—¿En serio?— el menor de ambos tomó a Aqua del mentón y se aproximó demasiado a su rostro.Aqua podía escuchar el latido de su corazón acelerarse al sentir la mano del castaño y se puso nervioso al ver que la mano que lo sujetaba era estetica; por un momento pensó —encaja perfecto en mi rostro—.
—¿Por qué no dices nada? — José lo cuestionó manteniendo la proximidad entre ellos— ¿Estás nervioso?
—No.
—Eres un mentiroso Aquamarine— dijo acercando más su rostro.
—¿Por qué lo dices?— nervioso el mayor contestó como pudo.
—Tus ojos son tan cafés como los míos, aunque un poco más lindos a decir verdad.
La proximidad entre sus rostros era tanta que sus alientos se mezclaban, evidentemente había tensión pero ninguno se atrevía a romperla.
—No diga mamadas licenciado — por el nerviosismo Aqua habló como su amiga solía hacerlo.
—¿Por qué? ¿Quieres que te las dé?— el menor solo aumentó la tensión que se percibía en el ambiente.
—Primero un café, no soy tan fácil— piedrita (como lo llamaba su amiga) apartó la cara de José.
—Sí, sí lo eres.
Tomando nuevamente del mentón al científico retomó la cercanía y lo miró a los ojos antes de robarle un frenético beso y tirarse hacía el sillón de la estancia, sus labios seguían un ritmo apasionado; un par de mordidas en el labio de Aqua habían encendido su libido dejándose a la merced de los deseos de su cuerpo y siendo guiado por las manos de José terminó sentado encima del mismo viéndose cara a cara.
—¿Ves como sí eres fácil?— José dijo tomando a Aquamarine de la cadera y obligándolo a sentarse por completo sobre sus piernas.
—A veces— respondió sonrojado al sentir un bulto prominente entre las piernas del castaño— Dios...— gimió al sentir las manos frías de José subir por su espalda baja hasta su nuca haciéndolo sentir excitado hasta los huesos; continuaban los besos mientras las manos de ambos recorrían el cuerpo del otro; el mayor se sintió en el cielo cuando sintió las manos del castaño quitarle el pantalón para acariciar sobre la ropa interior su miembro en repetidas ocasiones— Jose— gimió su nombre al sentir su pene erecto siendo tomado por la mano del menor y haciendo movimientos de arriba hacía abajo.
Mientras tanto el menor de ambos disfrutaba de los gestos de placer del científico, sintiendo excitación por el simple hecho de saber el placer que era provocado por él; cuando dejó de mover la mano se dió cuenta de la desesperación de Aqua por más, sorprendido por la acción de este al soltarse del agarre para poder incarse frente a él y dejarlo en la misma condición de desnudez en la qué el se encontraba para hacer exactamente lo mismo al menor.
Ahora era el científico quién tomaba el miembro del menor haciendo movimientos con la muñeca de arriba a abajo, Aquamarine se inclinó para juguetear ahora con su lengua la punta del pene erecto mientras seguía con los movimientos repetivos, haciendolo gemir en el acto.— Aqua— un José agitado con la camisa desabotonada a la mitad con el tren inferior desnudo y las piernas abiertas empujando voluntariamente la cadera hacía arriba, se encontraba tan inmenso en el placer que sentía que no notó el momento en el que Aquamarine se había introducido el miembro en la boca ;de un momento a otro el castaño lo sostenía del cabello empujando su cabeza para alcanzar más profundidad y en ocasiones jalaba el cabello para mostrar dominio. Ambos sentían placer recorriendo por cada parte de su piel, necesitaban más del otro y la intensidad aumentaba cada vez que la boca era penetrada.
—Levantate, que no quiero terminar aún— ahora el que iba a jugar era otro.
—Voy — se levantó sin protestar con la mirada clavada en su amante.
—Veo que eres muy obediente ¿no te molesta que te pida ciertas cosas?— preguntó con seriedad antes de seguir con el juego.
—Para nada, me hace feliz ser obediente— contestó y José sonrió al escuchar tal respuesta.
—Entonces acuéstate y déjame hacerte mío.
Siguiendo la orden se recostó tímidamente; timidez que desapareció al instante en el que el sujeto de apariencia elegante a pesar de lo alborotado de su cabello y su camisa medio puesta, tomo una de sus piernas para ponerla en el hombro y penetralo haciendolo gemir de placer; sentían sus cuerpos inundados por su libido deseaban sentirse mutua y profundamente, cada embestida era más fuerte, cada vez el placer aumentaba y el juego se volvía más placentero.
—¿Ahora de quién eres? — preguntó con autoridad el activo.
— No tengo dueño, soy de Dios— respondió entre gemidos, obteniendo embestidas más fuertes por parte de quién preguntaba.
—No, dime ¿de quién eres? — siguió introduciéndose con fuerza.
—De Dios— volvió a responder entre gemidos a punto de correrse.
—No, porque eres m...
—¡Motocristo en Jesucleta!
—¡Por las chanclitas del niñito Dios!
Se escucharon dos voces seguidas de un cerrar de puerta que sorprendieron a los lujuriosos.
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So... this is love?
Fiksi IlmiahAquamarine De la mora ; un individuo con la capacidad de destruir el mundo entero usando solo su mente se ve enredado en una serie de acontecimientos que le hacen dudar sobre el modo de emplear sus conocimientos. José Valentino; hijo de la familia m...