¿Capítulo especial?

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Noa despertó en una habitación. Esa habitación le resulta bastante familiar.

«Es la habitación de Raul» Pensó Noa.
«Espera un momento. Estaba en el bloque de pisos y... No puede ser»

Noa se levantó y se dirigió hacia la puerta. Entonces escucho algo.

-Estas despierta- Dijo ??.
-¿Quién eres?- Pregunto Noa.
-¿Ya te has olvidado de mí? Soy El Narrador- Exclamó el Narrador.

A Noa le vino a la cabeza todo lo que había pasado.

-Quiero darte otra oportunidad y he creado este capítulo para ver cómo sobrevives está vez- Dijo el.
-Para ya. No quiero salir en más capítulos tuyos- Exclamó Noa.
-Eso no lo decides. Y a partir de ahora no puedes hablar conmigo no es normal para un libro- Se despidió El Narrador.

Noa salió de la habitación. Había un pasillo oscuro y largo detrás de la puerta. Al fondo se distinguía la figura de una persona pequeña. Media poco más de un metro. «Es una muñeca» dedujo Noa.

Se acercó a ella y mientras lo hacía se daba cuenta de que eso no era solo una muñeca. La muñeca se sostenía en pie y parecía débil. No parecía que pudiese estar de pie.

Un resplandor de algún rayo deslumbró a Noa y su vista se cegó unos segundos. La muñeca ya no estaba allí. «¿Que está pasando?»

-Narrador, ¿en donde me has metido?- Pregunto Noa al aire.
No se escucho nada.
-¡Narrador!- Grito Noa desesperada.
-Tengo miedo y estoy sola- Dijo Noa aterrada.
-¿Noa?- Dijo alguien detrás de ella.
-¿Que haces en mi casa?- Dijo aquel chico.
Noa se dio la vuelta y lo vio.
-¡Raúl!- Exclamó con lágrimas en los ojos.

Se acercó a el y le abrazo mientras lloraba. Raúl no entendía nada de lo que estaba pasando. Noa le explicó lo que había pasado y que ella pensaba que estaba muerto.

-Pero tú te habías muerto hace meses en un accidente de ascensor en el bloque de pisos de Dani- Dijo el extrañado.
-Pero estamos vivos. No te lo puedo explicar- Dijo ella.

Los dos siguieron por el pasillo hasta que llegaron hasta donde la muñeca había desaparecido. Había un pasillo exactamente igual al girar por el que venían. Pero siguieron caminando por aquellos oscuros pasillos.

Había un hombre llorando al final del pasillo encogido en el suelo con un cuchillo en la mano. El hombre se clavó el cuchillo en la garganta y se quedo tirado en el suelo. Noa y Raúl estaban paralizados pero unas manos pequeñas y de porcelana tiraron del cuerpo y se lo llevó. Al llegar donde estaba el hombre vieron otro pasillo exactamente igual.

-¿Que está pasando?- Dijo Raúl.
-Esta pregunta es rara pero respondela. Si estuviéramos en un libro ahora, ¿que haríamos?- Le pregunto Noa a Raúl.
-Pues seguiríamos hacia delante y habría otro pasillo igual. Pero al fondo habría un asesino que nos perseguiría hasta que algo lo detenga. O algo así me imagino que podría pasar- Dijo él.

Al llegar al final del pasillo había otro pasillo igual pero nadie al final. Entonces alguien con un martillo en la mano y una mascara de un oso apareció doblando la esquina. Se quedó unos segundos parado al fondo del pasillo, pero un rayo deslumbró la sala. El hombre se había convertido en la muñeca que levitaba a medio metro del suelo. La muñeca voló hacia ellos y salieron corriendo.

Giraron el pasillo y así otra vez. Cuando llegaron a donde estaba la puerta del cuarto la puerta desapareció y apareció otro pasillo en su lugar. Al girarlo entendieron que era una especie de bucle.

-¡¿Raúl que detiene al asesino?!- Grito Noa aterrorizada.
-¡El techo se cae y detiene su paso!- Respondió el.

Entonces el techo se calló cortando el paso de la muñeca.

-Te tengo que decir algo, Noa- Dijo Raúl.
-Dime- Exclamó ella.
-Yo soy el Narrador- Dijo él.
-¿Tu? Eso es mentira- Dijo ella.
-Noa, está historia tiene que acabar- Dijo Raúl mientras sonreía.
-No me hagas esto otra vez. Para ya. No me dejes en ese espacio negro otra vez porf?6#-+;€)#;"=÷$§}¥∆
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FIN

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