Es él....Dos semanas hospitalizado son un golpe duro para cualquiera, más aún estar en reposo absoluto sin poder prácticamente pararte de la cama, además de eso la comida de hospital es horrorosa y carece de todo.
Y lo más seguro era que, en otra época Alex hubiera estado exasperado, aburrido y muy desconcertado, pero no ahora, no ahora porque Jason estaba con él, durmiendo a su lado en la cama de hospital, llevándole la comida a la cama, cuidándolo con amor y llevándolo en brazos a todos lados cada que tenía que levantarse de la cama, inclusive para ir al baño.
Por eso ahora que el término de su internación en el hospital había finalizado y el alta médica estaba a un par de minutos, él no estaba feliz, y es que muchas cosas habían cambiado en Alex Johnson en esas dos semanas.
La primera y primordial era que su bebé estaba totalmente fuera de peligro, aunque igualmente debía cuidarse, saber que su bebé estaba sano y creciendo cada día lo llenaba de felicidad. Su cabello estaba ligeramente más largo y su vientre más adorable y abultado.
Pero el cambio más notable en él no se veía a simple vista, estaba en su interior.
Quiso creer que Jason Brown solo era amable, y que con la necesidad de cariño tan grande que él sentía, muy a pesar de no reconocerlo jamás, era normal que sintiera mariposas por el agente.
Quiso pensar que cualquiera se enamoraría de un hombre tan atento como Jason lo era, un alfa como él, y que eso justificaba todo lo que en su pecho se desataba cada vez que lo tenía cerca. En los días pasados ni siquiera había podido mirarlo a la cara luego de despertar a su lado con una penosa y totalmente fuera de lugar erección matutina debido a él.
Jason Brown alborotaba sus hormonas haciéndolas revolotear como abejas en busca de la dulce miel, tan hambrientas y deseosas que ya no poseían un ápice de vergüenza.
Una vez más quiso creer que las abejas, o mariposas, eran producto de las hormonas del embarazo, o porque llevaba casi cinco meses sin mantener relaciones sexuales, pero jamás porque Jason despertaba en él un sinnúmero de emociones y sensaciones que él no se atrevía a nombrar en voz alta.
Dos golpes suaves sobre el marco de la puerta abierta lo hicieron voltear en dicha dirección dejando de lado por completo la tarea de empacar sus cosas, tarea que había pausado desde que sus pensamientos tomaron otro rumbo.
__Te he interrumpido?_ la voz calma de la capitana Bosco llega a él desde la puerta haciéndolo negar quedo__Sólo venía a felicitarte por ser dado de alta_sacando un ramo de rosas rosadas de detrás de su espalda la pelirroja da un par de pasos al interior de la habitación.
Y cuando el bello arreglo floral le fue entregado Alex recordó por vez primera en dos semanas el nombre del padre del bebé que crecía seguro en su vientre. Ese que estaba enterrado seis pies bajo tierra y sobre su lápida, crisantemos blancos.
Y Alex se sintió tan indigno de Jason, porque aunque su bebé jamás fue para él considerado un error, eso no desestimaba el hecho de que él se había dejado embarazar por un alfa al que no conocía, un hombre que además había resultado ser un delincuente del Tahazan.
__Gracias. No tenía que molestarse capitana Bosco _ expulsa de su cabeza todos esos pensamientos al momento de tomar el ramo que la pelirroja le ofrecía.
__No es una molestia Alex, me alegra mucho que estés bien_ sonríe amable. Este era otro de los aspectos que habían cambiado demasiado en dos semanas, y es que la capitana Eve Bosco le había ofrecido una disculpa por el comportamiento que anteriormente había tenido con él, y hasta lo visitaba seguido__ Que estén bien_ se corrige apreciando el adorable cuadrado que se formó en los labios del omega al sonreír.
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Autumn rain/Omegaverse/
RomanceEl amor es algo misterioso. Es la vida, el destino o el universo quien une a dos personas? Quién dicta los mandamientos del amor? Quién decide qué almas están destinadas a encontrarse? Ninguno de los dos lo sabía, pero aún así se encontraron. Como u...