Capítulo 30

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Sin saber porqué sus manos empezaron a sudar y a temblar... 

¡No sabía que hacer, ni que decir! 

Esperaron unos segundos frente a la puerta hasta que se abrió y dejó ver a su profesora de literatura, vestida ligeramente informal. 

-¿Lisa? -la miró extrañada- ¿Qué haces aquí? 

-Pues... -pensó- Estoy en casa madre -sonrió. 

-Qué te dije ayer -suspiró ella mirándola- ¡No deberías haber salido del instituto! ¡Estás castigada! -se sintió incómodo al oír la discusión de madre e hija y se acordó de sus días de adolescente rebelde, cuando nunca le hacía caso a su madre y las discusiones como estas eran muy comunes. 

-No grites -dijo ella- Tenemos visita -miró a Jungkook- Sé amable madre -sonrió con sarcasmo en sus ojos. 

La madre de Lisa lo miró sorprendida, al parecer recién se daba cuenta de su presencia. 

-Kate -sonrió ella con incomodidad- Disculpa el grito, es que Lisa, ella bueno -al ver como no le salían las palabras, intervino. 

-No se preocupe profesora -le sonrió para hacerla sentir bien- Todo esté bien. 

-Qué linda -murmuró con ironía Lisa- Bien mamá, ahora que has dejado de gritar y todo ¿podemos pasar? 

-Claro que sí -dijo amable mirando a Jungkook- Y Kate, mientras estemos fuera del instituto dime Ji woo -sonrió- Pero solo fuera, eh -rió- Que dentro del instituto sigo siendo tu profesora -él asintió para luego dirigirse a lo que sería la sala. 

Se acomodó en el confortable sofá, Lisa y su madre habían ido a saber donde y él había quedado solo en la sala. 

Miró a su alrededor y pudo fijarse que en las paredes de la sala habían un sin fin de fotos acomodadas de forma armoniosa. 

Un niña, una mujer y un hombre, los pudo reconocer fácilmente. Lisa y sus padres. 

Inconscientemente se acercó hasta la pared y miró las fotos muy detalladamente. La foto irradiaba felicidad, un parque y una niña en brazos de su padre mientras Ji woo aparecía de lado sonriendo, Lisa podía ser muy parecida a su madre, pero tenía aquellos ojos heredados de aquel hombre de pelo castaño. 

Se preguntó dónde estaría ese hombre, ya que nunca había oído mencionar a Lisa sobre él. Observó más fotos de ella cuando pequeña y pre adolescente y se preguntó como una niña podía cambiar tanto, en las fotos se veía tan feliz, amable, y ahora era tan agresiva y rebelde. 

Oyó unos pasos acercarse y se dirigió nuevamente al sofá como si no se hubiese quedado pegado viendo las hermosas fotos 

-Bien -entró Lisa- Llegó la hora de actuar -rió y acto seguido entró su madre detrás de ella. 

-Ahora Lisa, explícame bien cómo es que estás aquí, siendo que te dije que no podías salir del instituto, no tienes moto y estás castigada -Lisa se sentó a su lado. 

-Bueno, como sabes querida madre, Kate.. -lo miró- Es mi compañera de cuarto y pues estaba en el instituto cuando me fuiste a dejar. Le comenté el tema de la moto -mintió- y pues se ofreció a ayudarme. Su tío tiene un taller donde puedo llevarla, además ayer hablé con ella y me hizo entender que lo que había hecho estaba mal -¿De qué estaba hablando Lisa?, no entendía nada, pero estaba obligado a mantener la tonta sonrisa amable- No debí haber salido ni haberte mentido, ni haber chocado la moto -trató de esconder lo sorprendido que se encontraba- Y bueno, pensando y reflexionando con Kate -volvió a mirarlo dándole la señal de que debía seguirle la corriente- Me di cuenta de que voy a cambiar -sonrió y por primera vez la notó falsa- Te haré caso, no saldré a fiestas y trabajaré duro para arreglar mi moto, y Kate me ayudará, ¿cierto Kate? -La madre de Lisa estaba sorprendida por las palabras de su hija lo miró y se puso nervioso- ¿No es así Kate? -volvió a decir. 

-Sí Lisa -trató de sonreír- Señora Manobal -se dirigió a la madre- Por lo que he conocido a su hija, me he dado cuenta de que está un poco.... descarrilada -esa fue la única palabra apropiada que encontró, miró a Lisa y ésta le fulminaba con la mirada- Pero sé que en el fondo sigue siendo esa niña dulce y tierna que irradiaba felicidad como en las fotos -apuntó la pared- Y yo me encargaré de ayudarla -no tenía ni idea de lo que hablaba, las palabras le salían por si solas- Sé que Lisa cambiará y usted no volverá a pasar más rabias -sonrió y se dio cuenta de que Ji woo lo miraba con los ojos llorosos y bastante emocionada. 

-Ves mamá, todo estará bien -rió y Jungkook se sintió fatal al mentirle a su profesora. 

-Sí -dijo Ji woo- Si me lo hubieras dicho tú sola no te hubiera creído, pero sé como es Kate y si ella lo dice, pues le creeré -sonrió y se giró para ver a Jungkook- Kate, gracias por hacer esto, ojalá hagas razonar a esta mujer, es una terca -rió. 

-No se preocupe -le habló él- Todo estará bien -aseguró. 

-Si tu lo dices -dijo ella. 

-Mamá, ya debemos irnos -dijo la castaña- Kate siempre estará conmigo, no me dejará sola para que no haga tonterías, así que no tienes porqué preocuparte -se paró del sofá- Te veo mañana, adiós.. -sin nada más que decir se dirigió a la puerta y la abrió. Jungkook que aún estaba algo sorprendido se despidió afectuosamente de su profesora y siguió a la chica. 

¿En qué diablos se había metido? 

No tenía ni la menor idea, sólo sabía que estaba haciendo algo malo. 

Se estaba comportando como un niño, estaba mintiendo sin medir las consecuencias y eso no correspondía a un hombre como él. 

Salió de la casa y la castaña se le lanzó encima abrazándolo por el cuello. 

-¡Gracias! -exclamó ella eufórica unos segundos hasta que se dio cuenta de la situación, bastante extraña para él- Qué estoy diciendo por dios -murmuró y lo soltó bruscamente- No debo decirte gracias, esto lo estás haciendo por tu decisión ¿no? -rió y se dirigió a la calle, él deseó que volviera aquella Lisa eufórica antes que esa chica desagradable y detestable, ¿sufriría de bipolaridad?

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