Naruto - la Cuarta Guerra Mundial Shinobi ✔️

17 - Colocar las piezas en su sitio - Parte II

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 17

Amegakure, el mismo día

Un constante aguacero seguía bañando la aldea industrial de Amegakure, así había estado desde que su antiguo líder, Nagato, se había sacrificado para traer de vuelta a todos los que había matado en Konohagakure. Su compañera, Konan, de pelo azul, se arreglaba una rosa de origami en el pelo mientras cerraba sus ojos grises... seguía intentando dominar la técnica para controlar la lluvia que Nagato había utilizado. Konan miraba a su aldea, estaba concentrada en poner a Amegakure en pie de guerra para ayudar a las recién formadas Fuerzas Aliadas Shinobi contra los Akatsuki de Madara. Sus Jonin y Chunin marchaban por las calles de la aldea mientras se oía el tintineo de las armas forjándose en el distrito de la herrería. Por toda la aldea, se colocaron pequeños "ángeles" hechos de sus kami bushins.

El papel comenzó a formarse a sus espaldas y se transformó en grandes alas angelicales y voló bajo el aguacero hacia el santuario oculto donde Nagato y Yahiko estaban enterrados. Entonces levantó la vista como si se hubiera dado cuenta de algo.

Ese chakra... definitivamente lo reconozco... aunque Konan no podía cancelar la técnica de Nagato, aún podía usarlo para sentir a los intrusos. "Madara, así que finalmente ha decidido hacer su aparición..."

En las calles de Amegakure, Madara había aparecido del remolino de su máscara, su Jikukan Ido proporcionando un efecto de remolino en la zona. Inspiró por la nariz, mirando a su alrededor mientras montaba por primera vez su... guardia de seguridad. Puso lentamente la mano en el suelo y sonrió detrás de su máscara.

Este será el lugar perfecto, justo en la mayor concentración de población de Ame...

Una vez hubo terminado, se levantó de un salto para ver varias mariposas de papel convergiendo a su alrededor, que se desplegaron lentamente y se convirtieron en la forma completa de Konan, con dos alas angelicales en la espalda. Sus ojos grises se entrecerraron, al ver a Madara, que cruzó las manos tras la cabeza.

"¿Así saludas a tu antiguo camarada y líder, Konan? Esperaba conocerte nada más llegar".

"Nagato era el verdadero líder de Akatsuki, tú no eras más que su cerebro", dijo Konan, siseándole entre dientes.

Madara soltó una risita sombría. "¿Ahora en serio?", se estiró con indiferencia. "Supongo que tendremos que luchar, aunque realmente podrías ahorrarte el problema si me dijeras dónde tienes a Nagato".

"Sobre mi cadáver", dijo Konan amargamente, con los ojos entrecerrados hasta convertirse en finas rendijas. "Predije que vendrías, llevemos la batalla fuera de la aldea".

"Muy bien", dijo Madara con una sonrisa detrás de su máscara.

Con eso, el cuerpo de Konan se rompió en muchos trozos de papel que no se vieron afectados por la lluvia que caía fuertemente. Una vez que se rompieron por completo, se convirtieron en pequeñas mariposas de papel y salieron volando por la zona. Madara siguió su ejemplo, y su cuerpo desapareció justo en su ojo visible mientras los ciudadanos de Amegakure seguían su alegre camino sin notar el cambio.