel era enorme y si era posible creció aún más cuando escuchó las porras que soltaron los pocos invitados.

Checo se veía un poco avergonzado mientras que el Max del video saludaba levantando las manos de ambos.

"Max, puedes decir tus votos." Daniel intentaba mantener el profesionalismo, pero parecía muy emocionado, prácticamente saltando en su lugar.

Vio su propio rostro iluminarse al comenzar a hablar, pero Max tuvo que detener el video nuevamente no pudiendo aguantar escucharse declamar como poema todo lo que sentía por Checo. Y no era que sintiera vergüenza de sus sentimientos, pero él no era el tipo de persona que hablara tan abiertamente sobre ellos en público y su novio en el video se veía totalmente ruborizado ante sus palabras.

Él sabía lo mucho que amaba a Checo, cuánto lo admiraba y lo deseaba, pero cuando tenía que responder a todas esas preguntas que el equipo de marketing hacía, él siempre respondía con picardía, en cambio en la ceremonia estaba siendo completamente honesto. Pasó de decir que era simplemente precioso a detallar cuánto adoraba sus pecas, su risa, su inteligencia, su talento, su gentileza, su resiliencia, sus ojos, sus labios, su acento. Contar cómo quedó flechado cuando lo vio bailar por primera vez y que su voz al cantar era la más linda del mundo.

¡Viva Las Vegas! ¡Y el Chestappen!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora