So... this is love?

IV

—¿Qué sucede Marine?

—Ya ma...

—¿Ya ma? —preguntaron todos los presentes evidentemente confundidos.

— Ya mamamos — intentó reír nerviosamente — me llamaron y me dijeron Marine.

—¿Marine, te gusta ser imbecil?

—Me llamaron para felicitar a Quartz ,piedra tonta.

—Verga...

— Me preguntaron si era tu asistente y me felicitaron directamente; Aqua esto no es una buena señal... ¿crees que esto tenga que ver con aquella carta?

El mayor se quedó callado con duda evidente, no se suponía que su amiga supiera de esa carta puesto que solo la había abierto él cuando la recogió de afuera del laboratorio.

—¿Cómo sabes de esa cosa?

—Eres estupido, la guardaste en tu escritorio aún sabiendo que yo tengo la llave también.

— Con razón no la encontré.

—¿Por qué no nos contaron nada al respecto?— Demian preguntó ofendido.

— Parecía que solo era una broma asquerosa y de pésimo gusto, además tenía un par de faltas de ortografía que me dieron ganas de guacarear— evidentemente Aqua estaba asqueado.

— Sólo decía "los tengo, 1,2,3 por Quartz y todos sus amigos... grasias x jugar " con una carita feliz, lo cual me hizo gracia porque estaba escrito gracias con "s" y por estaba con una "x"

—Así le hacía mi perrito y lo tuvimos que dormir

— Aileen no seas imprudente esto es serio— Demian se quería reír pero estaba al tanto de lo delicado del asunto.

— No te preocupes Aileen, así está bien.

—Pero si te pudieras callar el hocico un rato nos ayudarías mucho.

—¡Aqua, no le hables así a la niña!— Marine defendía las tonterías de su menor.

—Bueno pues, ya no digo nada; pero esto si está preocupante, no solo está en juego tu identidad, tambien la seguridad del proyecto — La sala volvió a enmudecer cuando el teléfono de la mediana sonó nuevamente, esta vez con el altavoz activado.

— Que linda zona residencial en la que vives, no sabía que los científicos ganaran tanto como para tener un departamento por allí, por tu seguridad no te preocupes... yo no me atrevería a tocarte y a tu compañero de piso tampoco; aunque mis hombres en cambio saben que tienes contigo un par de dispositivos que contienen algo que nos interesa señorita Marine Larrea, te recomiendo permanecer ahí, no te canses porque igual sabremos dónde estás — el hombre del otro lado colgó dejando pensativos a todos.

 Aquamarine se quedó callado, esa no era una buena señal, ya que el anonimato también lo protegía a él y a sus colaboradores a pesar de ser él quien mas reconocimiento mediático recibía, ese anonimato le hacía estar tranquilo respecto a la seguridad del proyecto y de uso exclusivamente medico; con su imagen publica el proyecto era seguro en un 75%, con la identidad de Quartz al descubierto este pasaba a un 40% aunque ahora definitivamente esta cifra se reducía a 15%  lo que era preocupante y por lo cuál debía buscar ayuda, debía proteger su trabajo que aunque no lo pareciera, estaba construido de la sangre, sudor y lágrimas de quienes participaron en el. Francamente él sabía que estaba molesto y que la sangre le hervía al pensar con que fines querían utilizar su trabajo aquellas personas que los buscaban tan arduamente, pero también era objetivo y sabía que debía jugar el mismo juego que ellos por eso se levantó con toda la valentía que encontró.

—Marine, dame tu teléfono, tu laptop, la tableta y guarda con tu vida la USB en forma de Patricio estrella, las demás que estén vacías o qué no tengan nada importante dámelas, no creo que se atrevan a hacerte algo físicamente a ti o a Demian... Aileen no importa.

—¡Oye!

—¿Aquamarine, que vas a hacer con las cosas de Quartz?

— No sabemos como saben su ubicación en tiempo real, puede que sea a través de un rastreador en  sus dispositivos  ya que usualmente son las cosas que siempre lleva consigo a donde quiera que vaya, lo mejor será aventarlos en algún punto en la carretera... si quieren esa información entonces debemos destruir los dispositivos en los que ellos creen que está.

El mayor de los cuatro tomó su gorra, unas gafas y las llaves del auto de su compañera para proceder a bajar las escaleras de la torre de departamentos en la que vivía y llegar hasta el estacionamiento subterraneo en el que se encontraba el auto ; desde el instante en el que salió del edificio se sintió observado aún después de subirse a su auto y conducir tan rápido como era permitido hacía la salida de la ciudad.

—Me lleva la madre— dijo para si mismo cuando pasó por la primera caseta de peaje y vio una  camioneta RAM negra con vidrios polarizados a algunos de autos de distancia, no estaba seguro pero presentía que la había visto antes estacionada fuera del edificio. Decidió aumentar la velocidad una vez estando en el carril de alta velocidad y agradeció que su amiga fuese tan presuntuosa al escoger su auto pues era increible la aceleración que este tenía a pesar de ser considerablemente pequeño en comparación al suyo; ese agradecimiento se fue desvaneciendo al ver la camioneta negra detrás de él rebasando vehículos a diestra y siniestra... sintió adrenalina al pensar arrojar los dispositivos en plena autopista cosa que podría hacer de no saber que eso podría provocar un accidente. Mientras mas se alejaba de la ciudad más se veía su juicio nublado, empezaba a tener un nudo en el estómago al ver cada vez más cerca aquella camioneta, intentaba pensar pero no se le ocurrió nada más que orillarse en cuanto tuvo la mínima oportunidad al lado de la caretera; tomó los dispositivos junto con un par de botellas de agua que Marine siempre cargaba  y procedió a estrellar uno por uno para despues empaparlos, botar las USB a la basura, cosa que le causó un maravilloso alivio que se vio nublado al escuchar un motor frenar de golpe.

—¿Señorita Larrea?— preguntaron dos voces masculinas a las espaldas del químico — tiene muy poco cabello como para ser una señorita tan encantadora ¿no crees, compañero?

—¿Quiénes son?

—Oh, no es la señorita es su amigo.

—¿Por qué estaría destruyendo su propio trabajo? digo no vale la pena al final arriesgar tanto por una asistente.

—Ella no es solo una asistente, es mi amiga y una científica muy brillante— Aqua recibió una patada en las canillas que lo hicieron caer de rodillas al suelo.

—Vamos señor, no diga que hace y dice todo eso por una falda.

—Que persona tan vulgar al expresarse de una forma tan corriente de una mujer que tiene  mucho más valor que ustedes y posiblemente el estupido de su jefe — lo único que sintió el científico fue un golpe en el rostro y el pequeño rastro de sangre que este dejó en su nariz.

Aqua al escuchar el sonido de un motor pequeñotemió algo más, pero solo vio una motocicleta Harley negra y un piloto de complexión atlética bajar de ella y quitarse el casco que cubría su rostro.

—Con nosotros no se juega, sepa que si pudiéramos terminar con usted en este momento lo haríamos sin pensarlo pero tenemos ordenes directas, esto solo era una advertencia pero me parece bien que hayan sido tan listos— dijeron retrocediendo en sus pasos hacia su camioneta huyendo en el acto.

—¿Estás bien?— dijo el piloto extendiendo la mano para ayudarle a levantarse, el pelinegro se había quedado mudo despues de lo vivido y el rostro de aquel motociclista no ayudaba a que su mente pudiera concentrarse en decir oración alguna — vaya que esa gente te traía odio ¿Cuál es tu nombre, desconocido?

—Me... me me llamo Aqua ma marine.

—Mucho gusto Aqua, me llamo José— el piloto tenía algún encanto que lo hacía parecer amigable— por cierto, tu rostro se me hace conocido.

—¿Ah, sí? ¿de dónde?

—Mmmh, de...