✼Capitulo 7✼

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Rachel

Tres años después.

«Christopher está siendo nombrado ministro, Antoni ya está capturado, pero Rachel aún no regresa del exilio, ya que Christopher aún se preocupa por su seguridad y de su bendición »

—¿Porque no ha venido papá? —los ojos grises me miran a través del espejo, termino de trenzar su cabello antes de partir.

—Ya hablamos de eso, Rox —acomodo un mechón de cabello azabache tras su oreja—, papá está ocupado en su trabajo, pero pronto vendrá y te traerá muchos juguetes de esos que te gustan.

—Ya no quiero juguetes, solo quiero que me venga a ver, lo extraño mucho —hace un puchero.

—Lo sé, amor, yo también lo extraño —le doy una sonrisa desanimada—, pero no podemos hacer mucho ahora, quizá y pronto ya no tenga que marcharse —beso su coronilla, los resultados de las encuestas se dan hoy y Christopher no ha hablado, si, estoy nerviosa, pero confío en la estrategia de Chris.

—¿Se va a quedar conmigo para siempre? —sonríe ampliamente.

—Probablemente, mi amor, ¿Te emociona?

—¡Si!, ¿Vamos a ir a comprar cosas juntos?, ¿Y me va a llevar por helado con chispitas de chocolate?

—Si, muñeca —le pico la costilla y ella se ríe.

—¡No, cosquillas no! —aparta mi mano y corre a la sala.

Voy detrás de ella, pero Liam me detiene.

—Roxanne —le hablo y ella en seguida regresa—, ¿Que pasa, Liam? —no suelen entrar a la casa cuando es de día.

—Hay una mujer allá afuera —comienza—, dice que viene por usted... De parte de unas personas de casos internos...

—¿Cómo...?

—No sabemos cómo llego a la casa, señora, pero dice que tiene que irse con ellos ahora y que tiene 20 minutos para recoger papeles y cosas esenciales.

Miro a mi hija... Si es de Casos internos no puedo desacatar órdenes...

—Lleva a Roxanne a Londres, mantenla segura y a salvo hasta que esté con Christopher, ¿Bien?

Entre abre los labios, negando.

—El señor Morgan dió órdenes de no perderla de vista en ningún momento... Nos cortará la cabeza si sabe que la dejamos...

—Así es esto, Liam, por favor, cuida a mi bebé, te estoy confiando a mi vida... Y no solo a la mía, a la de el señor... Juro que si le pasa algo, voy a buscarte y acabarte con mis propias manos.

—Lo entiendo, señora, pero se igual forma, si el señor sabe que le quitamos el ojo de encima... Da a igual a...

—Liam, cuida de mi hija y no dejes que la vean. Yo le diré a Christopher por teléfono que paso—me pongo a la altura de mi bebé—, amor...

—¿Que pasa, mami?, ¿Hay alguien malo? —se comienza a asustar y me duele—. Papá dijo que no nos harían nada malo, mami...

—No hay nadie malo, muñeca —vuelvo a acomodar el mechonsito—, pero esto tiene que ver con el trabajo que tenía mami, ¿Si?, Liam te va a llevar con papá y yo los alcanzaré allá.

—¿Y porque no te vas conmigo? —le comienza a temblar la barbilla.

Beso su frente, soltando un suspiro.

—No puedo, amor, no llores, ¿Si?, Tu eres una niña muy linda y no me gusta verte llorar...

—¿Estás segura de que nos veremos allá? —asiento.

Segundas oportunidades │ Minific ChrischelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora