William Jackson, un joven prodigio que con 24 años alcanzó el rango de sargento en el ejercito de Estados Unidos. Muere en la línea del deber y es reencarnado por dios en un nuevo mundo en el que la magia existe, dándole el poder de invocar cualquie...
Ya eran aproximadamente las 7:40Am, hacía varios minutos que desperté y me estaba preparando para mi rutina diaria. Y mientras yo me preparaba mi traje, Alana y Aiko se duchaban... juntas. Al parecer llevaba pasando un tiempo, pero debido a mi rutina no me di cuenta, siempre era de mi habitación al despacho oval y viceversa, y alguna que otra reunión fuera de la Casa Blanca, por lo que no tenia mucho tiempo libre, y por la noche lo más que hacíamos era dormir, después de nuestras sesiones eróticas claro.
Alana me contó acerca de la primera vez entre las dos, al parecer fue a la habitación de Aiko y la encontró masturbandose... mientras decía mi nombre. Por supuesto ella la interrumpió, pero en lugar de enojarse, como debería ser; le prometió que yo me acostaria con ella si le hacía caso y vaya que lo logró; pero tenia que acostumbrarse a compartirme.
Por algún motivo no me creí esa historia, sonaba algo... no se ¿estúpido, quizas?; como sea Aiko la confirmó así que... ¿que podía hacer yo?.
Diez minutos después ambas salieron del baño, una detras de la otra, envueltas en una toalla. Fueron hasta la cama donde tenían ropa lista, se dejaron caer las toallas y se vistieron, mientras yo miraba arrecostado a la pared justo al lado de la puerta.
Alana se vistió con su uniforme de las SS, hacia tiempo que dejó el Ejercito, pero eso no le impedía usar el uniforme e ir a alguna base militar y pasar el tiempo entre soldados. Lo hacía almenos tres veces por semana, cada vez que volvía se veía más animada que antes de irse. Su vida en el ejercito estaba bien arraigada en su conciencia, ya que cuando se unió fue que verdaderamente comenzó a vivir.
En cambio Aiko se vistió bastante casual, unos jeans, camisa blanca de manga corta y zapatos rojos. Desde que vino a Lucania se vió abrumada por la gran diferencias de ropas que había, entre otras cosas; cuando vivía en su pueblo, antes de que fuera masacrado y forzado a la esclavitud solía usar ropas con pieles de algunos animales y, lino. Y cuando fue esclavizada usaba un trozo de tela que apenas si la cubría. Y a decir verdad, en el poco más de un mes que llevaba aquí se había adaptado bastante rápido.
"¿Tienes pensado ir a fuerte Darwin?" Pregunté mirando a Alana.
"Asi es ¿por?" Contesto acercándose a la puerta
En ese momento tuve una brillante idea "Yo también voy, tengo pensado dar visitas a bases militares toda la semana" la idea en si la tuve ahora, pero el informe de ayer sentó las bases, queria ver por mi mismo estas nuevas armas y vehículos.
Ella sonrió, mostraba que quería esto, Aiko, que estaba a su lado parecía desilusionada, probablemente pensó que no nos vería durante toda la semana "Tú también deberías venir. Hay algunas personas que quiero presentarte" por supuesto no había olvidado a las semi-humanas de la misma especie que Aiko, rescatadas junto a los demás esclavos del Lord Exley, y al mismo tiempo me preguntaba... ¿como le estará yendo en Volkuta?.
Ella cambió su ánimo y me agradeció... excesivamente. Y ya cuando finalmente se calmó salimos de la habitación y fuimos hasta el comedor en la planta baja. Al llegar al lugar, el desayuno ya estaba servido, algo bueno de tener Chef contratados.
Cada uno de nosotros teníamos dos opciones de desayuno, un alimento sólido y una bebida, cada día el desayuno era diferente al del día anterior, por lo menos el mío. Tomamos asiento y desayunamos.
Para mi desayuno tenia una tostada de tortilla y salmón, y un batido de Kiwi y albaricoque.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
