CAPITULO 2 - INCÓMODO

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Con el transcurso de los días y las semanas las cosas volvieron a su normalidad. La estación trabajaba como siempre respondiendo llamadas de emergencias y los bomberos eran como una gran familia. Habían aceptado la noticia de la sexualidad de Buck sin problemas, aunque no sabían de sus sentimientos por Eddie, lo apoyaban en lo qué quisiera hacer o con quién quisiera salir. Buck no podía sentirse mejor. Había vuelto a recuperar el sueño, tenía más energía y mejor humor. Pero sobre todo estaba feliz de haber confiado sus sentimientos y miedos a Eddie. Gracias a Dios su amistad seguía intacta y se podría decir que incluso estaban mejor que antes. Bueno al menos eso es lo que él se decía.

A pesar de haber hablado con Eddie, y de asegurarle que nunca haría nada con la atracción que sentía hacia él, no podía evitar mirarlo mientras hacían ejercicio o cuando se reían juntos, y sobre todo hacía un esfuerzo sobrehumano de ignorarlo cuando estaban en los vestidores. Aunque no siempre lo lograba. Le gustaban sus brazos musculosos, su abdomen bien definido y su trasero super firme. Acompaña eso con unos ojos oscuros debajo de pestañas largas y tupidas, y tienes al hombre perfecto. Sin mencionar caliente.

Obviamente era muy discreto. No quería incomodar a su amigo con su tonto enamoramiento. Por eso mismo había tomado la decisión de empezar a ver a otros hombres y así dejar su obsesión por Eddie. Porque no era más que un capricho. El típico cliché. Necesitaba enfocarse en otra persona, o en muchas otras personas. Al fin y al cabo ¿cómo iba a saber qué le gustaba si no experimentaba?.

Buscar información sobre bi sexualidad en Internet no le había sido de mucha ayuda y seguir saliendo sólo con mujeres tampoco lo sacaba de su zona de confort. Tenía que hacerle frente y salir activamente con chicos.

Para eso bajó una aplicación de citas en la que especificó su nuevo perfil y sus nuevos gustos y preferencias:

"Recién descubierto bi. Deseo explorar mis opciones. Me gustan hombres de entre 25 y 35 años. Deportistas, de carácter masculino y varonil (no afeminados). Altos, divertidos y amables. No celosos".

Mirando su perfil, no pudo evitar pensar que todas esas características describían a Eddie a la perfección. Pensó en cambiarlas un poco, pero luego se dijo que no lo haría. Al fin de cuentas era el tipo de hombre que le gustaba y no iba a empezar en el mundo de la citas masculinas con alguien con el que no se sintiera cómodo o atraído, así que le dio publicar al perfil y esperó a ver qué sucedía.

Por otro lado, Eddie se sentía un poco desconcertado con toda la situación de los nuevos gustos de Buck. Si bien él mismo le había dado su total apoyo moral, no terminaba de entender cómo sus demás compañeros aceptaron la noticia sin ningún tipo de problema. Hasta le gastaron bromas sobre que ya lo sospechaban y que se había tardado en salir del closet. Eddie nunca lo sospechó, y eso que él era el que pasaba más tiempo con Buck fuera de los turnos. Seguía repasando los momentos vividos juntos para ver si descubría un nuevo detalle que le diera una pista, o algo que le indicara cuándo su amigo había empezado a mostrar interés por los hombres, pero no podía darse cuenta. Solo sabía que Buck era su mejor amigo, que siempre había estado ahí para él, siempre lo cuidaba, reían juntos, se preocupaba por él. Iba a trabajar tranquilo sabiendo que él le cuidaría la espalda. Y lo había demostrado más veces de las que quisiera admitir. Era la persona en la que más confiaba en el mundo, por eso mismo no podía entender por qué le costaba tanto asimilar éste cambio. Si las cosas fueran al revés, Buck no tendría ningún tipo de reservas. Necesitaba mostrarle que no había cambiado su forma de pensar con respecto a él y mostrarse más abierto para que no vuelva a pensar que no podía contarle sus cosas. Aunque le resultara un tanto incómodo.

El viernes siguiente, luego de terminar el turno, Eddie se reunió con Buck en los vestidores. Se estaba cambiando el uniforme por una camisa color salmón que, extrañamente notó, le resaltaba el color de sus ojos.

- Ey... ¿Quieres ir a tomar unas cervezas al bar?

- Mmmsi me gustaría, pero esta noche no puedo. Tengo una cita - le dijo Buck mientras terminaba de abotonarse la camisa y evitaba mirarlo a los ojos.

- Oh... bueno, eso es genial ¿Quién es la afortunada?

- Afortunado, en realidad.

Por un momento todo quedó en silencio. Eddie creyó haber escuchado mal. Pero no, no había escuchado mal. Su amigo se preparaba para salir con un hombre. Un hombre. ¿Por qué le costaba tanto hacerse a la idea?. No era como si éste día nunca llegaría.

- ¡Oh, wow! No tenia idea ¡Qué bien!- Dios, sonaba tan forzado. Tenía que hacerlo mejor. Aclarándose la garganta trató de hacer cómo si no fuera la gran cosa.

- ¿Dónde lo conociste?

- No lo conozco en realidad. Nos hablamos por una aplicación de citas, y después de un par de mensajes decidimos vernos.

Eddie miraba a su amigo mientras se acomodaba el cabello y se ponía colonia y algo le parecía mal. Sintió un nudo en el estómago y se removió inquieto.

- ¿Crees que es buena idea encontrarse con alguien que no conoces? Es decir, ¿Cómo sabes que no es un demente?

Bucke dejó de arreglarse y le prestó atención. Eddie estaba parado a mitad del vestuario con las manos en los bolsillos del jean y los hombros hacia arriba pareciendo fuera de lugar.

- Nunca tuviste problemas cuando me citaba con mujeres a través de una app - le dijo tratando de sonar inocente y de restarle importancia. Ya se sentía nervioso por encontrarse con Travis cómo para analizar las palabras de su amigo.

- En realidad no me gustaba mucho que lo hicieras. Y tienes que reconocer que algunas estaban bastante locas. Pero con los hombres es diferente ¿realmente sabes que es seguro?

Buck soltó una risita para aligerar la tensión y fue a buscar su chaqueta para ponérsela.

- Por eso mismo nos vamos a reunir en un lugar público y por eso también te estoy avisando. Además la aplicación es muy rigurosa con la seguridad, cada perfil tiene una sección de comentarios y puntuaciones para avalar la información y a los participantes por si mienten o se quieren hacer pasar por alguien más, y te dejan activar un sistema de rastreo en tu celular para las citas. Si te hace sentir más tranquilo, ya lo activé, y por si todavía todo ésto fuera poco, soy un hombre grande y musculoso que sabe cómo defenderse. Todo va a salir bien "papá" - le dijo pasando por al lado suyo y dándole una palmada en el hombro. Se detuvo un momento para acomodarse el cuello de la camisa y volvió a hablar.

- Se llama Travis Connor, tiene 28 años, trabaja de recepcionista en las oficinas de comercio del ayuntamiento y nos veremos en el bar Red Moon en veinte minutos. Te prometo que si no me siento cómodo o si pasa algo te voy a llamar ¿Contento?

Ni un poco. Pero tomó una respiración profunda y confió que todo lo que le había dicho Buck era suficiente para aceptarlo. Además se veía entusiasmado y no quería ponerlo de mal humor justo antes de ver a "Travis". ¡Dios! Qué nombre tan pomposo y pretencioso.

- OK. Supongo que no puedo esperar nada mejor.

- Tranquilo, sólo es la primera cita. No es como si me fuera a la cama enseguida. No creo estar preparado para eso. Todavía - le dijo guiñándole el ojo.

Ni Eddie tampoco para que se lo contara cuando sucediera, pensó mientras lo vió marcharse.

BURNING SLOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora