Capítulo 8.

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Camille:

Me desperté por la luz del sol entrando por la ventana, quería seguir durmiendo... ¿Luz del sol? Yo no veo eso desde mi habitación. Me moví y noté un brazo en mi cintura, Remus, con una sonrisa me giré y ahí estaba durmiendo tan precioso como siempre, su pelo castaño despeinado, su boca entreabierta, no hace ningún ruido para dormir. Comencé a acariciarlo hasta que se despertó y me miró con una sonrisa, me besó tiernamente - buenos días Camille - me dijo con una voz ronca, que hizo que me temblaran las piernas de nuevo, siempre va a tener ese efecto en mí.

-Buenos días Remus - dije acariciando su pelo y acercándome más a él.

-Mantén distancia si no quieres comenzar la mañana haciendo el amor, porque es lo que vas a lograr si sigues - me dijo sonriendo, y obviamente me acerqué más, de hecho pasé mi pierna y me subí encima suyo - Camille - me dijo suspirando, comencé a moverme en esa posición y me encantó la sensación, sentía su miembro rozándome, creando una fricción demasiado deliciosa. A él también le encantó por lo visto, porque tomó mis caderas para hacer más rápido ese movimiento, luego acomodé su miembro en mi entrada, ambos gemimos cuando entró en mi. Seguimos el movimiento, él dejó una de sus manos en mi cola, donde me apretaba y acariciaba, con su otra mano masajeaba mis pechos, me di cuenta de que en serio le encantan. No sé por cuanto tiempo estuvimos así, hasta que me empezó a temblar todo el cuerpo, él lo notó y siguió moviéndome, los dos llegamos juntos al orgasmo de nuevo. Me bajó con cuidado y me abrazó como hizo el día anterior.

-Camille eso fue grandioso - me dijo mientras besaba mi mejilla -, pero debemos ser cuidadosos, tu no dormiste anoche en tu sala y tampoco fuimos a cenar.

-Si tienes razón, yo diré que me fui tarde de aquí, pasé por las cocinas para poder comer algo y volví y todos dormían.

-Bueno está bien, yo si me llegasen a preguntar, después de que te fuiste seguí corrigiendo exámenes.

Nos sonreímos y nos abrazamos unos minutos, como no llegaba a ir hasta mi torre para el desayuno, me bañé en la habitación de Remus, me sequé mi pelo y preparé allí, mientras él hacía lo mismo.

-Tuve muchas ganas de entrar contigo a la ducha, pero fui consciente de que nos íbamos a perder el desayuno si lo hacía - me dijo sonriendo.

-Me encantaría probar eso contigo - le dije, haciendo que me sonriera más todavía. Cuando salí de su sala, fui a la biblioteca a buscar libros como para hacer mejor mi coartada. Llegué a mi mesa y estaban mis amigos.

-¡Ya pensamos que te habían secuestrado! - dijo Agus enojada - ¿Dónde estuviste?

-Tranquila... - le dije con una sonrisa - ayer salí tarde de tutoría, así que pasé por la cocina para comer algo y cuando volví todos dormían, esta mañana salí temprano porque quería buscar estos libros - dije levantando los tomos que saqué.

-¿Para qué necesitas libros sobre magia no verbal ? - dijo Lis confundida.

-Es lo que debemos ver este año en DCAO - dije subiendo mis hombros. Vi que mi primo me miraba como hacía siempre que sabía la verdad. Pero con él siempre fue así, nunca nos ocultamos nada, conocíamos a la perfección al otro, él sabía que estaba mintiendo.

Más tarde mi primo me agarró y me llevó al bosque, había un conjunto de 6 árboles que creaban como un rincón apartado al lado del lago, desde primer año íbamos allí. Era nuestro gran lugar secreto.

-Ahora dime la verdad - dijo enarcando una ceja.

-Es complicado - dije haciendo una mueca.

-Estás muy enamorada de nuestro profesor de DCAO y por lo visto él también de ti. Sé que pasaste la noche con él - dijo, mi cara de estupefacción debe haber sido muy grande porque agregó - tranquila, no es que sea obvio, yo te conozco Cam, eres mi mejor amiga y como una hermana, sé reconocer ese tipo de comportamientos.

-Bueno si, desde que nos conocimos que estamos dando muchas vueltas y bueno no aguantamos demasiado. Él tiene muchos complejos con respecto a nosotros, dice que merezco mucho más y ya no sé cómo hacerle ver que es todo lo que quiero - dije frustrada.

-Mhm puede que haya algo más Cam - dijo preocupado.

-¿Qué sabes? - dije.

-Emh es un hombre lobo - dijo con el mismo tono de antes.

-¿Qué? - no lo podía creer, ¿Por qué nunca me lo dijo? ¿Cómo no me di cuenta? - es decir, no es que sea un impedimento, pero me sorprende que no haya hablado de eso conmigo.

- Ve a hablar con él - me dijo con una sonrisa -, ve ahora, ya terminaron sus clases del día - dudé de lo que me decía -, en serio ve.

Me levanté y fui a su oficina, toqué y me abrió sorprendido.


Remus:

- Me sorprende que hayas venido más temprano hoy - le dije con una sonrisa. La noté rara, algo estaba sucediendo.

-Quería hablar contigo - me dijo tímida - y es algo que puede ser complicado de hablar.

Y ahí lo comprendí- ¿No quieres seguir con esto verdad?

-¡No! No es eso - dijo alarmada -, yo... Remus sé algo de ti que me gustaría saber porque no me lo has dicho.

-¿Qué sabes? - pregunté alarmado.

- Sé que eres un hombre lobo Remus - suspiré porque sabía que en algún momento iba a surgir esto -, no me molesta si es tu miedo o razón para no decirme. Sólo me gustaría que hablaras las cosas conmigo Remus.

- No te lo dije porque no es algo fácil de aceptar Camille, por ello me mantengo al margen de las relaciones serias, no puedo estar con alguien así - suspiré nuevamente -, quizás sea bueno que dejemos de vernos de otra manera.

-No Remus, si lo haces por esto no me parece, ¿Por qué te cuesta que te acepten con ello incluído? No quiero hacerte daño Remus, quiero estar para tí cuando te sientas mal antes y después de luna llena, no me alejes - me dijo triste.

-Te mereces mucho más Camille - la tomé de las mejillas -, te mereces todo el universo, no puedo pedirte que te quedes conmigo.

-Pero sos todo lo que quiero Remus - dijo acercándose más a mi -, al único que deseo tener siempre a mi lado eres tú - y me besó, fue un beso cargado de sentimiento, mientras la tomé de su nuca para poder pegarla más, la necesitaba, no iba a poder alejarme, al menos que tomara ella esa decisión. Comenzó a tocar mi miembro mientras que con la otra mano abría mi pantalón. La alcé y la senté en mi escritorio, mientras tiraba todo lo que había en él, no me importaba, necesitaba estar dentro suyo de nuevo. Ella me iba abriendo la camisa mientras yo sacaba su uniforme, bajé rápido mi pantalón y saqué mi pene, corrí sus bragas para posicionarme en su entrada - Vamos Remus - jadeó - por favor haceme tuya una vez más.

Y con eso fue suficiente para comenzar a embestirla, se lo hice duro, ella pedía más en gemidos, comencé a tocar sus tetas, necesitaba más de ella, la quería tener todo el tiempo así. Necesitaba hacerlo más rápido, así que llevé mis manos a su cintura para aumentar el ritmo. 

Al cabo de un rato los dos terminamos, fui a buscar para poder limpiarla, aunque la verdad que verla con mi semen escurriéndose en sus muslos me daban más ganas de volver a hacerlo.

-Camille - le dije suspirando - no son normales las ganas que te tengo.

-Yo te deseo todo el tiempo Remus - dijo con esos labios hinchados de los besos de antes.

-Bueno siempre podemos tomarnos el día libre de corregir para pasarlo en la cama - le dije sonriendo.

-Me parece bien profesor - dijo con la misma sonrisa -, luego nos ponemos a corregir.

-Camille venimos re al día con correcciones y planificaciones, podemos tomarnos un solo día - le dije mientras la bajaba de mi escritorio - vamos a la pieza.

Nos pasamos la tarde entera en la cama, a veces haciéndolo, otras acostados abrazados, mientras hablábamos de cosas de nuestra vida, se duchó antes de que bajáramos a cenar, la dejé salir primero, mientras yo me arreglaba un poco. Miré mi cuerpo y tenía chupones encima de cada cicatriz vieja, sonreí, porque ella es todo dulzura pensando en cómo demostrar amor.

En la cena no dejaba de verla, reía con sus amigas y su primo, me dijo que él ya sabe, me alegra que no diga nada y que nos cubra de alguna forma. Yo seguía esperando la respuesta de mis amigos a mi carta donde les contaba que ya había pasado. 

Siempre - Remus Lupin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora