3

179 18 3
                                    


– Dijiste que podría pensar en lo que ocurre en los bosques susurrantes una vez terminara la ceremonia de duelo – Se quejó la rubia, haciendo a un lado el vestido rosa que su hermana había tirado sobre su cabeza en medio del desorden – Pero ya pasó una semana entera y no he tenido tiempo de ello debido a que sigues y sigues exigiendo atención Glimmer.

Bow recogía los vestidos desperdigados por el suelo en la habitación de Glimmer, quien seguía buscando en su armario un vestido en específico.

– No es mi culpa que tengamos otros asuntos que atender, somos princesas Adora, y tú eres la líder y cabeza de nuestra alianza, tenemos más responsabilidades que esa – Reprochó, mirando con detenimiento el vestido que acababa de sacar de su guardarropa para quejarse y lanzarlo a sus espaldas, regresando a su búsqueda – Además, esto también es culpa tuya, es cierto que te resignaste y vendiste tu alma a un Alfa tal y como mamá te pidió debido a la tradición, pero tú sigues negandote a que las personas sepan que ya fuiste marcada, por eso se está realizando este absurdo descarte de pretendientes.

– Le prometí al Alfa que no la molestaría con cosas absurdas, fué parte del trato – Murmuró, acomodando el vestido que sostenía para dejarlo bien estirado a su lado en el sofá – Y yo no soy una buena Omega para nadie, no entiendo porque siguen insistiendo con estas tontas propuestas.

– Amm, ¿Porque eres Adora? ¿La princesa de Luna brillante, cabeza de la alianza más grande en este lado de Etheria, una belleza sin igual, fuerte e inteligente con carácter y para nada fácil de doblegar que es capaz de enfrentarse en igualdad de fuerza a un Alfa y dejarles en claro que eres inalcanzable e irresistible? – Dijo Bow, dejando encima de uno de los muebles los vestidos de Glimmer bien acomodados.

– Eso es absurdo, construí este carácter para que ningún Alfa se viera interesado en mi – Se defendió, apoyando su mentón sobre su mano y descansando su codo en una de sus rodillas.

– Pues te salió todo lo contrario – Se quejó sonoramente su hermana, haciendo una rabieta mientras mete la mitad de su cuerpo dentro del guardarropa, para luego salir con un hermoso vestido rosa, que tenía una flor de tela blanca en la cintura y ligeramente volado en la parte inferior, dando un toque infantil pero lindo – ¡Si! Sabía que lo había guardado al final, ni busqué tanto.

Celebró airosa, mientras los otros dos miraban su habitación hecha un desastre por la “corta” búsqueda.

– Como sea, ve a vestirte, el evento iniciará en una hora, tienes que verte bien – Le dijo, empujándola fuera de su habitación.

– ¿De que vale que me vista bien si no espero gustarle a ninguno de los que se presenten hoy? – Preguntó confundida.

– Para que así se den cuenta de que realmente no pueden tenerte – Le sonrió con malicia antes de cerrar la puerta frente a ella, dejando a Adora en silencio en el pasillo.

La rubia suspiró, antes de regresar a su habitación.

Siempre era lo mismo, cada cuánto se celebraba una pequeña reunión en el palacio, dónde asistían los pretendientes de Adora, pues al cumplir su mayoría de edad, hace unos 3 años, se inició esta costumbre.

Al menos sus padres le dieron la oportunidad de escoger a un Alfa por su cuenta, había escuchado que algunos padres llegaban a obligar a sus hijos Omegas a entregarse a un Alfa.

Esto se debía, a que luego de la mayoría de edad, los Omegas entraban en un periodo más fértil, sus celos no serían como antes, algo fácil de controlar en una edad inmadura, ahora se verían en la necesidad de aparearse, de saciar su urgencia de procrear con el cuerpo de un dominante y unirse a alguien para controlar su aroma y sus celos.

Cadenas 🖤 Catradora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora