Naruto - la Cuarta Guerra Mundial Shinobi ✔️

25 - Mantener la Línea, Parte 1

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 25

Cementerio de la Montaña

Sasuke dormía en la habitación que Tobi le había proporcionado, sus ojos aún no se habían recuperado del trasplante. Ya podía sentir el nuevo poder que se acumulaba tras ellos y ansiaba la oportunidad de ponerlos a prueba, pero hasta que se recuperaran debían permanecer cubiertos por las vendas. Había pasado el tiempo, felizmente inconsciente de que en ese momento se libraba la Guerra que decidiría el destino del mundo, luchando con Suigetsu y Jūgo, y había aprendido con gran esfuerzo a luchar a ciegas.

Zetsu el Blanco le protegía a menudo, pero Sasuke sabía que sólo era cuestión de tiempo que se enfrentara al humano artificial de Akatsuki. Aquella cosa le ponía de los nervios, y tenía muchas ganas de hablarle hasta por los codos incluso cuando estaba meditando. En ese momento, sintió que algo entraba en su habitación... Aunque no podía sentir el chakra, su capacidad auditiva era mucho mayor. Su mano salió disparada y agarró... una serpiente blanca.

"¿Una serpiente, eh...?" dijo Sasuke con frialdad mientras la serpiente luchaba por morderle o escapar. "O Orochimaru ha vuelto o alguien ha tomado sus técnicas después de nuestra batalla".

Antes de que la serpiente pudiera escapar, Sasuke cargó un Chidori y prácticamente la vaporizó. El último Uchiha se levantó de la cama, frunció el ceño y se miró la mano, flexionándola un poco.

...Algo debe estar pasando fuera. Hace tiempo que no oigo a Madara por aquí. Me pregunto si Jūgo y Suigetsu sabrán algo...

Con esto, el último Uchiha dirigió su atención hacia la puerta y se preparó para salir. Deslizó su chokutō en el cinturón e hizo un estiramiento antes de salir de la habitación. Entonces, la cabeza de Zetsu el Blanco asomó por el suelo y miró los restos de la serpiente.

Es una de las de Kabuto... ¡tiene que serlo! ¡Orochimaru está muerto! ¡Vi cómo lo mataba finalmente el propio Itachi!

Tierra del Sonido

Orochimaru se había apresurado a reconstruir sus operaciones en el País del Sonido. Ahora poseía el Byakugan y la Espada de Totsuka. Durante las dos últimas semanas había estado vigilando las batallas que se libraban en el mundo y vio de primera mano, a través de sus numerosos espías serpiente, las pérdidas y victorias de las Alianzas. Por muy tentador que fuera unirse a la Guerra, él tenía sus propios planes.

"Así que Sasuke-kun por fin ha despertado no sólo el Mangekyo Sharingan, sino que ha conseguido que le trasplanten los ojos de Itachi para el Mangekyo Sharingan Eterno", dijo Orochimaru con una sonrisa de satisfacción. "Ahora está más maduro que nunca para hacerse con el poder".

Con Kabuto ya independiente, Orochimaru carecía ahora de mano derecha. Tal vez, una vez terminada la Guerra, ambos podrían volver a colaborar. Sin embargo, si el avezado espía también tenía sus ojos puestos en Sasuke, Orochimaru sabía que tendría que luchar contra él. Ese pensamiento... hizo que el Sannin Serpiente temblara de excitación.

Kabuto, si de verdad quieres sucederme y conseguir el Sharingan de Sasuke, disfrutaré de verdad poniendo a prueba mi poder contra el tuyo... dos Oto Jonin, uno de los pocos restos de la aldea aparecieron en la sala con un Shunshin.