Capítulo 45.

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31 de Abril del 2026.

Jueves.

08:30 a.m.

Italia, Roma.

Rocco Forte Hotel De Russie.

Lilith Brown.

Me removí en la cama antes de despertar, miré a Robin con una pequeña sonrisa sin dejar de abrazarlo. -Despierta...- susurré después de dejar un pequeño beso en su abdomen.

Se removió un poco mientras ponía su mano en mi cabeza para acariciarla. -Buenos días...- susurró con voz ronca tratando de abrir los ojos.

-Buenos días a los dos.- mencionó Raphael entrando a la habitación con su computadora en la mano. Se acostó al lado nuestro en la cama y sonrió. -Tenemos que bañarnos e ir a desayunar.- acarició mi cabeza con cariño y dejó un beso en mi frente para luego hacer lo mismo con su hermano.

-Él tiene razón, es tarde. Hay que bañarnos.- sonrió Robin acariciando mi mejilla.

-No me quiero levantar...- me quejé escondiendo mi rostro en el cuello de Robin. Me sentía demasiado cansada y quería estar en la cama todo el día.

Ellos se miraron y asintieron con la cabeza. -Lily...- susurraron al mismo tiempo mirándome con cariño.

-Ya lo sé, soy una sucia.- murmuré cansada antes de levantarme de arriba de Robin, me acosté a su lado, un poco lejos de ellos, y me cubrí con las sábanas hasta la cabeza. 

-Mi Lily...- susurró Raphael quitando lentamente la sábana de mi cabeza para verme. Lo vi arrodillado en el suelo, a un lado de la cama, sonriéndome mientras acariciaba mi mejilla.

-Está bien.- murmuré y me quité la sábana de la cabeza. -No me quiero bañar por que me siento cansada.- suspiré viéndolos.

Ellos se miraron un momento para después volver a verme. -¿Quieres que nosotros...?.- preguntaron con una pequeña sonrisa mirándome.

Me sonrojé intensamente antes de negar rápidamente con la cabeza. -No, soy una mujer adulta. Yo sola me puedo bañar.- tartamudee avergonzada y nerviosa. 

-Lily, mi amor, no tienes que sentirte avergonzada o nerviosa, nos conocemos desde que eras, prácticamente, una bebé.- susurró Robin acariciando mi mano antes de llevarla a sus labios para besarla.

-Pero...- susurré.

-¿Pero qué?.- preguntó confundido Raphael sentándose a mi lado.

Lo abracé escondiendo mi rostro en su pecho. -No me da vergüenza que me vean desnuda. El problema es que no quiero que vean algo...- mencioné en el pecho de Raphael sintiendo las caricias que dejaba en mi brazo mientras su hermano acariciaba mi espalda.

Sus caricias se detuvieron y Raphael se encargó de sacar delicadamente mi cabeza de su pecho. -Mi amor, si es por eso, entiende que es algo completamente normal.- sonrió.

-Exacto, nosotros también los tenemos. Es algo normal.- Robin besó mi espalda y abrazó mi cintura.

Me sonrojé un poco mientras asentía con la cabeza. -Está bien.- susurré. Raphael me levantó en sus brazos antes de dirigirse al baño, me sentó en el borde de la tina para luego ayudarme a sacarme la camisa que él me había prestado para taparme en la noche.

Me saqué la camisa quedando solamente en bragas, me abracé a mi misma sin querer bajar mis bragas mientras me ponía de pie. -Mi amor...- susurró Robin acariciando mis brazos. Lo miré y asentí lentamente, él se arrodilló frente a mi para después acariciar mis piernas con cariño antes de subirlas hasta mis caderas. Agarró el borde de mis bragas para tirar de ellas hacia abajo con lentitud, miré avergonzada hacia otro lado mientras se revelaba algo de bello púbico en esa zona. 

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