Capítulo 32

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A veces las personas no suelen llamar mentiras a estas mismas. Para ellos son distorsiones de la verdad, omitir información o simplemente guardar en el silencio aquella gran realidad que puede resolver un problema del tamaño de un buque. 

Diciendo la verdad, muchas cosas podrían ser aclaradas. Si tan solo las personas fueran sinceras, si tan solo no existiera el verbo mentir... 

-Tengo una pregunta -rompió el largo silencio que habían tenido desde que Lisa le había dicho que condujera hasta el camino hacia la habitación- Marie o Eunwoo llegará en cualquier momento, ¿le diremos que tú ya sabes la verdad? -preguntó. 

-Sí -murmuró ella- Pero a Rosie no, bueno no aún, ella es muy -pensó un poco- Susceptible a temas reveladores, si así podría llamarse -aquello era cierto, y muestra de ello era la golpiza que le había propinado a Camille hace un año- No reacciona muy bien, pero no te preocupes yo me encargo de ella -metió la llave en la cerradura de la habitación- Eso sí, no andes de "Jungkook" frente a ella y todo el lío. 

-Claro que no, no soy tan tonto -murmuró mientras ambos entraban en la habitación donde la noche anterior habían compartido más de algunos suspiros. 

Una hora más tarde, Eunwoo o mejor dicho Marie entraba en la habitación algo abatido. 

Al parecer había tenido un buen fin de semana y es que aquel castaño no se perdía ninguna oportunidad con las mujeres, fiestas, chicas y fiestas era su lema. Jungkook lo conocía tan bien que hasta con tan sólo mirarlo podía imaginar que había tenido un buen sexo, pero no era que.... ¿Le gustaba Rosé? 

Eunwoo se sentó en su cama y estuvo tentado a sacarse la ya no tan molesta peluca, pero se dio cuenta de que no estaba sólo. La castaña más guapa que había visto en su vida estaba en su cama, escuchando música desde su celular, giró su vista hacia la cama contigua a la suya, su amigo lo observaba detalladamente. 

-¿Qué? -preguntó con voz suave. 

-Hola, ¿cómo estás Jungkook? -trató imitar de su voz

- Bien, ¿y tú Eunwoo? -hizo una pausa mientras el castaño rodaba los ojos

- Muy bien, tuve un fin de semana de puro... -lo interrumpió. 

-Ya hombre -rió

-¿Cómo estás? 

-Me siento igual que cuando cumplimos 16 y tuve que pagar la maldita apuesta de salir desnudo a la calle -hizo una mueca- Renegado, presionado y muerto de miedo -no pudo evitar soltar una pequeña risa al recordar tan incómodo momento. 

-¿Por qué? -preguntó- ¿Qué te sucedió? -Eunwoo lo miró directamente a los ojos. 

-Ya lo sabrás -le dijo y con la mirada apuntó a Lisa que estaba entretenida aún en su celular. 

Eunwoo no entendió por qué el estado de ánimo de su amigo tenía relación con Lisa, pero en lo menos que canta un gallo lo sabría. 

Lisa apagó el reproductor de música y se fijó en la hora, Rosé no tardaría en llegar por lo que tendría que hablar con los dos hombres si así podía decirles en ese momento, que tenía en frente. 

-Hey -se sentó en la cama- Has llegado Marie -le sonrió. 

-Eh si -algo confundido Eunwoo contestó, para luego añadir- ¿Cómo estás? 

-Yo -se paró de su cama para dirigirse a la del rubio- Bien, pero tengo una duda -se sentó a su lado mientras acariciaba la peluca rubia- O bueno, un sueño mejor dicho -rió y Jungkook que observaba todo trató de imaginarse todo lo que vendría ahora. 

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