Naruto - la Cuarta Guerra Mundial Shinobi ✔️

40 - Batalla Final: Ascensión de los Nuevos Sabios

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 40

Campo de Batalla Final, Tierra del Rayo

Tobimaru estaba encantado con su nuevo poder, era como si tuviera el poder mismo del planeta. Los extraños orbes negros que le rodeaban seguían atacando y defendiendo sin necesidad de sellos mientras los cadáveres de las Fuerzas Aliadas Shinobi se amontonaban a su alrededor. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de acabar con varios shinobi más, un tri-kunai se estrelló contra el suelo y desaparecieron antes de que pudiera lanzar su ataque. Sus ojos Rinnegan se entrecerraron y miró para ver a Minato allí, el Yondaime Hokage hizo girar su espada en la mano.

Los recuerdos de la noche en que Tobimaru atacó Konoha pasaron por su mente mientras el Yondaime Hokage fruncía el ceño cada vez más y sus ojos se entrecerraban. Incluso sin la máscara y convertido en el Jinchūriki de las Diez Colas, el malvado Uchiha seguía comportándose de la misma forma que aquella noche de hacía casi diecisiete años. Se oyó un trueno y luego empezó a caer una fuerte lluvia del cielo y Tobimaru hizo girar su extraño bastón negro.

"Tío, esto parece nostálgico, ¿verdad? Y como antes, tengo ventaja... Yondaime Hokage", dijo Tobimaru mientras su Rinnegan brillaba un poco. "Aunque no soy el mismo ser al que venciste antes, ahora soy un dios".

"No importa cuánto más fuerte seas, vas a perder", dijo Minato mientras creaba un Rasengan. "Eres el mismo arrogante al que derroté hace más de una década".

La sonrisa de Tobimaru se desvaneció y gruñó. "¡Soy un DIOS, esta vez te aplastaré!".

Minato miró a su compañero Hokage y Tobirama le puso la mano en el hombro. Hiruzen invocó al Rey Enma y lo convirtió en el Kongōnyoi. Y entonces... sin mediar palabra, el Yondaime Hokage lanzó su kunai contra Tobimaru, que cargó contra él salvajemente.

Si aún puede atravesar un objetivo, lo hará como antes. Si desvía mi kunai, tendré una idea si no puede, pensó Minato mientras el tiempo se ralentizaba para él... y su conciencia espacial y su mente se aceleraban. En cualquier caso, tendré una idea de cómo atacar. Pero esos orbes negros... ¡Tengo que averiguar cómo esquivarlos!

Justo cuando Minato pensaba que Tobimaru cargaba... su Kamui se activó y el shuriken lo atravesó inofensivamente. Fue en ese momento cuando Minato utilizó el Hiraishin no Jutsu para atrapar el cuchillo arrojadizo en el aire y fue a descargar su Rasengan sobre la espalda del Jinchūriki de las Diez Colas... ¡sólo para que los extraños orbes negros le defendieran automáticamente! El Yondaime Hokage reaccionó y evitó ser ensartado y, en un instante, Tobirama lo teletransportó a su punto de partida.

Minato volvió a atacar y Tobimaru se preparó para otro Hiraishin, pero en su lugar, el Yondaime Hokage utilizó un Shunshin para atacarle. El Dios maligno bloqueó a tiempo con su bastón, que cortó el kunai de Minato, pero antes de que pudiera contraatacar, el Yondaime esquivó con otro shunshin y luego descargó una patada en la cara de Tobimaru. Tobimaru gruñó y fue a agarrarle con un Bansho Ten'in, pero Minato era demasiado rápido y se teletransportó justo a tiempo. Además, de repente le rodeó el pecho un rollo de etiquetas explosivas que estalló inmediatamente cuando Minato reapareció junto al resto de los Hokage.

"¡Increíble Yondaime, es incluso más rápido que tú hermano!" dijo Hashirama y el Senju más joven puso los ojos en blanco.

"Eso ya lo establecimos, hermano mayor", dijo Tobirama mientras Kushina aspiraba aire.

"¡Sigues siendo increíblemente rápido, datebasa!".

Naruto sonrió satisfecho a su padre, pero luego frunció el ceño. "Aunque no creo que haya funcionado, mamá".