-6

222 22 3
                                    

⋆。‧˚ Capítulo seis˚‧。⋆❝Cast❞╰►Buenos Aires se ve, tan susceptible___________________

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

。‧˚ Capítulo seis˚
Cast
Buenos Aires se ve, tan susceptible
___________________

Me encontraba cerrando la puerta detrás de mi, hoy ibamos a juntarnos con el resto del cast de la película. Estaba recontra emocionada.

Hoy me había despertado con una energía de locos, mi noche había sido re tranquila, había ido al supermercado más cercano a comprarme una funda de latitas de birra y una milanesa al pan para cenar, también aprendí a configurar la tele para poner Netflix y me quedé hasta las 2 am mirando Vis a Vis por segunda vez.

Eran las 10 de la mañana y yo estaba fresca como una lechuga.

Caminé a pasos tranquilos hacia el ascensor, y cuando entré a este, divisé una figura bastante conocida cerrar su puerta a las apuradas y correr hacia donde me encontraba yo, y faltándole unos metros para llegar, el ascensor comenzó a cerrarse. Para impedirlo, metió su brazo antes de que éste se cerrara por completo, a lo que el ascensor respondió abriéndose y éste entró.

—Buen día.—dije entre algunas risas.

—Si, buen día.—saludó Enzo. Tenía la voz súper ronca y estaba agitado, como si estuviera recién despierto.

Se me descontroló todo.

Aparte por el hecho de estar en un ascensor, por lo menos a mi me causa cierta tensión. Ya sé, muy cliché se mi parte.

—Bo, que calor que hace.—agregó, agitándose el cuello de la camisa, y dejando su mano extendida sobre su pecho.

Y la verdad que si. Internamente.

—Parece que corriste una maratón. Estás todo colorado.

Él no contestó, solamente soltó unas risas y miró hacia otro lado.

En ese momento me llegó un mensaje a mi Whatsapp —como estuvo la primera noche en bs as?????—era de Rosi, inmediatamente le contesté con lujo y detalle mi noche, mientras el ascensor se abría.

—Primero las damas.

Enzo podría estar muriéndose y no dejaría de ser tan caballeroso. Es como algo que tenía instalado dentro de sí.

Accedí a lo que dijeron sus palabras saliendo del ascensor, y él siguió mis pasos, como si yo lo estuviese guiando por un camino que él ya conocía.

Cruzamos la puerta de entrada y Lorena nos estaba esperando afuera en su auto.

—¡Suban, suban!—dijo, haciendo un gesto con sus manos—Estoy mal estacionada y no me quiero comer una multa.—agregó y rió.

𝐇𝐢𝐩𝐧𝐨𝐭𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 | 𝐄𝐧𝐳𝐨 𝐕𝐨𝐠𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora