˗ˏˋ 🦢ˎˊ˗𝐃os adolescentes estaban sentados apoyados en una pared de ladrillos a medio pintar.
- En cinco minutos empieza el partido Uru, si no llegamos Hernán nos va a romper los huevos en la escuela. - le avisa el chico moreno de rulos a su amigo.
- Ya se boludo, pero la rubia dijo que nos encontrábamos acá, adema' el Hernán se caga hasta las pata' si yo le muestro esto- le contesta mientras cierra su mano en forma de puño.
Carlitos decide no contestarle, pero se ríe de lo agrandado que puede ser su amigo aveces. Igualmente el sabe que la tercer integrante del grupo suele ser puntual.
No pasaron ni treinta segundos desde que dijeron eso, cuando una chica de cabellera dorada y ojos claros se acercaba, vestía unos pantalones de jeans acampanados, acompañados de una musculosa celeste con un pequeño y sutil encaje en sus delgados bretéeles, también llevaba sus características converse blancas, que por alguna razón siempre estaban limpias; no importaba si la jovencita salía del fuerte apache con los zapatos marrones de mugre, al otro día cuando la veían de vuelta estaban blancos cuales perlas relucientes.
- ¿Me extrañaron? - pregunta sonriendo Daphne parándose frente a sus amigos.
- Nada que ver- responde a su pregunta Carlitos mientras ambos muchachos se paran y saludan a la chica con un beso en la mejilla .
Los tres mosqueteros empiezan a caminar hacia la canchita donde frecuentemente se juegan partidos amistosos (algunas veces no tan amistosos) entre los chicos que vivían en el barrio. - Sabe' lo que andaba pensando- llama la atención el uruguayo del grupo- que hace banda no nos invitas un pancho.
Daphne soltó una risita, pasando su brazo al rededor del hombro de su amigo reclamador. No era un secreto que Daphne, o Daph para sus amigos, era la de mayor poder adquisitivo y siempre los invitaba a comer algún antojo o les regalaba algo bonito. Tristemente Daphne seguía una dieta duramente controlada por sus padres, por ende no podía darse el lujo de comer ese tipo de chatarras.
- Si ganan el partido puede que les otorgue un premio de victoria ¿Eso te suena aceptable? - lo último fue dirigido específicamente hacia Danilo, quien respondió :
- Si, me la re sube.
Caminaron unos pasos más hasta llegar a la cancha, como siempre los tres saludaron a los jugadores del equipo de Carlitos y Danilo, los dos equipos tuvieron una pequeña charla para repasar las reglas, más que nada para evitar un posible "incidente". La rubia se sentaba al costado de la cancha, donde siempre tenía buena vista de los partidos, veía como cada participante tomaba su puesto esperando que empiece el juego.
En ese momento Danilo deja la zona para acercarse a la chica. - Si meto un gol te lo dedico- dice mientras le da un fugaz beso en la cabeza, inclinándose a la altura de la peliclara ya que estaba sentada.
- Suerte!!!- gritó Daphne cuando el silbato anunció el principio del partido.
El juego se desarrolló triunfante para el equipo azul, llevaban una ventaja de 3-1 con tan solo diez minutos restantes para que termine el partido. Danilo todavía no había cometido su propósito de dedicarle un gol a su amiga, ya que no le habían dado la oportunidad, al menos no hasta cinco minutos antes de que el marcador deje de contar, cuando Carlitos le pasa el balón, y se abre paso al arco para anotar el gol vencedor.
Gol que tenía un claro destinatario.
Todos los del equipo azul se abrazaron y mostraban sin vergüenza alguna su festejo y su euforia. La joven admiradora no se quedaba atrás, saltaba de felicidad mientras aplaudía al mismo tiempo que gritaba cosas como "esos son mis muchachos", "vamos campeones", "son los mejores".
Cuando ambos chicos se acercaron, Daphne no pudo aguantar tirarse sobre ellos para abrazarlos- Son unos ganadores- dijo la chica- vos- se volteó a mirar a Carlitos mientras despeinaba su pelo y apretaba su cara para luego depositar un brusco beso en el cachete- y vos- luego se volteó a ver a Danilo mientras copiaba exactamente las mismas acciones que había hecho con el otro chico anteriormente , solo que a este último le dio un abrazo individual y le susurró- Gracias por el gol.
Danilo sonrío- Igual no estoy seguro si al final era para vos.
La cara de Daphne mostraba pura indignación.
- No te puedes retractar, así no funciona. - se hacía ver enojada y sumamente ofendida.
- ¿Vas o no a invitarnos con un panchito?- intervino el moreno. Carlitos sabía cómo era esta rutina, Danilo le hacía un comentario para enfurecerla, ella le respondía con palabras que nadie entendía, se mini peleaban, después el chico le pedía disculpas y se ponían extrañamente más cariñosos que de costumbre.
A la chica le gustaba demostrar su aprecio con contacto físico , ya sea agarrandote de la mano o del brazo, dando abrazos, besos, también le gustaba hacerle mimitos en el pelo a sus amigos. Otro lenguaje del amor que tenia era dar regalos, comida, ropa, cartitas, flores, etc.
Fue así desde que eran pequeños, no podían ni recordar el día que se hicieron amigos, eran tan pequeñitos.Pararon en un carrito para pedir dos panchos, dos coca colas, y un agua con una rodaja de limón al lado, separado del vaso, así la rubia podía ponerle a gusto.
Se sentaron en unas mesitas a disfrutar de la compañía entre ellos.- Daph, ¿No quedas con hambre solo tomando agua?- pregunta el uruguayo de manera directa.
- Estoy famélica, pero mamá dice que tengo que entrar en mi vestido para esta noche. - los dos chicos compartieron miradas confundidos.
- ¿Tene' otro evento?- interroga esta vez Carlitos.
- Una cena con los amigos cordobeses de mis padres. - bufa, aunque las cenas no suelen ser aburridas, y a Daphne le daba sumamente gracia el acento cordobés tan marcado que tenían los amigos de sus padres, de Igual manera no podía negar que preferiría hacer cualquier otra cosa. - Ya tendría que irme, quiero ir a saludar un ratito a la nona antes.
-Si quere' a la vuelta te acompaño a tu casa- ofrece Danilo.
- No tienes de que preocuparte, Malcom me lleva en su auto, te lo agradezco igualmente- la dulce rubia se despide haciendo un gesto amistoso con su mano, yendo a la casa de su nona.
La abuela de Daphne vivía en el fuerte Apache con Malcom, el hermano mayor de la muchacha. Ellos solo compartían madre, cuando Sarah (la mamá de Daphne y Malcom) conoció a Ringo el padre de Daphne se enamoraron perdidamente, decidieron irse a vivir al la lujosa casa de los Beaumont al enterarse que Sarah estaba embarazada. Malcom se negó a dejar a su abuela viviendo sola, pero Sarah estaba empeñada en construir una nueva vida con su esposo y sus tres adorables hijos, Daphne y dos mellizos: María y Agustín.
Aunque la mujer dejó en el pasado su vida en la villa, nunca le negó a sus hijos la oportunidad de ir a ver a su abuela. Todos los viernes llevaba a la mayor a ver a su nona, aprovechando a pasar tiempo con su hijo, mientras la rubia se hacía amigos y se integraba cada vez más al fuerte, Sarah se iba alejando.
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𝐄spero que les haya gustado el primer capítulo, más adelante iré dando más detalle sobre toda la historia de la familia de Daphne.
Me ayudan muchísimo votando y comentando ✨
Gracias!!!
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𝐏𝐀𝐏𝐄𝐑 𝐑𝐈𝐍𝐆𝐒 / 𝐃anilo 𝐒anchez / APACHE
Fanfic- Amo las cosas brillantes pero me casaría contigo con anillos de papel. - Faa, vo' sabe' que para las manualidades ando re mal, pero te busco en la canchita algún alambre y le hago forma de anillo. 🦢💌✨