Segundas oportunidades │ Minific Chrischel

✼Capitulo 10✼

Christopher.

«recuerdo de cuatro meses antes de los sucesos actuales».

Salir con Patrick y los otros idiotas fue una pésima idea, pero tenía que hacer que dejara de joder.

Lo que debería hacer es estar volando para ir a ver a mi mujer y mi hija.

Y luego está Gema, que no hace más que joder.

Me ha ocasionado más de una discusión con Rachel y ahorita la mujer está molesta conmigo porque la escucho hablando de fondo.

Estoy hastiado, no me he tomado ni una sola copa pero me duele la cabeza.

—Christopher, ¿Estás bien? —parpadeo, sacudo la cabeza, porque siento que...

—¡Chris! —el dolor de cabeza aumenta—, ¿Te sientes mal?, Vamos, te llevo a casa.

—Patrick —le hablo al hombre a mi lado—, al jet —ordeno, medio inconsciente.

—No te preocupes, Pack, yo lo llevaré a casa, estará mejor ahí —sacudo la cabeza, negandome a ir con ella—, Chris, vamos...

—Roxanne —eso hace que Patrick me tomé, pasando un brazo por mis hombros.

—¡Simón!, ¡Parker! —habla—, Ayúdenme a llevarlo a su jet.

Pierdo la consciencia durante un tiempo, solo sé que estoy siendo recostado en un asiento del jet y que Patrick pide las coordenadas de la casa donde está mi mujer.

Siento la lengua pesada, pero logró responder, después, la inconsciencia me lleva de nuevo.

...

—¡Selene! —la cabeza me palpita y el grito tampoco ayuda.

Joder.

Me las arreglo para medio reaccionar, hay una disputa afuera antes de que la figura de Rachel se pose frente a mi.

—Joder, tienes fiebre —siento su mano en mi frente y mejillas—, ayúdame a llevarlo dentro, pero por favor, sin hacer ruido, Roxanne todavía no despierta y no quiero que lo vea mal.

—Puedo solo —arrastro la lengua.

—Si, claro —siento que me ponen de pie, no puedo mantener los ojos abiertos, el sol me da en la cara y trasvillo con mis propios pies.

Me tropiezo varias veces en las escaleras y de la nada siento que estoy en la cama.

—Muchas gracias por traerlo, Patrick, en serio —escucho de fondo—, no le digas a nadie que está aquí, ¿Si?

—Claro que si, Rach, dile que lo estaremos esperando...

—¡Papi! —frunzo el ceño, intentando despertar a mi cerebro para ver a la niña que siento cerca—, ¿Porque no despierta? —me sacude y me dan ganas de...

—Está algo enfermo, cariño, pero más tarde podrás verlo y abrazarlo —le habla la mujer.

—Hola, preciosa.

Siento que se pega a mis costillas.

—¿Quien eres? —pregunta recelosa.

Mi cabeza apenas y capta las voces en ecos.

—Es el tío Patrick —habla Rachel—, se tiene que ir ahora, pero quizá más adelante lo vuelvas a ver...

—Yo solo tengo a el tío Reece...