HAUNTED TOWN. #PV2024 #PGP2024

HAUNTED TOWN #39

GRACIAS
Cuando el libro se  transforma en La Verdad, mi mano se ve liberada.

Durante largo rato quedo analizando lo sucedido. Ha sido una verdadera sorpresa que no esperaba, en absoluto. El hecho de que el relato no fue causa de una escritora sino de brujería.

No puedo evitar recordar el día que llegué. Cuando entré por vez primera en el dormitorio. Al tocar la cama encontré el libro bajo la almohada. Esperándome para ser leído.

Sin embargo, yo no le hice caso alguno y lo deposité en una estantería, olvidándome de él por completo. Mi antecesora lo dejó ahí para que lo encontrara a mi llegada.

        Recapacito, si el libro lleva tanto tiempo escrito cómo es posible que aún no se haya encontrado la tumba, más de un siglo después.  Un profundo suspiro escapa de mis labios. Llegó a una conclusión, necesito más información.

Decido dejar pasar el resto del día analizando y haciendo todos los planes. Para mañana a primera hora ir en busca de la lápida.

Antes de ello, tengo que hacer un mapa con rutas por dónde empezar a buscar. Muevo negativamente la cabeza. No tengo idea donde vivió. Qué lugares le gustaban especialmente. Dónde se situaba el cementerio en aquella época.

De nuevo, demasiadas preguntas que debo resolver. Pero, esta vez el ánimo es muy diferente.

Después de toda una tarde de organización y consultas en el portátil, pasé la noche prácticamente en vela.

Al día siguiente me abrigo muy bien con el polar verde oscuro. Llevo las botas de lluvia, gorro, bufanda y los guantes.

Salgo al alba, por la impaciencia que siento. Llevo las flores entre mis manos y me dirijo al lado este de la cabaña. Tras releer varias veces los mismos capítulos he llegado a la conclusión que vivo en la última cabaña que ocupó Keira bruja y su madre. La de su tía Adele.

Por lo tanto, me encamino hacia el bosque donde se encontraron buscando bayas. Paso toda la mañana recorriendo veredas, subiendo montículos, siguiendo el curso del riachuelo, sin resultado alguno.

Agotada, hambrienta y sedienta decido descansar. Me dejo caer sobre la hierba fresca y bebo agua de la botella que he puesto en la mochila. Las flores se están marchitando.

Cierro la botella con parsimonia, entregada a mis pensamientos. Reconozco que no es una tarea fácil la que tengo por delante. Saco el sándwich de pavo y queso que he traído. Le quito la envoltura y le doy un bocado.

Unas ramas moviéndose llaman mi atención. Trago rápidamente y me quedo expectante, con la mirada fija en el árbol. Vuelven a agitarse y no es el viento ya que, solo se balancean esas ramas en concreto.

      El miedo se apodera de todo mi cuerpo. Me siento temblorosa, recordando el disparo de la otra tarde. Será este mi final.

     Una pequeña ave sale entre las hojas y eleva su vuelo. Da varias vueltas sobre mi cabeza y desciende posándose en la hierba junto a mí. Respiro aliviada, mientras mi corazón vuelve a su ritmo normal. Me he llevado un buen susto.

      Saludo a mi amiguito y por vez primera le veo con otros ojos. Me pregunto si es solo la mamá de Keira la bruja oscura. O, el resto de madres están también representadas en este minúsculo animalillo.

         Hablo  y me desahogo con él. Por momentos, pienso que estoy hablando con mi progenitora. Aunque, esa situación no se dio demasiado en verdad. Por lo que sigo mirándole como mi único amigo.