El amanecer me encontró en una situación atípica para mí: madrugando para comprar plantas. Mi rutina solía girar en torno a la preparación para el trabajo, pero la idea de sorprender a Seher agregaba un toque especial a la mañana. Un cosquilleo cálido se instaló en mi pecho mientras imaginaba su reacción, y decidí retrasar mi jornada laboral solo para pasar un tiempo con ella.
Enrumbe hacia un vivero cercano, meticulosamente seleccionando plantitas de variados tipos, todas pensadas con cuidado para ser el regalo perfecto para Seher. Cada elección estaba imbuida de la esperanza de alegrar su día. Visualizaba cómo ese rincón especial de Seher se transformaría con estas nuevas adiciones.
De vuelta a casa, marqué el número de Deniz para confirmar la dirección de Seher. Aunque ya lo había hecho previamente, quería asegurarme de no perderme. Mi intención no era ser intrusivo, solo deseaba saber dónde vivía. Deniz, siendo un buen amigo en común, se mostró comprensivo y colaborador.
Con la dirección en mis manos, me dirigí a la casa de Seher, que se encontraba convenientemente cerca de la de Deniz. A pesar de la hora temprana, cerca de las siete de la mañana, confiaba en que no le importaría que la despertara con una agradable sorpresa y un rato juntos.
Estacioné el auto al otro lado de la calle frente a su hogar pintoresco. Observé la casa con curiosidad a través de la ventana antes de salir con la bolsa de plantas en mano. Toqué la puerta con expectación, preguntándome qué tipo de expresión tendría Seher cuando abriera la puerta para recibir las inesperadas plantas y mi compañía matutina.
Después de unos minutos de ansiosa espera, la puerta se abrió con una suavidad que apenas perturbó la tranquilidad del ambiente. Y allí estaba ella, Seher, emergiendo en mi visión como la personificación misma de la ternura. Vestía un suéter que parecía haberse adueñado de tres tallas adicionales a la suya, creando una imagen tan encantadoramente desproporcionada que no pude contener mi sonrisa.
Inclinó la cabeza hacia atrás, sus ojos entrecerrados luchando contra la invasión de la luz matutina. En su rostro, el sueño aún se aferraba, evidenciado por la serenidad que lo envolvía. Al levantar la mano, se rascó con desgano el ojo derecho, mientras su otro ojo, apenas abierto, intentaba distinguirme. Era un cuadro encantador, un despertar que merecía ser capturado en la memoria.
—¿Selim? —su voz, cargada de somnolencia, resonó a mi alrededor, como si las palabras mismas estuvieran envueltas en el suave abrazo del sueño. Un bostezo, acompañado de pasos torpes y arrastrados, la llevó hacia mí. Se aproximó con una especie de torpeza adorable, como si cada paso fuera una pequeña batalla contra la somnolencia que aún la envolvía.
Ella se aferró a mi cintura, un gesto que expresaba una necesidad matutina de conexión. Hundió su rostro en mi pecho, como buscando refugio contra el despertar completo. Este gesto era el antídoto perfecto para dar inicio al día de la mejor manera posible. La expresión adormilada en su rostro provocó una sonrisa en mí; la adoro en ese estado, tan vulnerable y tierna.
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COCTELES Y SECRETOS [+18] 『𝙀𝙙𝙞𝙩𝙖𝙣𝙙𝙤』
RomanceElla era como un soplo fresco en mi existencia más experimentada. Su juventud podría sentirla cuando mordía su piel en medio de nuestra pasión desenfrenada. Todo lo que compartimos dejó una marca indeleble, maravillándome ante la conexión que florec...